Lo que en la Argentina puede ser considerado un sacrilegio, en el fútbol de los petrodólares y los multimillonarios quizá sea un simple trámite. La comparación viene por este lado: mientras en Boca aún se sigue discutiendo si reformar la Bombonera o Mudarla (una conversación que lleva años, aunque nunca se pensaría en tirarla abajo), en Londres el magnate que acaba de comprar el 25 por ciento del Manchester United estaría dispuesto a demoler Old Trafford. Sí, el mítico Teatro de los Sueños donde los Diablos Rojos juegan hace 110 años.
Hace unos días, el United finalmente anunció a su nuevo accionista: se trata de Jim Ratcliffe, un multimillonario británico de 71 años con una fortuna de 13 mil millones de dólares, que adquirió el 25% del club por unos 1.250 millones de libras esterlinas (cerca de US$ 1.585 millones). Además, ya piensa invertir otros 380 palos gringos sólo para la modernización del estadio. Y JR (que, vaya paradoja, comparte iniciales con Riquelme) analiza más que seriamente la demolición.
De entrada, se ve una clara diferencia entre el modelo privatizador que proponen las Sociedades Anónimas Deportivas que prevalece en Europa y la apelación a la función social, la tradición y el sentimiento que por ahora sigue predominando en la Argentina, aunque la discusión está instalada.
En ese sentido, Europa y Sudamérica (o, puntualmente nuestro país) directamente son dos mundos distintos. El Atlético de Madrid no tuvo empacho en demoler el anticuado (pero también histórico) Vicente Calderón y vender el predio para construir cerca de 1000 viviendas con un costo que arranca de los 300.000 euros. Un par de grúas bastaron para derribar la cancha en un par de horas ante los ojos de cientos de hinchas que se acercaron a darle el «último adiós» al Vicente Calderón. Eso sí, no hubo una pueblada ni movilizaciones para evitar la venta de las tierras. ¿Qué pasaría en la Argentina si vendieran los terrenos de la cancha de Vélez, Independiente o el Parque de la Independencia en Rosario?
El moderno Wanda Metropolitano, que ahora se llama Cívitas (y en un tiempo tendrá otro nombre) tuvo un costo de 360 millones de euros. Eso sí, la mística no se compra, ni siquiera con esa montaña de dinero.
📹 El estadio Vicente Calderón está a punto de desaparecer y ya quedan apenas escombros donde antes estaban las gradas y el césped. Varios vecinos y aficionados han acudido a presenciar las últimas horas del coliseo rojiblanco > https://t.co/jit4RIoQ90 pic.twitter.com/csJHsvRIT5
— Informativos Telecinco (@informativost5) July 3, 2020 Siempre se dijo que el Aleti es el «Racing de España» por los años de sufrimiento y la fidelidad de su hinchada. Sin embargo, en Avellaneda se jactan por ser el equipo argentino que lleva más tiempo en el mismo lugar: los alguna vez dirigios por Diego Simeone (DT del Colchonero) juegan en Alsina y Colón desde el año 1906, hace 117 años. Otra diferencia: el 12 de agosto de 1999, los hinchas de la Academia se encadenaron para evitar el remate de la sede de Villa del Parque.
Pero estamos en Inglaterra y el mítico Old Trafford será el primer gran obstáculo al que se tendrá que enfrentar el magnate también propietario del Niza francés y del FC Lausanne-Sport suizo. Es que la casa de los Red Devils que fue construida en 1910, remodelada por última vez en 2006, y que cuenta con capacidad para unas 75.000 personas, se encuentra en un muy mal estado que terminó derivando en presencia de ratas, goteras y caída de techo.
Según los hinchas, el Teatro de los Sueños se encuentra «en ruinas». Hace un tiempo, se viralizó una imagen donde, en medio de una gran tormenta, caía una catarata sobre las gradas del estadio.
Old Trafford, en medio de una tormenta.Es evidente que el Old Trafford quedó muy anticuado con respecto al resto de estadios del mundo. Ante esta situación, son dos los caminos que se le presentan al conjunto inglés: el de la remodelación o el de la demolición y su posterior construcción.
Desde el entorno del club ya comenzaron a moverse con ciertos estudios arquitectónicos, aunque en Inglaterra apuntan que el más interesado es el estudio Populous, los encargados del Tottenham Stadium, construido en 2019.
Chris Lee, director de esta constructora, confía que con la llegada de un nuevo dueño, el proyecto pueda ponerse en marcha cuánto antes. Por ello, realizaron dos tipos de propuestas para afrontar la modernización del estadio y solucionar los problemas de seguridad que tiene actualmente.
Si se renueva se usarían los cimientos del viejo Old Trafford para mejorar algunas condiciones estructurales y reformar ciertas partes. Se menciona una ampliación de la tribuna sur utilizando la vía férrea que está justo detrás del estadio y remodelar el resto para conseguir un aspecto mucho más vanguardista.
Sin embargo, la opción preferida por el estudio es derrumbar el estadio.
En ese sentido, Lee afirmó que «la nueva construcción puede resultar ser la solución más rentable» y sostuvo que «el diseño inicial es obviamente el más alto de pero hay mucho terreno disponible para desarrollar allí, con un costo de 2.540 millones de dólares».
«Si vos cambiás la Bombonera, te arrancan el corazón», argumentó Juan Román Riquelme en plena campaña hacia la presidencia, cuando la oposición proponía mudar el estadio. Se ve que en Londres, ese no sería un problema.