En plena crisis deportiva e institucional, en Boca se tomó la decisión de ponerle fin al Consejo de Fútbol que trabaja en el “Xeneize” desde 2019.
El mismo era integrado por los exjugadores del club Raúl Cascini, Mauricio Serna, Marcelo Delgado, el único que continuaría en el cargo, y Jorge Bermúdez, quien ya se había alejado del club.
Así, el único que permanecería en la función de manager sería Delgado, mientras que se desconoce si será acompañado por nuevos allegados y si los demás integrantes serán despedidos o reubicados en otras áreas de la institución.
Boca atraviesa uno de sus peores momentos en las últimas décadas. Eliminado de la Copa Libertadores en la segunda ronda previa a la fase de grupos, y sin haber participado de la anterior, derrotado en los 32avos de final de la Copa Argentina por Atlético Tucumán y sin haber conseguido ningún título durante la presidencia de Juan Román Riquelme, que comenzó en diciembre de 2023.
Además, el club atraviesa la peor racha sin victorias de su historia, con 11 encuentros, y su actual entrenador, Miguel Ángel Russo, es altamente cuestionado.
Ante esta situación, desde el club se buscó dar un golpe de efecto: tras su asunción en 2019, cuando Jorge Ameal ganó las elecciones acompañado de Riquelme y Mario Pergolini, se tomó la decisión de cortar el funcionamiento del Consejo de Fútbol.
Cuestionado hace tiempo por sus manejos, los últimos mercados de pases terminaron de demostrar que los cambios en el Consejo eran necesarios, con llegadas como la del mediocampista Alan Velasco, quien sigue sin asentarse y costó 10 millones de dólares, o el volante Ander Herrera, que le salió al “Xeneize” 500 mil dólares y ya tuvo cinco lesiones musculares desde su llegada a la institución.
El Consejo era cuestionado, también, por ciertos “favoritismos” hacia los jugadores más experimentados del plantel, tratándose de futbolistas como el arquero Javier García y los defensores Marcos Rojo y Frank Fabra, quienes no suelen tener participación con el primer equipo y siguen siendo parte del plantel.
Así, la decisión final fue mantener a Delgado como manager y desistir de las funciones de Cascini y Serna, quienes resta confirmar si serán reubicados dentro del club o despedidos. Además, Bermúdez había dejado su puesto en 2022, aunque seguía ligado al club al hacer informes de jugadores colombianos que podrían ser fichados.
Con un futuro incierto y cambios en la cúpula del fútbol profesional, el club volverá a la cancha el próximo sábado 9 de agosto, a partir de las 16.30 horas, cuando el fixture lo haga recibir a Racing, por la cuarta fecha del Torneo Clausura 2025.
El equipo volvió a entrenar
Boca retomó las prácticas tras su derrota del domingo ante Huracán y un lunes de franco en el que se trató de apaciguar los ánimos exaltados por los once partidos sin ganar y el episodio del cambio de Miguel Merentiel. En tal sentido, sorprendió que a primera hora de la mañana, en la entrada al predio de Ezeiza apareciera una singular muestra de apoyo dedicada al delantero uruguayo.
“Miguel, gracias por dejar la vida por estos colores, los hinchas de Boca te amamos…”, rezaba una bandera colgada en una de las vallas en el ingreso al lugar, acompañada de una imagen del futbolista xeneize besándose el escudo. La misma aparece firmada por “Romancito y familia” que algunos llegaron a vincular con el propio presidente del club, Juan Román Riquelme. Pero luego se supo que se trata de un niño llamado Román, fanático de Boca y de Merentiel, cuya familia colgó la bandera como testimonio de admiración al jugador luego de su gran actuación en el reciente Mundial de Clubes de los Estados Unidos.
La actitud de Merentiel en el entretiempo del partido con Huracán provocó el enojo del cuerpo técnico. Como la situación aún no fue aclarada, se espera una charla individual de Miguel Ángel Russo con el jugador para evitar que el conflicto escale a mayores. Russo entiende que Merentiel desafió su autoridad ante el plantel y espera una explicación convincente para incluirlo o no en el equipo que jugará el sábado 9 contra Racing en la Bombonera. Prescindir del jugador más querido por los hinchas en este momento no sería una decisión que calme las agitadas aguas boquenses
Si bien faltan todavía once días, los jugadores, el cuerpo técnico y los dirigentes entienden que una nueva derrota frente a Racing y una Bombonera enfurecida forzará definiciones que podrían llevárselo puesto a Russo. Según algunos voceros, además de la preocupación por los malos resultados y las pobres actuaciones, el Consejo de Fútbol y Riquelme no observan al entrenador con las energías que su cargo demanda y el episodio con Merentiel puso en evidencia que su trato con el plantel no es el mejor y que los jugadores no se sienten cómodos con el protagonismo que ha asumido Claudio Ubeda en el trabajo de la semana y durante los partidos. Quisieran ver al técnico más intenso y participativo, con más voz de mando.
Como le sucedió antes a Diego Martínez y a Fernando Gago, Russo parece haber entrado en una dinámica de evaluación partido a partido. Riquelme decidió darle estas dos semanas de tiempo para hacer las modificaciones que entienda necesarias. Pero ésta parece ser su última oportunidad para encarrilar la situación. Mientras tanto, en voz baja comienzan a circular algunos nombres que podrían tomar este olla a presión que es Boca: en esa lista están Luis Zubeldía y Gustavo Quinteros (ambos inactivos luego de su paso por el fútbol brasileño) y también Eduardo Domínguez, quien debe dirigir a Estudiantes en los octavos de final de la Copa Libertadores.
De cara al encuentro con la Academia, Russo evalúa hacer varios cambios en todas las líneas del equipo titular y pocos jugadores tendrían asegurada la titularidad. Varios de ellos se la jugarán en las prácticas de estas dos semanas. Además, habría un nuevo sistema de trabajo que incluiría jornadas de doble turno, concentraciones, prácticas de fútbol en La Bombonera y en Casa Amarilla.