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31 octubre, 2024

La historia de S73-7, el satélite que reapareció tras 25 años en el espacio

El dispositivo experimental había sido lanzado en 1974 en el marco del Programa de Pruebas Espaciales de la Fuerza Aérea de EEUU

Infra-Red Calibration Balloon (S73-7) fue considerado por mucho tiempo como un integrante más del cúmulo de basura espacial. (Foto: AFP)

Infra-Red Calibration Balloon (S73-7) fue considerado por mucho tiempo como un integrante más del cúmulo de basura espacial. (Foto: AFP)

El satélite S73-7 estuvo un cuarto de siglo vagando más allá de la Tierra y, hasta ahora, su ubicación ha sido un verdadero misterio. Hace algunas jornadas, un especialista en astronomía informó en un tuit que el dispositivo fue identificado entre los muchos que pululan en el espacio. No son pocos: según datos de la Agencia Europea (ESA) se estima que hay más de 35.000 objetos en distintas órbitas terrestres.

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Infra-Red Calibration Ballon S73-7 —tal es su nombre completo— fue lanzado en abril 1974 en el marco del Programa de Pruebas Espaciales de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, el mismo organismo que ahora lo encontró tras 25 años a la deriva.

La historia de S73-7, el satélite que reapareció tras 25 años de vuelos misteriosos

Con apenas 66 centímetros de ancho y considerables 184 kilogramos de masa, el dispositivo ahora hallado se encontraba originalmente dentro del un sistema más grande y se desplegó en 1974, una vez que llegó al espacio. Ya en órbita, el plan era que se infle y sirva para calibrar equipos en forma remota. Este propósito no se consiguió y el satélite se perdió en el abismo del cosmos.

La historia de S73-7, el satélite que reapareció tras 25 años en el espacio

Jonathan McDowell, el mencionado astrónomo que informó el hallazgo, explicó que no es sencillo detectar objetos perdidos ya que solamente en la órbita terrestre baja hay más de 21.000 conformando lo que se conoce como “basura espacial”.

Siguiendo el repaso del sitio Live Science, después de lanzar un satélite los ingenieros en la Tierra saben hacia dónde se dirige y la altitud prevista para el desvío. Con esta información, pueden hacer un seguimiento y comparar la progresión con el lugar donde se informó por última vez. Sin embargo, si hay alguna alteración en los planes de maniobra originales, o si un satélite se desvía en órbita, los equipos terrestres tienen más trabajo por hacer para encontrarlo nuevamente. Por lo demás, los obstáculos son cada vez más grandes, conforme se incrementa el volumen de chatarra en el espacio.

Una imagen digital de la cantidad de basura espacial que tiene la órbita terrestre. (Foto: AP/ESA)

Una imagen digital de la cantidad de basura espacial que tiene la órbita terrestre. (Foto: AP/ESA)

En esa línea, McDowell comentó que cuando se tiene un conjunto de datos orbitales recientes y no hay muchas cosas que tengan órbitas similares, probablemente sea una coincidencia fácil. “Pero si es un sitio de parámetros muy concurrido y no lo has visto por un tiempo, entonces no es tan fácil hacer coincidir”, explicó el especialista, integrante del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics.

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Por eso, el hallazgo del satélite S73-7 es considerado como una victoria por los especialistas que buscan este tipo de dispositivos perdidos. Anteriormente, había sido visto en los 90′s para escabullirse otra vez. Por eso, el hito reciente da con él tras unos 25 años sin encuentros.

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