La actividad industrial retrocedió 0,8% en octubre relación a igual mes del año pasado, al tiempo que el sector de la construcción mostró una mejora del 3% interanual, informó el Indec. Además, la actividad fabril durante octubre se ubicó 0,3 % por debajo de la de septiembre, mientras que la construcción avanzó 0,2% en similar período.
De esta manera, el sector industrial acumuló un retroceso del 0,4% en los primeros diez meses el año, y la construcción una baja del 2,3%.
El dato relevante de octubre fue que la actividad de la construcción cortó una racha de seis meses consecutivos con resultados negativos en el cotejo interanual.
En el caso de la industria, por su parte, el dato de octubre marcó la sexta caída consecutiva respecto a igual mes de 2022.
Como en los meses anteriores el sector industrial presentó un panorama heterogéneo, con avances y retrocesos al interior de cada rubro.
En octubre, 10 de las 16 divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales.
Uno de los datos centrales es que el sector Alimentos y bebidas retrocedió 2,2% en el mes. Por su parte, la industria siderúrgica y Sustancias y productos químicos cayeron 1,9% y 2,5% anual, respectivamente. La Refinación del Petróleo se contrajo 5,9% anual.
La consultora LCG apunta que con el dato de octubre, Alimentos y Bebidas (25% de la industria) anota su quinto mes consecutivo de caída interanual. En 10 meses acumula una contracción de 2,9%.
«Para lo que queda de 2023 proyectamos meses de mayor contracción de la industria, y estimamos que el año cerrará con una caída en torno al 0,8% promedio anual para 2023″.
«Hasta ahora la escasez de dólares estuvo condicionando la operatoria de la industria a partir de la disponibilidad de insumos. Aunque descartamos que los controles sobre importaciones se sostengan, quedará ver cuál será la política cambiaria de la nueva gestión y las implicancias del sinceramiento del tipo de cambio sobre las exportaciones de la industria, pero también sobre la demanda de importaciones asociadas», señala LCG.
Respecto a la construcción, apuntan que «el sector se mostró con una dinámica errática en 2023 y, lo poco que queda del año, esperamos se comporte de la misma manera. La incertidumbre sobre cómo efectivamente avanzará la próxima gestión se derrama en las decisiones de inversión, afectando directamente a actividades como estas, pudiendo frenar las ejecuciones de proyectos».
En cuanto a las expectativas de los empresarios sobre cómo evolucionará la demanda interna hasta enero inclusive, la encuesta que realizó el Indec dio cuenta que el 32% de los consultados estimó que habrá una reducción, contra un 18,6% que anticipó un avance, mientras que el restante 49,4% no prevé mayores cambios.
En lo que hace a las exportaciones, el 24,8% de los consultados consideró que se reducirán, contra un 17,9% que anticipó una mejora, mientras que el 57,3% no vislumbró mayores variantes.
En este marco, el 11,1% de los consultados anticipó una disminución del personal, frente a un 6,3% que consideró que deberá incrementarlo, mientras que el 82,6% no prevé mayores cambios.