Franco Pellegrini tiene 37 años y recorrió el mundo brindando conferencias para ayudar a que otras personas puedan desarrollarse “Los argentinos estamos acostumbrados a ser malabaristas entre diferentes temas tratando de buscar un equilibrio”, le dijo a TN.
27 de abril 2024, 05:57hs
Franco Pellegrini, diseñador gráfico y doctor en Comunicación, entendió rápidamente que a través del diseño podía transformar realidades. El hombre de 37 años, nacido en Flores, soñaba desde pequeño con tener un trabajo de alto impacto que ayudara a otras personas a vivir mejor.
A los 12 años, de manera intuitiva, diseñó su primer sitio web. “Iba a seminarios en donde presentaban los nuevos productos de Marcromedia, en ese entonces en Paseo La Plaza, y era una pulga entre diseñadores consagrados, porque no había muchas fuentes de información. Todo era muy nuevo, me llamaba la atención y quería ser parte”, contó a TN.
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Profundizó sus conocimientos durante la secundaria y en 2003, tras finalizar sus estudios, se volcó por la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). “Fue un gran proceso de transformación, ponerle un marco formal a lo que hacía intuitivamente. Y mientras hacía la carrera no paré de buscar insertarme en una empresa”, indicó Franco, hijo de bancarios y hermano de una “cardióloga apasionada”.
Su reconocimiento sucedió mucho tiempo después, cuando desde Estados Unidos lo convocaron para llevar a cabo una serie de mentorías que tenían como fin capacitar y brindarle herramientas a cientos de emprendedores de diferentes países de América Latina.
“Mientras trabajaba dando clases en UADE y en simultáneo en un banco, se habían puesto de moda lo que eran las MeetUps (encuentros de diseñadores y desarrolladores) para exponer temas, relacionarse y hacer networking. Como tenía experiencia como orador, empecé a dar charlas, y conocí muchos referentes del rubro”, explicó.
“El programa fue mutando y terminamos siendo mentores de Google for Startups. ‘Mentoreábamos’ a emprendedores que estaban comenzando su startup y tienen alto potencial. Fue una experiencia increíble que me permitió conocer no solo Latinoamérica, sino cómo era el ecosistema emprendedor de cada país”, agregó.
Franco, que contaba con un posgrado comunicacional otorgado por la Universidad de Buenos Aires y un MBA que también realizó en la UADE, juntó todas estas experiencias y estudió durante seis años para obtener el doctorado en Comunicación de la Universidad de La Plata.
“De tantas veces que fui a San Francisco, y de visitar Silicon Valley, llegué a Stanford. Era un sueño para mí poder estar en esa universidad y tuve la suerte de que con mi experiencia laboral, académica y de mentoreo para startups pude acceder a ser mentor del programa (LBAN) Stanford Latino Entrepreneur Leaders Program. Es un programa que dicta la escuela de negocios de Stanford para acelerar y lograr un Scaling Up de emprendedores latinoamericanos en Estados Unidos”, comentó.
Franco explicó que existen diferentes tipos de mentorías, pero por lo general un mentor ayuda a una persona, o una empresa a desarrollarse en un foco determinado. En su caso, la estrategia y el diseño de producto o experiencia.
Las tres reglas argentinas que les compartió a los emprendedores
“Cada región tiene sus particularidades, y su cultura. Creo que lo interesante de la Argentina es algo que está recontra dicho, pero que realmente se ve en la cancha. El estar en una constante crisis hace que estemos entrenados para resolver problemas con los recursos disponibles, eso ayuda a setear un mindset de cómo pararse ante las diferentes situaciones”, indicó Franco.
“La resiliencia en un proceso de diseño de un producto, un servicio, una empresa o hasta una relación es clave para poder construir y para poder obtener de la adversidad un resultado positivo. El caernos y levantarnos rápido hace que tengamos una agilidad impregnada en nuestro ADN y eso es algo que no tenemos que perder”, continuó.
Por su experiencia y sus conocimientos, Franco buscó transmitir lo mejor de su país en el mundo del emprendurismo. Y así elaboró un punteo de “tres reglas argentinas” que expone en cada una de sus presentaciones: materializar, resignificar y actitud.
“Hacer, hacer, hacer, y hacer más. Nunca dejes de hacer. Hacer te hace moverte. Hacer te deja en el principio del siguiente paso. Hacer te hace entrenarte, aprender y no quedarte en el aire. Siempre les digo que hay tres tipos de personas: los que hacen, los que no hacen y no les importa, y los que les molesta que otros hagan porque los obligan a hacer estando en falta. Nunca nada que sea lo suficientemente grande, complejo o desafiante fue fácil”, destacó.
“¿Por qué resignificar? Se trata de crear sentido, algo muy nuestro. La necesidad de convertir algo malo en algo bueno. De escapar de una situación adversa, sabiendo que de esa oportunidad va a salir otra cosa positiva. Es darle un poder a algo que no lo tenía, quizá bautizarlo con una idea propia y compartirla con otros para que las asimilen”, indicó.
“Por último, la actitud. Tener foco y constancia es tan indispensable como contar con la energía y las ganas para ver e interpretar situaciones y entender que los problemas o las imperfecciones que se presenten solo necesitan ser pulidas para llegar a buen puerto. No hay que tener miedo de fracasar, sino que hay que abrazar los errores, aprender y levantarse rápido ante cada caída”, completó Franco.
El diseñador, reconocido internacionalmente y autor de dos libros (”El Diseño del Mundo”, el primero, fue reconocido de interés general por la Legislatura porteña), menciona un listado de 10 poderes en ‘Modo Diseño’, su última publicación, en la que repasa estas tres reglas. Franco considera que permiten diferenciarse del resto, haciendo que “el talento argentino se destaque”.
Actualmente director de Diseño de Producto UX en Mercado Libre, Franco pasó por diversas industrias y conoció múltiples culturas y nacionalidades que le permitieron enriquecerse y aprender de forma constante.
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“En otras regiones del mundo suelen estar más enfocados en una tarea determinada. Los argentinos, producto del contexto, estamos acostumbrados a ser malabaristas entre diferentes temas, tratando de buscar un equilibrio”, sostuvo Franco.
Y concluyó: “Algo que podemos aprender es que a veces no se puede hacer todo a la vez y de manera excelente, por ende hay que enfocarse e ir resolviendo parte por parte, cosa por cosa, para lograr buenos resultados. De más está decir siempre con humildad y ganas de aprender”.