«Hoy fue mí último ordeñe después de muchos años duele y cómo duele verlas irse a mis vacas.. sabía qué un día iba a llegar».
Así anunciaba la productora Alejandra Badino que le ponía fin a su negocio que tanto amaba a pesar de todas las dificultades que se venían dando en los últimos años, y que mucho esfuerzo y constancia, trataba de aguantar para no ponerle fin. Finalmente, ese día llegó.
El último lote de vacas que vendió.«El que ama el tambo sabe por lo qué estoy pasando porqué si fuera por mí no cerraría, pero no puedo seguir lamentablemente«, agregó en su posteo en su red social. «No poder seguir es muy duro y hay qué tomar decisiones cuándo ya afecta la salud», agregó.
Alejandra es de Cañada Rosquín, provincia de Santa Fe, y a los 57 años, contra su voluntad, tuvo que cerrar su tambo. Hace más de 30 años que estaba en la actividad. Según contó, ya a los 11 años ayudaba a su papá en el establecimiento, quien comenzó con el tambo que luego ella lo continuó.
Alejandra Badino.El tambo que llevaba adelante era chico, con 40 a 45 animales, a base pastoril. «Fue decisión mía de no agrandarme. Si por ahí tenés muchos animales y te tocan situaciones malas, es más difícil sostenerlo», explicó.
Buen día! Hoy fue mí último ordeñe después de muchos años duele y cómo duele verlas irse a mis 🐄 sabía qué un día iba a llegar …con ella me saqué tantas fotos la llamé y me buscaba! Así es mí Hoy no puedo seguir escribiendo 🥹🙌🐄🍀 pic.twitter.com/soKM9VIZmJ
— Alejandra Badino (@AlejandraBadino) April 20, 2024 Según contó, la crisis del sector no es de ahora, sino que lleva mucho tiempo: «Esto no es de ahora, viene de hace años. Uno la rema pero llega un punto que cuando juega tu salud es muy difícil. No tenés ayuda de nada, no hay financiamiento como había antes, ni siquiera el apoyo de las fábricas lácteas. A lo ultimo era imposible», aseguró.
Según comentó, los insumos clave para la producción «se fueron a los nubes» y ahora se le sumó el aumento de las tarifas de luz, que se le duplicó, de $60.000 a $120.000. «Me pagaban sólo 340 pesos el litro de leche. Compramos insumos en dólares y nos pagan en pesos.», informó.
«Siempre conté la realidad y venía diciendo que había que salvar a los tambos porque venían cerrando muchos. Pero a nadie le importa«, apuntó.
El camión que se llevaba las últimas vacas del tambo.Alejandra había sido una de las 20 mujeres rurales premiadas en 2022 con el Premio Lía Encalada por su labor vinculada al ámbito rural en distintos puntos del territorio a nivel nacional. Alejandra se destacó por su labor en el lechería.