Cómo se va a financiar la obra pública durante el Gobierno del presidente electo Javier Milei es todavía una incógnita. El futuro mandatario explicó, a trazo grueso, que quiere dejar de pagar obras con el presupuesto público y a cambio pretende incorporar recursos privados que financien las obras, y que luego éstas sean pagadas por quienes las utilicen. Ya sea una ruta o un gasoducto, dos de los ejemplos más usados en estos días.
Las futuras autoridades, entre ellos el designado ministro de Infraestructura Guillermo Ferraro, exaltaron el esquema de los Contratos de Participación Público-Privada (PPP) en el que se acuerda con el Estado qué proyecto llevar adelante pero queda en la empresa privada la responsabilidad por la obtención de una parte sustancial del financiamiento del proyecto.
Si bien todavía no hay claridad respecto a qué camino se va a tomar, Ferraro ya empezó a explorar alternativas. Y para eso se reunió ayer con representantes de bancos que operan en la Argentina para tener un primer contacto y visualizar qué posibilidades hay de que el mercado de capitales argentino se involucre de lleno en las obras.
Ferraro, según contaron a Clarín, se reunió con una decena de banqueros que pidieron no ser identificados. “Fue un almuerzo para conocer a Guillermo (Ferraro) y la impronta que tendrá su ministerio, y de paso para identificar sectores con perspectivas de inversión” dijo uno de los asistentes.
Ferraro quedó al frente de un superministro de Infraestructura que tendrá cinco secretarías: Energía, Transporte, Comunicaciones, Minería y Obra Pública.
En Energía fue confirmado el abogado Eduardo Rodríguez Chirillo. Tendrá a su cargo la reestructuración de subsidios y el rediseño del esquema de tarifas de energía eléctrica y gas.
Para Minería se habló de la actual secretaria de Energía, Flavia Royón, aunque todavía no se hizo oficial la designación. También se mencionó a Sergio Arberche para esta área. Además, sonaron los nombres de Tomás Sutton para Comunicaciones y Franco Mogetta para Transporte.