Los beneficios que trae el uso de internet tienen sus contraparte en el ámbito de la privacidad y la gestión la información que abunda en la red. En este contexto digital surgen los denominados derecho al olvido y la huella digital, que si bien son conceptos distintos pueden tener cierta interrelación.
Ambos están relacionados en el sentido de que la gestión del derecho al olvido puede influir en la construcción y persistencia de la huella digital de una persona.
Por su parte, los usuarios pueden tomar medidas al respecto y tienen actualmente los mecanismos necesarios para protegerse en el mundo digital.
Que es la huella digital y cómo eliminarla de internet
(Foto: Pexels)Cuando un usuario visita un sitio web, éste recopila información instalando cookies en el navegador de su teléfono, tableta o la computadora. Esta información incluye la dirección IP (Protocolo de Internet, una dirección única que identifica a un dispositivo en Internet o en una red local), los datos de acceso y cualquier otra cosa que revelen o que publiquen sobre sí mismos.
Muchas empresas usan los datos de las huellas digitales para crear «perfiles» de usuarios y vender estos «rastros» a otras empresas como potenciales consumidores.
Pero no es el único peligro digital. El robo de identidad, estafas online, amenazas con revelar datos o fotos de otra época, «sextorsión» o «pornovenganza», entre otros, son algunas de las múltiples formas que pueden amenazar a una persona.
Para evitar que alguien puede encontrar datos ocultos del pasado o utilizar información actual para alguna fechoría, la firma Avast, especializada en seguridad, ofrece nueve consejos para borrar estas huellas.
Consultados por Clarín, especialistas en seguridad informática de ESET y Avast detallaron las posibles causas y cómo se puede reducir la huella digital de un usuario en internet.
Descargar menos aplicaciones. Las aplicaciones móviles a menudo requieren que los usuarios ingresen una cantidad significativa de información personal y/o financiera para funcionar según lo previsto. También pueden rastrear la ubicación, la actividad de navegación y otra información que luego se comparte con terceros. Es lógico pensar que cuanto menos sean las aplicaciones en las que se haya registrado, menos expuesta este la información.
«Cuanto más sean los sitios y aplicaciones con los que compartas información personal y de tu cuenta, más posibilidades tendrás de que tus datos terminen siendo expuestos, tanto si una de esas compañías se ve comprometida o si los cibercriminales te atacan directamente», advierte Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Volver al pasado. Ponerse en el lugar de los que pueden estar buscando. Ya sean reclutadores, hackers o ex parejas vengativas, es importante saber lo que van a encontrar con sólo poner el nombre de cualquier persona en un buscador. Utilizar varios motores de búsqueda, ya que pueden arrojar diferentes resultados.
Limpiar datos públicos. Las páginas web de inmobiliarias, citas o viejas redes sociales, pueden tener más información que uno quiere que no se de a conocer. Sobre todo información personal como número de teléfono, edad e incluso dirección o antiguas parejas. Se le puede pedir a esos sitios web y que eliminen esa información.
Revisar cuentas. Durante la búsqueda del nombre, es posible que haya cuentas de redes sociales antiguas, publicaciones con chistes insensibles y anticuados, o entradas de blog que que revelaban demasiado de la vida personal. La cultura cambia y uno puede evolucionar con ella. Revisar todo lo publicado y evaluarlo con ojos nuevos.
Archivar y eliminar. Cerrar todas las cuentas que no benefician a la imagen en línea (tanto ahora como en el futuro). Recordar que algunos contenidos nunca pueden ser eliminados del todo. Aunque se piense que es privado, entidades como la policía y los piratas informáticos pueden sacar a la luz cosas que no se habían olvidado Es mejor no publicar nunca publicaciones negativas en primer lugar.
Ajustar la configuración de privacidad. Revisar la configuración de la cuenta en el navegador y aplicaciones móviles. Minimizar la exposición de los datos personales limitando lo que la gente puede ver. Esto incluye fotos, publicaciones, ubicación e información personal, como la dirección o fecha de nacimiento.
Borrar el historial del navegador. Incluso si uno cree que todos los sitios web que fueron visitado son «seguros» para la reputación, es una buena idea borrar el historial de navegación regularmente. Una mayor privacidad en Internet evita que se husmee en el historial y ayuda a que el navegador funcione más rápido.
Limpiar la computadora. Los archivos temporales, los duplicados, los que se creían eliminados y las fotos de baja resolución pueden ralentizar la computadora y, además, crear un riesgo de seguridad.
Revisar el teléfono. Cuanto más se usa el teléfono, más basura acumula. Los mensajes de texto antiguos, las cookies, las imágenes y los datos del historial del navegador ocupan mucho espacio de almacenamiento. Si los datos no existen, no pueden ser utilizados. Además, el teléfono rinde más. Limpiar las cosas cada poca semana.
Pensar antes de compartir/republicar contenido negativo. Cuando se comparte el contenido de un tercero, sus palabras e ideas se convierten en propias. Por lo tanto hay que tener especial cuidado con temas complejos como la raza, la religión y la política.
Al publicar fotos originales, tener en cuenta que algunas personas tienen niveles de privacidad online diferentes a los propios. También hay que solicitar el permiso antes de etiquetar a otros o los amigos que se etiqueten ellos mismos.
«No publiques nada que no quieras que vuelva y te persiga en el futuro. Internet nunca se olvida. Además, mantener limpio tu rastro de datos no sólo tiene que ver con tu reputación: la basura que permites que tus dispositivos recojan pone en riesgo tu privacidad y seguridad en Internet», señala Luis Corrons, Security, evangelist de Avast.
Derecho al olvido: cómo quitar información de Google
Las «cookies», claves en la recopilación de datos. (Foto Shutterstock)El derecho digital que fue discutido y aplicado principalmente en la Unión Europea, donde la legislación, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), fortaleció la protección de la privacidad en internet más allá del Hemisferio Norte. La contienda legal entre Natalia De Negri contra Google que demostró, entre otras cosas, que no se puede borrar todo lo que está en internet.
Google domina la cuota de mercado de los motores de búsqueda, con una media del 86-96% en todo el mundo, por lo tanto es un actor fundamental a la hora de la indexación del contenido que está la red.
La tecnológica estadounidense se rige por las llamadas Políticas de Contenido personal. «La Búsqueda de Google abarca miles de millones de páginas web, imágenes, videos y otro contenido, y los resultados pueden contener material que algunas personas podrían considerar censurable, ofensivo o problemático», aclara la empresa en su sección de Ayuda.
Como parte del soporte, el usuario tiene a disposición la posibilidad de enviar una solicitud para la eliminación de contenido y que, recientemente, se actualizaron para expandir y facilitar la eliminación de cualquier imagen explícita personal o sexualmente explícita que se haya publicado en Internet sin consentimiento.
«Si consideramos que el contenido infringe las políticas de contenido o de productos, o los Términos del Servicio de Google, normalmente retiramos o restringimos el acceso a dicho contenido en todo el mundo», remarcan desde la tecnológica.
En este sentido, según Google, se trabajó para agilizar y simplificar el proceso de solicitud a través de diversos formularios.
Para avanzar con una solicitud de remoción de información en Google hay que tener en cuenta cómo es el proceso. En principio, se deben chequear las políticas y requisitos. Una vez completado el formulario indicado, se recibirá una confirmación automática de recepción vía mail; luego, se procede a la revisión de la solicitud y, en algunos casos, al pedido de información adicional, como URL faltantes, para poder realizar la evaluación. Finalmente, la persona recibe una notificación sobre cualquier acción realizada.
Entre las solicitudes disponibles está la eliminación de imágenes de menores de 18 años de los resultados de búsqueda de Google, con excepción de aquellas vinculadas a casos de interés público imperioso o de interés periodístico. Google aclara que esas imágenes «no aparecerán en la pestaña Imágenes ni como miniaturas en ninguna función de la Búsqueda» a través de su motor.
Hay que tener en cuenta que estas solicitudes facilitan la remoción de información e imágenes de los resultados de búsqueda que infringen las políticas de contenidos y de productos de Google.
En tanto, quien busque remover contenido del Buscador tiene que tener en cuenta que no lo elimina de la web donde está alojada ni de otros motores de búsqueda. Por este motivo, en ocasiones, la eliminación de contenidos debe ser revisada y gestionada directamente entre partes.
Por último, para facilitar a todas las personas una forma de conocer la información personal que se encuentra disponible en Internet y tener un mayor control sobre ella, en agosto, Google presentó la una actualización de la herramienta “Resultados sobre ti”.
De esta forma, el usuario tiene al alcance el control más sencillo de la información personal en los resultados de búsqueda y, a través de un nuevo panel disponible en la cuenta de Google, se pueden configurar búsquedas automáticas para datos, como número de teléfono, dirección o correo electrónico y recibir una notificación cuando aparezcan nuevos resultados que contengan esa información. Y desde allí se puede solicitar fácilmente su remoción.
Asimismo, esta actualización suma la posibilidad de eliminar datos directamente desde la app de Google.
Por el momento, la herramienta está disponible en inglés en Estados Unidos; aunque desde Google reconocieron que pronto la expandirán a otros idiomas y países.
SL