Desde diciembre del año pasado, el acortamiento de la brecha cambiaria debido a la devaluación del peso resultó beneficioso para ciertos sectores de la economía, como el comercio exterior o las inversiones extranjeras. Sin embargo, se volvió negativo para las economías provinciales que se encuentran en zonas fronterizas con otros países.
Allí, el consumo venía fuertemente traccionado por extranjeros incentivados a comprar productos locales que tenían precios más bajos. Pero ahora, la Argentina ya no está “tan regalada” y una creciente cantidad de productos tienen -especialmente los combustibles y productos de consumo masivo- los precios más altos que en los países vecinos.
Particularmente la región del NEA, es una de las más perjudicadas por el giro en la relación del tipo de cambio ya que las compras de paraguayos y brasileños llegaron a cobrar un peso importante dentro de las economías regionales.
Un informe del IERAL (Fundación Mediterránea) tomo dos indicadores relevantes para analizar el comercio fronterizo: las ventas en supermercados y las de nafta y gasoil. En el caso de los supermercados, se observó que durante los últimos meses las ventas crecieron (en términos nominales) muy por debajo del IPC Alimentos en toda la región.
Al comparar el mes de enero del 2024 con respecto a igual mes del año anterior las ventas reales (es decir, teniendo en cuenta las variaciones en la inflación), se registraron fuertes caídas en la provincia de Chaco (10,7%) y en la provincia de Corrientes (11,9%), pero sobre todo se destacaron, las caídas en la provincia de Misiones (18%) y Formosa (29,8%).
La diferencia en el comportamiento del consumo masivo también se reflejó en los monitoreos de la consultora Scentia que acusaron en el último año, una caída más profunda en los comercios (supermercados y autoservicios) del interior del pais (-5,8%) que en los del AMBA, (-09%) básicamente por la menor demanda en las zonas de frontera.
En cuanto a las ventas de nafta y gasoil, se aprecian caídas en todas las provincias del NEA. Al comparar el primer mes del año contra el mes anterior, las provincias más perjudicadas en la venta de nafta y gasoil fueron la provincia de Formosa (10% y 3,1%) y la provincia de Misiones (20% y 9,7%).
Según las cámaras regionales, unos pocos clientes brasileños «siguen viniendo únicamente por los productos preferidos de siempre y por la calidad, como los vinos, espumantes, whiskys, energizantes, chocolates, dulce de leche, alfajores, aceite de oliva y algunos productos del rubro pescadería y afines. También algo de perfumería y cosmética», explican.
Pero, por lo pronto, también la menor presencia de uruguayos se siente en la provincia de Entre Ríos. La afluencia de los vecinos es “un 90% menor” que hace unos meses y eso afecta a los comercios, por ejemplo, de la ciudad de Concordia que, por otro lado, también suma una “baja de consumo” de los mismos argentinos de la zona. Lo mismo sucede para los comerciantes de Gualeguaychú, que durante los últimos dos años se beneficiaron de los compradores que llegaban desde Fray Bentos.
En la provincia de Mendoza, en tanto, el impacto en la economía es significativo ya que las ventas a turistas chilenos en esa ciudad tenían un peso importante no solo en el Comercio sino en toda la economía provincial. A tal punto que, el año pasado, se llegó a hablar de la formación de una especie de ‘Provincia 25’ por la magnitud de operaciones involucradas en productos de consumo masivo.
Ahora, este cambio en los patrones de consumo se refleja también en la facturación de los hoteles y de los locales gastronómicos que eran los principales beneficiarios del turismo de compras de los visitantes trasandinos. Hoy, en cambio, según la experiencia de las agencias de viaje, es más común encontrar «tours» de compras de argentinos viajando hacia Chile para aprovechar las diferencias de precios desatadas por la inflación argentina.
SN
