El ministro de Economía, Luis Caputo, volverá a verse cara a cara con las autoridades del Fondo Monetario durante las reuniones de primavera del organismo y el Banco Mundial. El funcionario, su secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili, viajarán este martes a Washington, donde se espera que reanuden negociaciones con el equipo de Kristalina Georgieva, a quien Caputo felicitó ayer por haber sido reelegida al frente del FMI.
El Gobierno sigue en busca de dólares para abandonar el cepo, por lo que negocia con organismos multilaterales, bancos y fondos extranjeros, sin señales concretas aún. En las últimas semanas, hubo reuniones con miembros de la CAF y el BIRF, una entidad del Banco Mundial, según pudo saber Clarín. Y el Fondo elogió el «progreso impresionante» hace más de una semana, pero insistió en medidas «firmes» y mejorar la «calidad de ajuste fiscal», lo que implica avanzar en reformas duraderas.
Si bien el Banco Central acumuló más de US$ 13.000 millones de reservas desde el cambio de gestión y se acercó a la meta, lo pudo hacer gracias a las restricciones que ahora se buscan eliminar. Para ello, el Presidente dijo que necesita un colchón de US$ 15.000 millones, una meta aún distante ya que Caputo debe cancelar a fin de mes los pagos por casi US$ 1.900 millones que postergó con el Fondo la semana pasada y desde el lunes el BCRA liberará otro cupo del pago de importaciones.
La negociación con EE.UU y Georgieva es clave para destrabar, además, fondos de sus «brazos» financieros. Javier Milei se reunió el último jueves con el titular del BID, Ilan Goldfajn, en Miami, para evaluar el «apoyo técnico» para el recorte de subsidios y la «eficiencia» del gasto social. Caputo busca retomar esas conversaciones y mantener otros contactos en Washington en el marco de la cumbre de ministros de Finanzas que se celebrará entre el miércoles y viernes.
La última vez que el ministro se reunió con la jefa del Fondo fue en febrero en el marco de la cumbre del G20 en Brasil. La economista búlgara apoyó el plan de ajuste, pero reiteró que nnecesita apoyo para las reformas y reforzó las exigencias planteadas una semana antes por la número 2, Gita Gopinath, quien durante una misión al país reclamó una reforma en Ganancias, cambios en la fórmula jubilatoria y un freno a la dolarización.
El Gobierno envió algunas señales en las últimas semanas. Por un lado, circuló el nuevo proyecto Ley Bases, junto al paquete con el que busca recomponer la recaudación y reforzar el ajuste fiscal. El combo incluye una suba en Ganancias para los trabajadores y un incremento del monotributo, acompañado de un alivio a las empresas con la reforma Bienes Personales, una moratoria impositiva y el blanqueo de capitales.
Por otra parte, se oficializó un nuevo esquema para las jubilaciones, después del perder casi 40% de su poder adquisitivo en el primer trimestre. Y se flexibilizó el cepo al reducir el plazo de pago a 30 días de las importaciones para las pymes (en lugar del cronograma escalonado de 30, 60, 90 y 120 días) y autorizar el pago anticipado del 20% para comprar bienes de capital, en medio de la paralización de plantas y la caída de la actividad, como ocurre en Acindar
Mientras tanto, Caputo sigue desoyendo los pedidos del Fondo de acelerar la devaluación del dólar y subir las tasas. El dólar «planchado» le sirve como ancla para desacelerar una inflación que en marzo bajó al 11% por el desplome de la demanda. Y el recorte de tasas, como el que volvió a aplicar el BCRA el jueves, es clave para seguir licuando la deuda cuasi fiscal del Banco Central y los ahorros en pesos.
El Gobierno puede hacerlo porque mantiene el cepo, aunque ambas medidas acarrean riesgos. Fue el exministro de Economía, Domingo Cavallo, quien desaconsejó levantar el cepo y unificar el mercado cambiario a mitad de año ante la dificultad para bajar más rápido la inflación, por lo que planteó que antes es necesario acelerar el tipo de cambio oficial y formalizar el desdoblamiento cambiario, una medida que Milei calificó como una «estupidez».