La reforma del pacto de asilo e inmigración afronta esta semana un examen clave. Este jueves los negociadores del Consejo, con España a la cabeza como presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE), y del Parlamento Europeo se verán las caras en Bruselas para tratar de cerrar un «acuerdo político« sobre uno de los paquetes legislativos más complicados y divisivos que tienen los Veintisiete sobre la mesa desde hace ocho años. El ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, ha insistido este martes en que el momento de cerrarlo es «ahora» y confía en la actitud «flexible» de ambos colegisladores para lograr el acuerdo.
«Somos conscientes de que el tiempo se agota. Nuestros equipos han trabajado duro y no hay otra posibilidad que llegar a un acuerdo», ha avisado este martes. «Estamos en un momento clave, decisivo. Nos encontramos en una oportunidad que no podemos dejar pasar. Urge un espaldarazo definitivo para culminar el pacto», ha insistido tras el último Consejo de Ministros de Interior bajo presidencia española de la UE.
La reforma sobre asilo e inmigración fue presentada por la Comisión Europea en septiembre de 2020 como una de las grandes prioridades políticas de la Comisión Europea pero las diferencias sobre dónde situar el equilibrio entre responsabilidad y solidaridad, por la negativa de muchos países a acoger inmigrantes y refugiados, han impedido hasta ahora un acuerdo sobre un paquete legislativo compuesto por siete grandes propuestas de las que cinco quedan todavía por cerrar bajo la máxima de que «nada está cerrado hasta que todo está cerrado».
Maratón negociador
El objetivo es cerrar un acuerdo político este jueves -está previsto todo un día de negociaciones- con vistas a aprobar la reforma antes del final de la legislatura, en abril de 2024, lo que obliga a ambas instituciones a acelerar dado que la siguiente presidencia de turno de la UE, que ocupará Bélgica, tendrá una calendario de trabajo muy limitado con apenas un par de meses útiles. No obstante, de quedar flecos sobre la mesa este jueves los negociadores del Consejo y la Eurocámara todavía podrían hacer un último intento el 18 de diciembre, durante un trílogo adicional.
«Son muy pocas las diferencias que a día de hoy no han sido consensuadas. Quedan unos puntos de una sensibilidad mayor para algunos de los 27 pero podremos encontrar ese punto de unión», ha asegurado Grande-Marlaska, con confianza y «razonablemente optimista» de que el pacto sea posible esta semana porque «de lo que estamos convencidos es de que es ahora o va a ser difícil llegar a un acuerdo en un futuro próximo», ha añadido.
Entre los principales puntos todavía por cerrar destacan los procedimientos en frontera para los menores no acompañados o las familias con niños así como los niveles de protección de los ciudadanos de un país concreto y la definición de país seguro. «Son cuestiones muy técnicas», ha insistido el titular de Interior español sobre lo que considera «pequeños detalles importantes» claves para «permitir llegar a un acuerdo». Sobre la mesa y pendientes del aval siguen cinco reglamentos. El más avanzado es el reglamento Eurodac, llamado a crear una nueva base de datos sobre inmigración con datos sobre demandantes de asilo o decisiones de retorno. Los restantes cuatro tienen más flecos abiertos.
