Mientras los productores mantienen sus reclamos por mejores precios para la materia prima, las ventas de yerba mate no paran de aumentar. En el primer bimestre la salida de yerba mate desde los molinos con destino al mercado interno y el externo se incrementó un 6,2% respecto a idéntico período del año pasado.
El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) detalló en su informe mensual que en febrero se vendieron 20.155.532 kilos para los materos argentinos; mientras que otros 2.902.116 kilos partieron hacia otros mercados.
Si se agregan las ventas de enero, en el primer bimestre los argentinos demandaron 41.687.650 kilos en los dos primeros meses del año, 1,5 millones más que en el primer bimestre de 2023. El crecimiento fue del 3,9%, un volumen más que interesante en épocas de retracción económica en el país.
Mientras que los despachos al exterior se incrementaron en 1,25 millones de kilos en el mismo lapso, para llegar a los 6.945.742 kilos. Es decir, que el año arrancó con un 22% de incremento en las exportaciones.
Por el lado de los productores, hubo un fuerte incremento de la cosecha de verano respecto de los tres años anteriores, que estuvieron condicionados por la intensa sequía que afectó a toda la región productora. En los dos primeros meses del año se cosecharon casi 55 millones de kilos, con un incremento de más del 130 por ciento respecto al año pasado. La necesidad de los chacareros de cubrir cuentas y una buena brotación tras la regularización de las lluvias son algunos de los factores que impulsaron a los chacareros a cosechar en verano.
Claudio Hacklander, representante de los productores primarios en el Instituto Nacional de la Yerba Mate adelantó que “después de la sequía de los últimos años, vamos a tener una cosecha significativamente superior. Vamos a superar ampliamente lo que se produjo en los años anteriores y eso puede ser una complicación porque el mercado de la yerba mate es muy limitado. Una sobreproducción va a provocar caída de los precios de la hoja verde y que los secaderos extiendan los plazos de pago”, advirtió.
Sobre el incremento en la cantidad de materia prima, Hacklander dijo que “están entrando en plena producción yerbales que se plantaron entre 2017 y 2020. Son yerbales de muy alta densidad”, explicó. El ruralista dijo que “hasta hace algunos años estábamos con 180.000 hectáreas de yerba pero ahora la superficie pasó a más de 210.000 hectáreas y hoy día no hay mercado para tanta yerba”, se lamentó.
Actualmente, el sector industrial está abonando 370 pesos por kilo de hoja verde puesta en secadero, pero los productores aseguran que debería llegar a los 505 pesos para que sea rentable y permita un buen manejo de los yerbales.
En el Instituto Nacional de la Yerba Mate no pudieron fijar los precios para la temporada de cosecha gruesa debido al faltazo de los representantes de Corrientes y los molinos. Esos sectores aducen que el Instituto está acéfalo desde diciembre y que está vigente el DNU que le quitó facultades para establecer valores de referencia para la hoja verde y la canchada (yerba seca, sin molienda).
Como la sesión de precios nunca pudo ser abierta, el INYM no puede solicitar el laudo de Agricultura de la Nación. Pese a ello, en los próximos días se enviarán los antecedentes y grilla de costos en un intento para que desde el Ministerio de Bioeconomía analicen la situación y tomen alguna medida que mantenga la rentabilidad de los chacareros.
