A pesar de que el «veranito cambiario» parece extenderse en el mercado paralelo, el Banco Central disminuyó este lunes el ritmo de compras diarias que realiza en el segmento mayorista y las reservas internacionales cedieron.
El organismo que preside Santiago Bausili compró US$ 67 millones, en un contexto de lenta apertura a los importadores. De todos modos, acumula compras por US$ 2.185 millones en lo que va del mes y en el mercado hay expectativa por el momento en el que el Central logre poner sus reservas netas en el signo positivo, luego de acumular compras netas por US$ 10.677 millones en los últimos tres meses.
Las reservas brutas, que el viernes habían cerrado en US$ 28.203 millones, cayeron por segunda rueda al hilo. Según explicaron fuentes del mercado se fueron US$ 25 millones por pago a organismos internacionales, aunque no especificaron a cuáles.
«La fuerte recuperación de las reservas sigue beneficiándose de una liquidación de exportaciones que no reduce su ritmo. Simultáneamente los pagos de importaciones escalonados (30,60,90 y 120 días) en la mayor parte de las importaciones y plazos largos para las importaciones de algunos productos explican los escasos pagos por importaciones, que en diciembre y enero se ubicaron en mínimos de más de 20 años», explicaron en Delphos.
«La recesión también juega su papel deprimiendo la demanda de productos extranjeros», agregaron. En el mercado hay discrepancias sobre el nivel actual de reservas netas y la capacidad del Banco Central para revertir este número negativo en el corto plazo.
En la consultora LGC estimaron que estas se encuentran en el orden de los – US$ 2.500 millones. En tanto, Paula Gándara, del Grupo Adcap advirtió: «Le falta mucho a este proceso de recuperación de reservas”.
La apertura para la importación de productos de la canasta básica podría comenzar a ponerle presión a este mercado, aún con un Banco Central que desde en la práctica aún no normalizó el acceso al dólar oficial para el sector importador. «La consistencia de esta acumulación será relevante a la hora de comenzar a liberar las trabas de exportación para los distintos sectores», señalaron en Aurum.
En tanto, en el mercado paralelo las cotizaciones se mantuvo en calma. El dólar blue terminó sin cambios a $1.025; el dólar MEP cedió 0,4% desde su cierre del viernes y el contado con liquidación, la vía que usan las empresas para dolarizarse, rebotó 1,2% a $1.080,90.
«Aún cuando el deterioro de competitividad sigue acentuándose, y ello abre interrogantes sobre la dinámica cambiaria a futuro, los operadores continúan satisfechos por la continuidad del proceso de acumulación de reservas a la espera próximamente de la llegada de la cosecha», afirmó el economista Gustavo Ber.
«Así es que se extiende el clima de calma cambiaria entre los dólares financieros, dado que la sobreoferta de divisas – aún en medio de múltiples restricciones vigentes – sigue permitiendo transitar esta etapa que resulta importante para el proceso de desaceleración de la inflación en marcha, que luce como prioridad a corto plazo, lo cual retroalimenta positivamente las expectativas respecto al reacomodamiento a futuro», añadió.
En tanto, las acciones argentinas subieron con fuerza en Wall Street, con saltos que llegaron a superar el 12%, como el caso de Central Puerto. Esto fue un espaldarazo para el índice Merval, que subió casi 4% si se lo mide en dólares al contado con liquidación. El principal indicador de la bolsa porteña volvió a los US$ 1.040, un techo que no superaba desde 2019.
Casi al mismo ritmo que las acciones, la deuda argentina anotó una nueva jornada positiva, con subas de hasta casi 4%. El riesgo país, que mide la banca JP Morgan, cedió hasta los 1.581 puntos.