Alytix es un emprendimiento de biotecnología, dedicado al desarrollo de virus bacteriófagos, capaces de combatir bacterias resistentes a los antibióticos de amplio espectro, tanto en seres humanos como animales. Surgió hace diez años por iniciativa de los biotecnólogos Marcelo Salame y Exequiel Dunand, de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Radicado en el Parque Tecnológico Litoral Centro de Santa Fe, ocupa a diez personas.
A través del trabajo en la prevención de diarrea en terneros causada por la salmonella y la Escherichia Colli, los investigadores consiguieron reducir significativamente la incidencia de la infección dentro de los límites del laboratorio.
Alytix: Delfina Zaburlin, Marcelo Salame y Exequiel DunandLas tareas, hasta el momento, han sido financiadas por una inversión de US$200.000 por parte de la aceleradora GridX e instrumentos de promoción de la provincia de Santa Fe, como Asignaciones No Reembolsables (ANR) de la Agencia Santafesina de Ciencia Tecnología e Innovación y de Innovar Santa Fe por el cual recibieron $2,5 millones para la investigación de producto para la prevención de diarrea porcina y un ANR por $3,7 millones del programa de Apoyo a Emprendedores y Empresas de Base Tecnológica, en este caso por el desarrollo de producto para control y prevención de salmonella en la industria aviar. Pero el desafío para pasar a otra escala de producción requiere de inversiones también a una escala mayor.
“En la actualidad estamos en la etapa de registro de producto ante el SENASA, buscando inversiones para armar la planta productiva, dado que las actuales instalaciones no alcanzan los estándares requeridos por las entidades regulatorias. Tenemos negociaciones con inversores ángeles extranjeros, interesados en el proyecto”, dijo a Clarín Marcelo Salame, cofundador y CEO.
La financiación es hoy la parte delgada del hilo para muchos de los emprendimientos de base científica en la Argentina, según advirtió Hugo Kantis, director del Programa de Desarrollo Emprendedor (Prodem).
“Nuestro país es el décimo del mundo en cantidad de empresas de biotecnología, que son el resultado de esfuerzos de largo plazo. Es un sector que produce con mucho valor agregado, que exporta y emplea más de 15 mil personas, resultado de esfuerzos de I+D e inversión pública. Es importante no tirar por la ventana estos esfuerzos a lo largo del tiempo”, señaló Kantis.
Emprendimientos dinámicos
Se suele definir como emprendimientos dinámicos a los proyectos emprendedores con potencial de crecimiento que, tras superar las primeras etapas de “alta mortalidad”, se convierten en pymes competitivas, con proyección de escalar a grandes empresas, incluida la cotizada categoría de unicornio.
Argentina está ubicada en el cuarto lugar del ranking de países latinoamericanos con mejores condiciones para el emprendimiento dinámico, según la 10ª edición del Indice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico (ICSEd -Prodem), un exhaustivo relevamiento y análisis de las variables críticas de la actividad emprendedora.
A nivel regional, ese índice es encabezado por Chile, seguido por Uruguay y Brasil. Les siguen Argentina y un poco más atrás aparecen Colombia, Costa Rica y México.
El trabajo de ICSEd -Prodem destaca que el emprendimiento dinámico es el resultado de un proceso de diferentes etapas, que es afectado por factores sociales, culturales, políticos y económicos. Depende de variables como las oportunidades de negocio, asociadas a la demanda interna, el financiamiento y la interacción con plataformas de ciencia y tecnología que estimulen la vocación por innovar e invertir en investigación y desarrollo.
Hugo Kantis, director de Prodoem. Foto: Andres D’Elia Kantis afirmó que el año pasado en la Argentina los emprendimientos debieron afrontar un contexto de inestabilidad macroeconómica e incertidumbre electoral, marcado por la falta de financiación.
“En 2021 en Argentina el financiamiento había triplicado la inversión emprendedora. Descendió en 2022 y en 2023 caímos por debajo de 2020, el año más duro por la pandemia. No estamos hablando de créditos convencionales o bancarios, sino de financiamiento especializado, a medida, generalmente conocido como venture capital, a cargo de instituciones o fondos de inversión”.
El capítulo del financiamiento es central y es una de las debilidades de la actividad emprendedora local de los últimos años. Pero también inciden otros factores.
“Es poco el financiamiento que viene del Estado y menos lo que proviene de las iniciativas privadas. Esto ayuda a explicar la reducción en las oportunidades de negocios, producto además de la coyuntura inflacionaria, la incertidumbre y las turbulencias”, afirmó Kantis, quien por otro lado destacó que la Argentina es uno de los pocos países de América Latina que puede construir empresas de base científica tecnológica, aunque lejos de Corea del Sur o Israel. “Se advierten aspectos positivos como el carácter cosmopolita y abierto de la sociedad, con gente que tiene ánimo de progresar. También juega a favor el muy buen nivel académico de la ciencia y la tecnología argentinas”.
Innovación cardíaca
Otro ejemplo de emprendimiento dinámico lo encabezan Ignacio Lugones (46), jefe de Cirugía Cardiovascular Infantil del Hospital Elizalde, y Tomás Armendariz (27), contador público, quienes llevan adelante desde hace cuatro años un proyecto de desarrollo de válvula cardíaca infantil, a partir de tejidos del propio paciente. El emprendimiento, que recibe el nombre de Avatar, ganó el premio a Idea de Negocio, del programa Naves de Universidad Austral, del 2020.
Avatar Ignacio Lugones, cofounder y CSO Tomas Armendariz, cofounder y CEO“El objetivo es poder reparar o reemplazar las válvulas aórtica o pulmonar con pericardio, membrana que envuelve al corazón, del propio paciente. Es un proyecto disruptivo, con potencial impacto global, que exige mucha investigación y desarrollo y también financiamiento”, afirmó Lugones.
“El dispositivo cuenta con Propiedad Intelectual, fue patentado tanto en el INPI local como en la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (WIPO). Atraviesa la instancia de Producto Mínimo Viable, no comercializable. En cuanto a la financiación, se encuentra en la etapa de “pre-semilla”, con una inversión de un fondo Biotech”, añadió Armendariz.
Los socios se encuentran abocados a la búsqueda de asistencia financiera y estratégica. “El ecosistema emprendedor argentino es muy bueno y sólido. Queremos tener conexión y sinergia con fondos de inversión, como hemos tenido con el Hub de Innovación del gobierno porteño”, agregó Armendariz.
Software en la Ciudad
NewBitCrew es un emprendimiento que desarrolla software con eje en CRM, ERP, e-commerce e Inteligencia Artificial. Cuenta Ezequiel Pietra, su gerente general, que la firma nació hace cinco años y hoy esta radicada en el Parque de la Innovación de CABA, en el barrio de Núñez.
“Hasta ahora nos hemos financiado exclusivamente con aportes de familiares y amigos, además de reinvertir utilidades, en el plan de crecimiento, que incluyó tareas de investigación y adquisición de equipos. Fuimos seleccionados por +54Labs, del GCBA, y esto nos va a permitir desarrollar productos propios de IA. Una vez logrado el objetivo esperamos poder apalancarnos con créditos blandos e incluso con capital semilla”, aseguró.
La empresa tiene una fuerte estrategia de networking. “Mantenemos una fuerte relación con instituciones académicas, para captar recursos humanos calificados y especializar a los propios, como también con otras firmas del sector, incluso competidoras, para tener una mirada más holística del negocio”, agregó Pietra.
Academia y networking
Ganadora de la edición 2023 del concurso IB50K del Instituto Balseiro, con lo cual se hizo acreedora un premio de US$30.000, Neuralwave es un emprendimiento dedicado al desarrollo de una tecnología que permite segmentar la voz humana según la emoción, el acento o la identidad del orador, a través de Inteligencia Artificial.
“Trabajamos con dos productos. Uno que es voz a voz, con que puede distorsionar la voz de una persona, dando lugar a otras voces. Lo hemos comercializado sobre todo en la industria de los videojuegos y similares, que requieren muchas voces, y con este sistema no hace falta más que una persona”, explicó Julián Nañez, socio de la iniciativa. “La otra es de texto a voz, y se utiliza para aportarle audio a una nota gráfica, por ejemplo en los diarios virtuales o blogs. Este producto ya fue comercializado en un distribuidor de Luxemburgo y próximamente será distribuido por una empresa de noticias virtuales en la República Checa”.
Nañez, físico del Instituto Balseiro al igual que su socio, Ian Sosa, contó que están trabajando en el armado de una plataforma para asociarse con locutores y otros profesionales de la audición para utilizar sus voces, a cambio de regalías. Además destacó la interacción con instituciones académicas y actores de la inversión de riesgo.
“Fuimos financiados por un inversor ángel, a cambio de una participación del resultado del negocio. Esto nos permitió acelerar el negocio, adquirir una supercomputadora con gran memoria RAM y muchas placas de video; luego fuimos aceptados en el Programa Empresas 2023, de la Universidad de Luxemburgo —que financia viajes para la gestión de inversiones— y en Microsoft For Stata, que facilita el acceso a la asistencia profesional y créditos”, dijo Nañez.
Contra las heladas
Desde Mendoza, la magister en Agrometeorología Regina Aguilera encabeza Canopilogger, un emprendimiento que ofrece servicios de trazabilidad meteorológica campo por campo.
“El clima es el principal factor de variabilidad de la producción agrícola. Por eso ofrecemos un servicio B2B basado en la captura y análisis de datos agrometeorológicos, logrando caracterizar cada parcela productiva para que nuestro cliente pueda tomar decisiones climáticamente inteligentes”, dijo Aguilera, egresada de la Universidad de Cuyo. El nombre Canopilogger, explicó, proviene de ‘canopia’, que es el follaje verde de la planta de la vid y ‘logger’, registrador o sensor en inglés.
Regina Aguilera, de Canopilogger“Podemos anticipar fenómenos como las heladas, que hacen mucho daño, ya sea con métodos estadísticos, de mapeo o análisis de resultados de registro de los sensores que proveemos, y de esa forma recomendar a los productores acciones de defensa pasiva o activa”.
El emprendimiento mantiene una permanente vinculación con áreas académicas o instituciones técnicas como CREA. El año pasado ganaron un concurso del INTA gracias a lo cual recibieron un ANR por $5 millones, dentro del programa Emprende Mujeres de la Nación.