Uma Aguilera (9), María Lucrecia Arias (51) o Leonardo Quinteros (49) son sólo tres de las víctimas que mataron en asaltos en los que los objetivos eran los autos. Esos tres son, además de violentos, los más recientes, pero también sólo algunos de los registrados en lo que va del año.
En los tres casos, la violencia fue tal que frustró incluso el mismo propósito de los asaltos, que era quedarse con el auto. Éstas, aunque lamentables, son excepciones a la regla, ya que los robos consumados muestran un aumento sostenido durante los últimos años. De acuerdo a indicadores privados, como el que Ituran publicó recientemente, el robo de autos aumentó 27 % en 2023 respecto del año anterior. ¿Pero qué hay detrás del alza en la cantidad de robos de autos?
Durante 2023, según estadísticas oficiales, en todo el país denunciaron más de 43.000 robos de autos. Equivale a 117 por día.
A priori, la principal motivación es el mercado ilegal: si bien es mucha la logística que los ladrones deben sostener para concretar su cometido, sigue siendo redituable.
Una fuente policial, abocada a la investigación de delitos contra el automotor, precisa que no se trata de ladrones particulares, sino eslabones de organizaciones con capacidades logísticas notables. Explica a Clarín que hay dos motivaciones para los robos: “Por un lado, está el mercado de autopartes, pero de piezas particulares, no ya del desguace total del auto. Por otro lado, está el mercado de autos mellizos”.
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Loop. Seguí la cobertura en clarin.com.
¿Para qué hacer mellizo a un auto? Esta fuente policial comenta que esta práctica es, en realidad, un nexo coordinante entre varios delitos, para no dejar huellas entre la comisión de éstos. Un auto mellizo puede venderse como uno legítimo a un valor algo menor al de mercado, bajo el pretexto de que el vendedor tiene necesidad o urgencia de vender ese auto, y el comprador se entera de la estafa recién en el registro automotor, luego de haber pagado una suma considerable.
“Un auto de gama media, con tres o cinco años de antigüedad, vale alrededor de 20 millones de pesos. Te pueden ofrecer un modelo así por algunos millones de pesos menos, y con una carpeta de documentos aparentemente en regla. Cuando llegás al registro, te enterás que te estafaron y perdiste todos tus ahorros”, dice esta fuente.
Clarín ya reflejó el fenómeno de los narcos que usan estos autos para trasladarse ellos mismos o transportar cargas. Más ingeniosos aún, algunos usan mellizos como “cajas fuertes callejeras”, en las que guardan drogas, armas o dinero para burlar los allanamientos que se hacen en sus casas. Como en la documentación de los autos no hay nada que los implique, los narcotraficantes zafan de los eventuales cargos que pudieran caerles si se encontraran esas cosas en sus casas.
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La técnica de los ladrones fue bloquear la escapatoria con dos autos. La familia pudo recuperar el auto gracias a las redes sociales.
Ahora bien, ¿cuál es la logística que estas bandas usan para clonar autos? La fuente policial precisa parte del proceso. El inicio puede darse de dos maneras: puede ser que alguno de los integrantes se presente en un registro automotor y pida un informe de dominio de tal auto con tal patente; o puede darse también que tengan el dato de que tal auto con tal patente haya tenido una destrucción total y aún no se lo dio de baja. Así, una vez que cuentan con los datos exactos del auto, comienza la parte más ardua de la logística.
Estas bandas tienen especialistas en confeccionar patentes truchas de la misma manera en que los registros y sus proveedores lo hacen. También tienen expertos en lo que en la jerga se denomina “clavado”: grabado de numeración del chasis y del motor. Liman la numeración original del auto robado y le graban la de un auto aún en circulación. En ocasiones, no hace falta siquiera que un auto sea robado: varios son los dueños de autos a los que les llegan multas en la otra punta del país porque hay un auto con su misma patente. Toda una ingeniería.
En Quilmes, tres ladrones murieron después de robar una Toyota Hilux y estrellarla contra un árbol.Volviendo a los robos, esta fuente policial precisa que la mayor cantidad se da en el Conurbano bonaerense: las zonas sudeste (Lanús, Lomas de Zamora o La Matanza) y centro-este (San Martín o Tres de Febrero) son las áreas calientes, que triplican los índices de la Ciudad. Una hipótesis que maneja es que esas zonas tienen muchos accesos por los que los ladrones pueden escapar rápidamente luego de robar. Córdoba capital y Rosario son otras dos zonas que llegan a duplicar los valores promedio del interior del país, que son similares a los de la Ciudad de Buenos Aires.
Robos de autos cada vez más sangrientos
Gustavo Trías, presidente de la Asociación Argentina de Compañías de Seguro (AACS), ve otra veta para la motivación de los robos de autos, así como también para la violencia que se observa en los últimos casos. “Hace una década que la tecnología de los autos cambió, y ya no se pueden ‘puentear’ los autos, arrancarlos sin llave, como se hacía antes. Por eso prolifera el robo a mano armada, porque necesitan la llave, al dueño a bordo”.
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Cámaras de seguridad registraron el robo de unos Porsche, Mercedes-Benz y Ariel Atom de una zona industrial.
Y agrega otro dato que las compañías de seguro estiman sumamente importante: el faltante de divisas hace que la importación de componentes y repuestos sea muy difícil. “El 75 % de las piezas son importadas, a pesar de que los autos sean producidos o ensamblados en el país. Eso hace difícil que hasta las aseguradoras puedan conseguir repuestos que los clientes requieren”, declara Trías a Clarín.
Las propias aseguradoras, afirma, deben subir sus tarifas ante las dificultades para conseguir piezas: el precio de éstas suben muy por encima de la inflación. Es normal, dice, que en ocasiones, ante un faltante, el dueño de un auto recurra a otros mercados, como el de usados o el mercado negro, donde el orígen de una pieza es prácticamente insondable.
“Tanto por la Ley de Desarmaderos (ley 25.761) como por la tecnología y medidas de control en los autos (como el grabado de autopartes), que dificultan los robos y el contrabando, así como por la demanda de las piezas, un auto desarmado y vendido por partes vale, en promedio, ocho veces más que entero”, explica Trías. Y agrega que esa disparidad en el valor se da por igual entre los 0km y los autos con algunos años en la calle.
MG