Norman Jewison, el director y productor de cine nominado al Oscar, que dirigió el drama racial Al calor de la noche (1967), que ganó el premio de la Academia de Hollywood a la mejor película, y que también dirigió películas tan populares como Hechizo de luna, El violinista en el tejado, El affaire de Thomas Crown y Jesucristo Superstar, murió el sábado en su casa en Los Ángeles. Tenía 97 años.
Si la palabra multifacético pudiera relacionarse con un realizador, sería con este director y productor, nacido en Canadá, nominado en toda su carrera a 7 Oscar, pero que no ganó ninguno en competencia. Sí recibió el premio Irving Thalberg, que concede la Academia de Hollywood, en 1999.
Hablábamos de su capacidad para saltar de un género a otro. Si bien sus mejores películas estuvieron ligadas a la crítica del racismo, con Al calor de la noche, con Sidney Poitier y Rod Steiger, e Historia de un soldado (otra candidata al Oscar), con Howard E. Rollins Jr. y Adolphe Caesar, hasta abordando la temática sindical (F.I.S.T, con Sylvester Stallone recién salido de la primera Rocky, y de nuevo con Rod Steiger), Jewison nunca se olvidó de que empezó haciendo comedias y películas románticas.
Como la comedia bélica ¡Ahí vienen los rusos, ahí vienen los rusos!, con Carl Reiner, Eva Marie Saint y Alan Arkin.
Cher, a quien dirigió en la también candidata al Oscar «Hechizo de luna», lo sorprendió la noche que a él le otorgaron su premio DGA Lifetime Achievement. Foto ReutersMucho antes, luego de tener éxitos en la televisión, tanto sea en la estadounidense como en la canadiense y británica, se mudó a Hollywood para empezar una en el cine. Lo primero que dirigió fue la comedia 40 Pounds of Trouble (1961), protagonizada por Tony Curtis. A raíz de su éxito de taquilla, firmó Universal Pictures un contrato por siete años. Con su siguiente película le fue aún mejor: La salsa de la vida (1963), con la reina de la comedia romántica Doris Day y James Garner. Fue tal el éxito que la siguiente película de Day también la dirigió Jewison: No me mandes flores (1964), con Rock Hudson y Tony Randall.
Pero Jewison no estaba seguro de dejar su carrera televisiva. Si bien no dirigió, sí se puso como productor ejecutivo de un programa de variedades semanales que conducía Judy Garland.
La comedia musical «Jesucristo Superstar».Fue después de rodar El arte de amar, con James Garner, Elke Sommer, Dick van Dyke y Angie Dickinson que Jewison se liberó del contrato con Universal. Y saltó a un drama, aunque para una estrella: Steve McQueen. Fue Adiós ilusiones (The Cincinnati Kid), reemplazando nada menos que a Sam Peckinpah.
Y con una comedia, que fue su primera película candidata al Oscar, Ahí vienen los rusos, ahí vienen los rusos pasó a ser uno de los directores de Hollywood de mayor popularidad. Esos de los que la gente se decidía a ver una película porque era «una película de».
La siguiente fue Al calor de la noche, que derivó también en una serie de televisión. Pero Jewison, como dijimos, no se abocó a ningún género en particular, y del racismo saltó a volver a dirigir a Steve McQueen y una ascendente Faye Dunaway en El affaire de Thomas Crown.
Topol en «El violinista en el tejado», otro de sus éxitos.Eran otros tiempos, pero en 1971 gastar 9 millones de dólares en una película era un dineral. Fue la inversión en adaptar en versión cinematográfica del legendario musical de Broadway El violinista en el tejado. Fue un éxito. Al público le encantó y la película fue nominada a mejor película y director. ¿Qué hizo después? El musical de rock Jesucristo Superstar, basada en la obra de Andrew Lloyd Weber y Tim Rice. Sí, los mismos de Evita.
Su siguiente película fue una de acción distópica (Rollerball, 1975), protagonizada por James Caan. Le seguirían Justicia para todos, con Al Pacino, la ya mencionada Historia de un soldado y Agnes de Dios.
Cher y un joven Nicolas Cage en «Hechizo de luna», nominada al oscar. Cher ganó uno. Pero Quizá el mayor éxito comercial -y crítico, porque la crítica no siempre supo reconocerlo- de la carrera de Jewison fue Hechizo de luna (1987), por la que Cher y Olympia Dukakis ganaron sus Oscar y que lanzó la carrera de un joven Nicolas Cage. Jewison obtuvo nominaciones a la mejor película y dirección.
Su esposa Margaret había murió en el año 2004. Jewison deja a tres hijos y cinco nietos.