Hoy martes 16 de enero se conmemora el Día Internacional The Beatles. ¿Por qué hoy? ¿Qué tiene que ver el 16 de enero con la historia de la mejor banda de todos los tiempos? El grupo nació a comienzos de la década del ’60. ¿Fue en enero? No. ¿Se trata del día en que John Lennon conoció a Paul McCartney? No. ¿El primer disco? No. ¿Entonces?
Fecha institucionalizada por los fans de aquí, de allá y de todas partes, el 16 de enero es el Día Internacional The Beatles porque justo un 16 de enero de 1957 se inauguró el no menos célebre Cavern Club, sótano donde empezaron a hacerse famosos John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr.
Así que feliz día Beatlemaníacos. La mismísima UNESCO declaró en 2001 que cada 16 de enero sea celebrado como el Día Internacional de The Beatles.
El 9 de febrero de 1961 Los Beatles tocaron por primera vez en The Cavern, ubicado en la ciudad natal de la banda: Liverpool. Para los habitantes de la época, verlos tocar ahí equivalía a decir: «Te sigo desde Cemento». Entre 1961 y 1963 Los Beatles tocaron 292 veces en ese subsuelo que se llamaba como se llamaba justamente por su húmedo parecido a una caverna.
Flores depositadas al lado de la estatua de John Lennon, en la entrada de The Cavern, sobre Mathew Street, en Liverpool, Inglaterra. La primera vez formaron de esta manera: Lennon, McCartney, Harrison, Pete Best (en batería) -luego reemplazado por Ringo Starr- y Stuart Sutcliffe, quien no duraría mucho en la banda.
El local abrió las puertas un 16 de enero. Llovía, pero no se repartieron escarapelas. Originalmente era un club ubicado en el número 10 de Mathew Street, donde Brian Epstein, el gran descubridor de la banda, conoció a Los Beatles un 9 de noviembre de 1961. El grupo recién había regresado de Hamburgo, Alemania. Tocaban en bares y fondas por el estilo, lugares como el Kaiserkeller, donde los muchachos fatigaban gargantas alrededor de ocho horas por noche (todas las noches).
Durante 1963, otro futuro ícono pop, The Hollies, tomó la posta de Los Beatles en The Cavern. Eso fue cuando John y los suyos dejaron de tocar allí por obtener un contrato con la discográfica EMI y su división, Parlophone. En ese momento entra en acción el famoso «quinto beatle», George Martin.
Los Beatles tocaban en The Cavern al mediodía. Quien se convertiría en otro personaje de «mesa chica», Mal Evans, aprovechaba la hora de almorzar que le daban en el Correo para apurar un sánguche de pastrami. Buen provecho, mientras escuchaba el sonido seminal de una banda (todavía) con Pete Best aporreando la batería.
George Harrison, tocando con sus amigos en The Cavern. Foto APEra tan alto el bueno de Evans que podría decirse que la curiosidad fue recíproca: él veía a Los Beatles y Los Beatles, indefectiblemente, lo veían a él. A Harrison se le ocurrió acercarse y sugerirle un propósito acorde a la medida del comensal. George pensó en Evans como patovica personal de la banda.
Pero antes, rápido de reflejos, Ray McFall, gerente del legendario pub, ganó de mano, duplicó el sueldo y puso a Mal, con uniforme negro, parado en la puerta del local que estaba llevando cada vez más público. Lo apodaron “Gentle Giant”, gigante amable, o “Big Mal”.
Evans duró un suspiro como portero de boliche. Paul, que siempre veía un poco más allá, sabiendo que esa cosita loca llamada éxito estaba ahí nomás, habló con el grandote y lo convenció: Los Beatles terminaron reclutándolo y Mal Evans se trasformó en el primer guardaespaldas famoso.
Paul McCartney volvió a The Cavern el 14 de diciembre de 1999. Foto AP En los días de The Cavern, el chiste interno consistía en que Mal pusiera cara de malo. Al margen de esa fachada intimidante, dicen que Evans era más tierno que un pibe con un globo.
La fecha del día internacional, sin embargo, trae disputas de nicho: hay seguidores británicos que pugnan porque el Día de The Beatles sea el 6 de julio, fecha que corresponde al día en que se cruzaron por primera vez Lennon y McCartney.
La controversia intestina suma una tercera vía aportando el 10 de julio. ¿Por? Porque ese día, pero en 1964, la banda regresó a Liverpool luego de su recordada y exitosa gira por los Estados Unidos.
The Cavern arrancó como un club de jazz que se fue transformando en lugar de encuentro para los más jóvenes. Pasó de manos, cambió de dueños y de estilos. Las bandas de blues y los grupos beat comenzaron a actuar de manera regular a partir de los ’60.
La primera noche beat, la que cambió el rumbo del boliche, fue el 25 de mayo de 1960, con la actuación del mítico Rory Storm and the Hurricanes. Esa presentación, en definitiva, también fue una presentación un poco beatle. ¿Por qué? Porque el baterista del rubio cantante inglés era ni más ni menos que Ringo Starr.
POS