Llegar al barrio 8 de Diciembre no es una misión sencilla. Es un barrio que queda a más de 40 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, donde el Conurbano abre ya paso a grandes terrenos descampados que lindan con la autopista Presidente Perón.
A los alrededores del asfalto, todo es yermo, casi deshabitado. Para consultar a los vecinos de González Catán por este barrio, hay que referirse a la zona como «las tosqueras».
El principal acceso a la zona lo representa la avenida Otero, que conecta Catán, partido de La Matanza, con Pontevedra, partido de Merlo.
Al internarse en el barrio 19 de Septiembre (que precede desde la avenida al 8 de Diciembre), a uno lo reciben calles de tierra, vecinos de a pie transportando bolsas con víveres y artefactos, y más vecinos con sus carros.
El colorado de las edificaciones hechas con ladrillos abre paso al verde de la vegetación que abunda en las casas y de la que, al final de las calles, representa los amplios terrenos baldíos que son, de hecho, “las tosqueras”.
El barrio donde fue la masacre de González Catán. Foto Luciano ThiebergerLo que uno nota, también, es que las edificaciones comienzan a tener el marrón de la madera y el color de la chapa y del aluminio, que representan, respectivamente, los materiales que sirven de cimientos y revestimientos para casas que separan la avenida Otero de la calle Vega, donde comienza el barrio 8 de Diciembre.
Allí es donde en la tarde del pasado domingo, una asamblea de vecinos se vio interrumpida por un feroz tiroteo, cuyo saldo fue el de cinco muertos y seis heridos.
Video
Al menos tres hombres armados habrían disparado contra un grupo de la comunidad boliviana.
Antes de llegar al barrio en cuestión, se leen en los frentes de las casas dos tipos de carteles: los que anuncian ventas de materiales de construcción, de metales (o bien que se compran); de hielo, comidas, bebidas de varios tipos pero siempre frías; y los que anuncian la venta de casas y terrenos.
“Se vende esta esquina terreno medidas 14 mt x 20 con 40 ctros tratar al lado”, “Se vende esta esquina”, “Se vende esta casa”, «Se vende este terreno«. Casi todos los terrenos y las casas, a su vez, aclaran con carteles más pequeños pero pintados de manera más llamativa, que se tratan de “propiedad privada”.
Video
Ocurrió en el Barrio 8 de Diciembre, en el partido de La Matanza. Al menos tres hombres armados habrían disparado contra un grupo de la comunidad boliviana.
Los vecinos que caminan por las calles y que descansan sobre reposeras y sillas en las veredas indicaron a Clarín que para dirigirse a «las tosqueras» hay que tomar la calle Vega hasta llegar a una calle que lleva a los terrenos “tomados”, que los mapas llaman calle Debussy.
Cada vecino que fue consultado, desde la avenida Otero hasta «las tosqueras», contestó con acento litoraleño o el propio de los países al norte de Argentina, que no lleva viviendo en el barrio más de un año, un año y medio o dos.
El barrio donde fue la masacre de González Catán. Foto Luciano ThiebergerLa calle Debussy es de tierra. Puede transitarse sólo a pie o con camionetas y motos que puedan flanquear los surcos que otros vehículos y las lluvias hacen cada vez más complicados.
Es una calle por la que no caben dos autos, rodeada a izquierda y derecha por cercos de alambre común y de púa, largos pastos y cardos violetas y cardos amarillos de roca, cercos que llevan también numerosos carteles anunciando que cuidan, celosos, propiedades privadas.
A izquierda y derecha de la calle Debussy, la vía de acceso al barrio 8 de Diciembre, hay hondonadas y lagunas artificiales, que deben su existencia a la extracción de tosca (un tipo de tierra de tipo calcárea, de origen rocoso y que se usa para la construcción), que hace tiempo es una actividad ilegal en el municipio de La Matanza.
El barrio donde fue la masacre de González Catán. Foto Luciano ThiebergerLas únicas edificaciones que hay en esa calle son improvisadas y de madera, chapa y media sombra. Ninguna es de más de cuatro metros cuadrados y están todas alejadas entre sí: escasean a lo largo de los dos kilómetros y medio de extensión de la calle, sobre la que no hay un solo poste de luz.
Los vecinos de estas casas dicen que saben del tiroteo del domingo, pero por boca de otros, que no escucharon nada. Hay miedo de hablar.
Una casa en construcción en el barrio. Foto Luciano ThiebergerTodos son vecinos recientes, casi que no conocen el barrio, en el que viven hace no más de dos años. Trabajan de changas, dicen, que hacen no muy lejos de allí: es un lugar casi inhóspito. Son los únicos que suelen transitar la calle Debussy, cargando escaleras, cajas de herramientas, bolsas.
Los autos casi no pasan. Un patrullero de la comisaría 1ra. de Laferrere pregunta al cronista de Clarín cómo llegar al lugar de la toma y del tiroteo. Debe hacer un kilómetro más todavía, hasta llegar al cruce de las vías; Allí, debe doblar a la izquierda, y seguir otro tramo más. Para hasta para la Policía este lugar es terreno incógnito.
Un patrullero buscando el lugar donde fue la masacre de González Catán. Foto Luciano ThiebergerMaestría Clarín / Universidad de San Andrés
EMJ
