Ricardo Enrique Ortiz descubrió a temprana edad su vocación, pero no sabía que eso iba a llevarlo a trabajar para estrellas del deporte. Cuáles son los “permitidos” de sus clientes y por qué el cuerpo de un jugador es como “un auto de alta gama”.
05 de enero 2024, 05:57hs
Ricardo Enrique Ortiz cumplió uno de sus sueños como futbolero: vivir de algo relacionado al deporte. Sin embargo, no es protagonista principal del juego, sino que hace su aporte desde otro lado. Es cocinero y actualmente es el responsable de las comidas de varias figuras.
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Entre sus clientes más importantes están los hermanos Solari -Pablo y Santiago-, Sebastián Boselli y Esequiel Barco. En el pasado, esa lista la integró también Enzo Fernández, quien salió campeón del mundo en Qatar.
Ortiz probó suerte como jugador, pero después de pasar dos veces por el quirófano para operarse la rodilla se alejó de las canchas. Sin embargo, la vida lo volvió a unir al deporte. De joven comenzó a trabajar en gastronomía y un día dejó un curriculum en una agencia liderada por Daniel Mazitelli, quien en ese entonces presidía la sección de recursos humanos de la AFA. Fue él quien lo contrató para trabajar en el predio de Ezeiza.
Esa experiencia laboral le permitió hacer contactos y ganarse la confianza de muchos jugadores. En 2016, por recomendación de un amigo, llegó a trabajar en el cumpleaños de Leandro Fernández, que por ese entonces jugaba en Independiente. Aquel evento marcaría un punto de partida.
Qué comen los futbolistas
“No todos comen lo mismo, porque no todos tienen los mismos gustos y siempre depende de la cantidad de partidos que ellos juegan”, contó Ortiz, que a partir de sus conocimientos en nutrición deportiva se encarga de comprarles la comida y cocinarles todas las noches a los hermanos Solari, Barco y Boselli.
Enzo Fernández, por su parte, seguía una dieta estricta, planificada por el nutricionista español Ismael Galancho, quien también trabajó con Antonela Roccuzzo y Luis Suárez.
Al ser consultado sobre cuál es la dieta que sigue un futbolista, Ortiz destierra los mitos que aseguran que solo comen comidas aburridas y repetitivas. “La idea de la dieta es que sea rica para complementar el talento, el entrenamiento y todos los cuidados que tienen. Se puede hacer dieta y comer rico”, aseguró.
Los permitidos de los futbolistas podrían tranquilamente ser la comida diaria de muchos otros. Según el chef, los jugadores consideran como permitidos a “una buena milanesa – al horno, nunca frita- de entraña rellena con algún queso, tomate seco, rúcula o albahaca con algunas buenas papas o un puré”. Esos alimentos sirven para poder recargar energías después de un partido en el que se produce un gran gasto de energía.
La calidad de los alimentos que consumen es un factor esencial en la dieta de un deportista de élite, Ortiz incluso los comparó con un auto de alta gama y sentenció: “No le podes poner la nafta más barata, le tenés que poner la mejor, el mejor aceite y el mejor líquido de frenos”.
La confianza de los jugadores, lo más importante de su trabajo
Ricardo entra en la casa de cada uno de los futbolistas que lo eligen y confían en él para delegar una tarea fundamental del día a día como es cocinar, pero también se mete en la vida más personal de cada uno de ellos. “Prácticamente me dan un trato como familiar, no solamente los conozco a ellos, sino también a sus familias”, explicó.
Ortiz explicó que, por sobre todas las cosas, valora la confianza que depositan en su trabajo, junto a la responsabilidad y el compromiso que tiene cada uno de quienes lo eligen. Para describir aún más el vínculo que forjó con los jugadores de River y Racing, agregó: “Vos no le das la llave de tu casa a cualquiera”.
El día que le gritó un gol en la cara a Diego Maradona
Después de trabajar en el predio de la AFA, Ortiz fue el encargado de cocinar algunos jueves en la casa de Alejandro Mancuso, donde se reunían Diego Maradona, Héctor “Negro” Enrique, Claudio Caniggia, Sergio Goycochea, José Luis Calderon y Chiche Soñora, entre otros. Una de esas cenas quedará por siempre en el recuerdo del cocinero.
Mientras Ortiz se encargaba de cocinar, en la televisión estaban jugando Independiente y Argentinos Juniors. Es decir, el club de sus amores contra la institución que lo vio nacer futbolísticamente a Diego.
“Perdía independiente y tenía que hacer un gol más para poder pasar de ronda”, explicó el cocinero.
“Faltaba poquito para que terminara el partido y hace el gol Independiente, ¿sabés como lo grite?, y Diego estaba tomando mate, se da vuelta y me hace con la manito, ‘qué gritás’ me dice, me quedé callado, no sabía donde esconderme”, recordó.
“‘Disculpá Diego, yo soy hincha del Rojo, vos sabés’, le dije”, añadió entre risas. Después del partido, Ortiz le pidió disculpas y Diego le quitó el peso a la situación e incluso, le relató sus días yendo a la cancha de Independiente a ver a Bochini.