Así lo dispuso a través de la Resolución 8/2023 publicada este miércoles en el Boletín Oficial, que reestablece el artículo 11 de la Resolución 1017 de diciembre de 2022.
La anterior administración nacional había decidido, en ese entonces, establecer un nuevo tarifario –tras dos años y medio de congelamiento por la pandemia- que se incrementaría de forma mensual a partir de marzo del año pasado.
Dichos aumentos –aplicados entre marzo hasta su suspensión en agosto- tomaban en cuenta el índice de Precios al Consumidor (IPC) de la Región Gran Buenos Aires publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) del mes anterior
El regreso de esta fórmula de incremento mensual será válido para todos los colectivos urbanos y suburbanos de jurisdicción nacional; y servicios metropolitanos y regionales de trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
En tanto, para los servicios de trenes regionales del interior y de larga distancia la tarifa también aumentará según la inflación acumulada, aunque los incrementos serán trimestrales en lugar de mensuales.
La intención de la cartera de Guillermo Ferraro es que las provincias y municipios se acoplen también a esta fórmula mensual de incremento para que las tarifas estén alineadas y, en ese sentido, las invitó a adherirse a la misma en la resolución.
La disposición de este miércoles, por otro lado, deroga la Resolución 501 de fines de agosto pasado mediante la cual se había suspendido el mecanismo de actualización tarifaria, congelando las tarifas hasta fines del año pasado.
La decisión no necesitará de audiencias públicas pues –se recordó en la resolución- ya se realizaron instancias participativas antes de implementarse la fórmula en el gobierno anterior.
La fórmula de incremento volverá a establecerse el próximo 15 de enero, luego de aplicarse aumentos previstos de trenes y colectivos para este mes.
Nuevo tarifario
En el caso de los colectivos, la tarifa mínima en el AMBA pasó a ser desde el 1 de enero de $ 76,92, un incremento de 45%, aunque aún subsisten demoras por su implementación en las validadoras, que se suma a la falta de funcionamiento de la aplicación móvil Cuando Subo.
Para el tramo de 3 a 6 kilómetros el nuevo boleto es de $ 85,69, de 6 a 12 kilómetros, $ 92,28; de 12 a 27, $ 98,89; y para viajes de más de 27 kilómetros, $ 105,45.
En tanto, los trenes, desde el 15 de enero, tendrán un aumento del mismo orden pasando a una tarifa mínima de $ 37,38 en las líneas Roca, Belgrano Sur y Belgrano Norte; y de $ 43,38 en las líneas Mitre, Sarmiento, San Martín y Urquiza.
El valor de la segunda y tercera sección será de $ 48,38 y $ 59,37 en el primer grupo de líneas; y $ 61,57 y $ 76,96 en el segundo.
El restablecimiento de los aumentos por inflación busca “mantener la ecuación económico-financiero que permite el sostenimiento del servicio público del transporte automotor y ferroviario de pasajeros involucrado, en condiciones de calidad y eficiencia”, señalan los considerandos.
Seguirán vigentes los descuentos de Red SUBE para los transbordos realizados en una ventana de dos horas, así como la tarifa social para los grupos vulnerables que estipula un descuento del 55%.
Al aumento mensual de tarifas por inflación –que se verá reflejado desde febrero- habrá que sumar el eventual incremento por quita de subsidios, por lo que el aumento para los próximos meses será mayor al del índice de precios.
En el caso de los trenes, el Ministerio de Infraestructura informó que convocará a Audiencia Pública “para la primera quincena de enero a los fines de establecer una tarifa que reduzca paulatinamente la incidencia del subsidio a la oferta que ha generado graves distorsiones, incrementando la participación en el ingreso de las operadoras ferroviarias de la tarifa pagada por los usuarios”.
Del mismo modo, el área prevé también convocar a audiencias públicas para la primera quincena en el caso de los colectivos.
En ambos casos, informó que una nueva tarifa, con incremento por inflación acumulada más quita de subsidio, se implementará desde el 1 de febrero.
Infraestructura fundamentó que las tarifas se encuentran «fuertemente subsidiadas por el Gobierno nacional, siendo el monto del subsidio mensual transferido a las operadoras ferroviarias equivalente al 98% del costo de operación, ello producto de una política pública equivocada de congelamiento de tarifas del entonces Ministerio de Transporte».