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Resistencia
26 agosto, 2025

Raúl Lavié: Creo mucho en el destino

Ya lo dice la canción: “Eso de durar y transcurrir no nos da derecho a presumir, porque no es lo mismo que vivir, ¡honrar la vida!”. Y Raúl Lavié lo sabe muy bien. Lo aprendió desde que era Raúl Alberto Peralta, un pibe dotado con una voz dispuesta a cumplirle todos los sueños. 

Se lo encuentra entusiasmado, palpitante y ansioso por su show en el Teatro Broadway el 29 de agosto, bautizado “88 años de honrar la vida”. Una velada para gozar de recuerdos envueltos en grandes canciones y después comer unos ñoquis por algún restaurante céntrico que abra hasta tarde.

Conmemora 88 de vida y 73 de carrera, ocasión ideal para dialogar con NOTICIAS, en una charla para transitar por una trayectoria inabarcable.

Noticias: ¿Es verdad que su nombre artístico fue idea de Antonio Carrizo?

Raúl Lavié: Sí, de Antonio Carrizo y de Víctor Buchino. Yo llegué desde Rosario, allí cantaba en una orquesta muy importante, pero al director no le gustaba mi estilo y me echó. Antes de buscar trabajo allá decidí venir una semana a Buenos Aires y eso selló mi vida, yo no creo mucho en las casualidades, creo en el destino, para mí está escrito el camino que debemos recorrer. Acá me crucé con un amigo rosarino que me armó una reunión con Víctor Buchino, en ese entonces director de la Orquesta Estable de Radio El Mundo y con Antonio Carrizo que era el director artístico de la emisora, fue en el 55. Dí una prueba, veía que tardaban mucho, hablaban entre ellos, no sabía qué pasaba, estuve como una hora cantando. Finalmente me pidieron que los acompañara a la Dirección de la radio, el interventor de la radio me puso un papel delante y me dijo: “Pibe, ¿cuánto querés ganar?” Yo quedé estático, pensé que estaba soñando. Con la firma del contrato llegó el cambio de apellido, antes se estilaba mucho lo del nombre artístico.

Noticias: ¿Siempre tuvo tan buena voz o la fue desarrollando a través del tiempo?

Lavié: La tengo desde la cuna. Y otra vez volvemos a las cuestiones del destino. Yo trabajaba desde que terminé la primaria a los 12 porque mis abuelos dependían de mí. Era cadete, me la pasaba arriba de la bicicleta, no iba a la secundaria pero mi manera de estudiar era leer la enciclopedia “El tesoro de la juventud”, en esa época no existía la televisión, solo la radio. Vivíamos en una casa que compartíamos con otras tres familias, nuestro lugar era el garage que tenía una puerta de hierro, ¡hacía un calor tremendo en verano y un frío de locos en invierno! A los 14 conocí a un muchacho, Carlos Lila, gran admirador de Gardel, que vino de Pergamino a estudiar canto, nos hicimos amigos y me pidió que lo acompañara a hacer una prueba en el Instituto Musical Serafino. El profesor que tomaba la audición me vio ahí y me preguntó qué iba a cantar. Le respondí que solo estaba acompañando y me dijo: “Tenés muy buena voz. Deberías estudiar canto“. 

Noticias: ¿Y lo convenció en ese momento?

Lavié: ¡Yo no quería saber nada! El hombre era tajante, muy serio. Me preguntó dónde vivía y dos días después fue a casa a hablar con mi mamá, nosotros éramos una familia muy humilde, parecía imposible tomar clases, pero el profesor le dijo: “Yo no le pedí dinero, solamente quiero que aprenda a cantar”. Y así fue, a raíz de eso empecé a entrar en el ambiente de la música, primero en el Coro del Conservatorio, después en la Orquesta Juvenil y me propusieron cantar profesionalmente a los 15. Viajaba los fines de semana a hacer shows por todos los pueblos vecinos.

Noticias: ¿Para alguien tan chico la noche era peligrosa 

Lavié: No había demasiado peligro para los chicos, era otra época, había ciertos códigos que no se rompían a pesar de que ladrones hubo siempre. Ya de muy pibe me contrataron para hacer bailes en Rosario y era muy conocido. Todo el dinero que hacía trabajando se lo daba a mis abuelos, ellos se encargaban de mi alimentación y de comprarme alguna ropita, hasta que a los 15 ya me mandé a hacer un traje con pantalones largos. Con el primer contrato en Buenos Aires empezó otra etapa artística, la de Lavié, ahora te cuento completo por qué fue lo del cambio de apellido…

Noticias: ¿Más allá de los usos de la época había un motivo entonces?

Lavié: Sí, mi apellido Peralta sonaba más relacionado al folklore. Yo cantaba un tango un poco distinto, los arreglos espectaculares eran de Víctor Buchino al estilo de Michel Legrand que era un músico y compositor de cine famosísimo, se cantaban tangos muy selectos, con una gran riqueza poética, pero no había bandoneón sino piano. Fue un boom total y el nombre acompañó muy bien. Querían algo distintivo, la voz en francés es “la voix”, se pronuncia “lavuá” y quedó “Lavié”.

Noticias: Demos un pequeño salto y hablemos de “El Club del Clan”. Ahí ya se asoma a otro tipo de música, ¿no?

Lavié: Yo tenía 18 años y se estaba produciendo un cambio generacional en el mundo, se perfilaba otro rumbo. Alejandro Romay ya me había ofrecido antes una gira más una hora de aire en Radio Libertad, así surgió “El show de Raúl Lavié”. Les pedí una mano para promocionar las nuevas voces y fue un éxito, varios empezaron a grabar y a vender discos, ahí surgieron algunos celos porque ellos se volvían figuras y no querían ir a un programa que se llamara “El show de Raúl Lavié”. Me preguntaron si podían cambiarle el nombre, yo inocentemente acepté y le pusieron “Ritmo y juventud”. Ahí debutó Palito Ortega, por ejemplo, ese fue el inicio de la nueva ola. Más tarde nos fuimos a Canal 11 con ese mismo formato más el agregado de que además se comía. Cuando nos llamaron de Canal 13 para continuar con otro programa estaban dubitativos con el título “El club del clan”, mientras nos reuníamos les propuse tomar algo con los muchachos y dije: “¡Vamos el clan!”. El productor lo escuchó y reconoció al instante que ese era el título. Era muy joven e ingenuo, después cuando comenzó la industria del “Club del Clan” me di cuenta de que me fue quitado el formato, pero igualmente le fui fiel al canal. Eso tuvo una recompensa, cuando se terminó el “Club del Clan”, El Trece me contrató en exclusividad para otro programa y gané muchísimo dinero haciendo televisión y shows.

Noticias: ¿Recorrer el mundo lo convirtió en un bon vivant?

Lavié: Sí, fui un negro exigente, me adapté mucho a los cambios, a la nueva ropa, al buen vestir y al buen beber. También me han gustado mucho los autos de colección, tuve dos Jaguar, un  XJ8 y un MK10. Uno de ellos también me sirvió para cambiarlo por un barco que fue donde conocí a Laurita, mi mujer. Mi carrera fue in crescendo, yo debo ser el artista de más edad que está vigente y trabajando todas las semanas, parece que fuera normal porque me ven bien, ¡pero hay que subirse al escenario con 88 años!

Noticias: Justamente dentro de poco volverá a hacerlo con su show “88 años Honrar la Vida”, ¿nos puede adelantar algo?

Lavié: Se van a encontrar con un show igual al que hacía en mis mejores momentos, te lo puedo asegurar, y eso que hice musicales donde fui el Quijote, Zorba, El Violinista en el Tejado, dos personajes en Víctor Victoria y el transformista de “La jaula de las locas”. No hago nada de taquito, sigo amando lo que hago, cuidándome, rodeado de mi familia y mis amigos. El escenario es mágico, subís y te olvidás de todos los dolores y este espectáculo será muy importante. Cuando cumplí 80 armé un show con mis amigos Valeria Lynch, Patricia Sosa, Jairo… Esta vez voy a invitar a jóvenes que están luchando por crecer como artistas. Una de ellas es Antonella Fernández, una mujer muy hermosa que canta extraordinariamente y a la que apoyo como alguna vez lo hice con Abel Pintos. También estará mi hijo Gastón que sigue con una impronta de música electrónica, el grupo Pampas Bravas y mi Quinteto. Te cuento algo, en diciembre tal vez haré por primera vez teatro para niños con una obra de Disney llamada “Navidad en las películas”. Nunca he pensado en parar, me gustaría terminar la vida en un escenario.

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