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21 agosto, 2025

Graves incidentes en Avellaneda: 10 heridos, 90 detenidos, destrozos y fallas del operativo de seguridad

Graves incidentes en Avellaneda: 10 heridos, 90 detenidos, destrozos y fallas del operativo de seguridad

La Conmebol canceló el partido por la Sudamericana y responsabilizó a Independiente por la falta de seguridad. El presidente de Chile criticó a la organización.

El partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente y la Universidad de Chile fue cancelado tras una batalla campal este miércoles por la noche entre hinchas que dejó al menos diez personas heridas y noventa detenidos. La Conmebol canceló oficialmente el encuentro por la violencia desatada en las tribunas del estadio Libertadores de América.

Los incidentes comenzaron cuando seguidores de la U. de Chile arrojaron objetos y proyectiles desde la tribuna Pavoni Alta hacia la Baja, donde se encontraban simpatizantes del “Rojo”, muchos de los que tuvieron que refugiarse debajo de los techos de las gradas. Otros se metieron dentro del campo de juego para detener el juego.

La voz del estadio pidió  que los hinchas chilenos desalojen el estadio para que el juego pueda continuar, pero los ataques y enfrentamientos no se detuvieron.

La Policía no se hizo presente para controlar la situación y los incidentes continuaron con mayor violencia. La barra brava del “Rojo” respondió y todo se complicó: hubo corridas, robos y agresiones multitudinarias, hacia los pocos chilenos que todavía no habían abandonado el estadio.

El partido fue suspendido en el minuto 48, cuando el marcador estaba 1-1. Con la cancelación oficial, el futuro de la serie y las duras sanciones que recibirán los clubes quedan en manos del tribunal disciplinario de la Conmebol.

Cruces de acusaciones y la dura crítica de Boric

Tras la cancelación, las repercusiones no se hicieron esperar. La Conmebol oficializó la medida apuntando a la “falta de garantías de seguridad por parte de Independiente” y derivó el caso a su tribunal de disciplina. Por su parte, el presidente del club de Avellaneda, Néstor Grindetti, calificó el comportamiento de los hinchas chilenos como “repudiable” y denunció que “destrozaron los baños”.

Desde Chile, Michael Clark, aseguró que “el fútbol ahora pasa a un segundo plano”. A la polémica se sumó el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien culpó tanto a la “violencia en las barras” como a la “evidente irresponsabilidad en la organización” y ordenó a su embajador asistir a los heridos.

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