Esteban Trebucq conmovió a todos al compartir, en vivo, una de las historias más dolorosas de su vida. Fue durante una entrevista en el programa Otro Día Perdido, conducido por Mario Pergolini, cuando una simple pregunta sobre su familia lo llevó a recordar el momento en que se despidió de su padre.
“Clase media, mi viejo era veterinario, nació en el campo, vino muy de abajo, fue mejor promedio en la Universidad de La Plata, y mi mamá nos crio a cuatro hermanos sola”, comenzó relatando, con la voz quebrada. “Mamá es como la ídola en esto”, agregó, destacando el rol fundamental de su madre.
Pero el relato dio un giro totalmente drástico. Trebucq contó que había pasado entre diez y quince años sin ver a su padre, hasta que un amigo del club Albatros, médico, le advirtió: “Pela, tu viejo está jodido, está internado en tal hospital”.
Aunque sabía que su padre estaba muy delicado, decidió continuar trabajando en Crónica: “No había más nada que hacer, además calculo que mi viejo hubiera seguido laburando también, porque le gustaba el trabajo”. Ese día, la llamada de su madre fue definitiva: “Vení que se murió tu viejo”.
Sus padres estaban separados desde 1983 y la distancia con su padre había sido una constante durante años. “Hacía como diez o quince años que no lo veía”, reconoció. En medio de la duda sobre si despedirse o no, Esteban volvió a su casa en La Plata.
Fue allí donde, al ver un pin de Estudiantes de La Plata, tomó la decisión: “Lo tomé y fui directo a la casa velatoria”. El momento de la despedida fue breve y cargado de simbolismo. “Le dije dos cosas: gracias por incentivarme el amor por el estudio y gracias por hacerme de Estudiantes de La Plata, y me fui”, relató, conmovido.
Antes de retirarse, colocó el pin en la solapa del saco de su padre. Trebucq explicó que esa fue su forma de cerrar un vínculo marcado por la distancia: “Yo entiendo que se fue con el pin de Estudiantes, creo que lo cremaron, yo después no seguí la ceremonia. Y si está, ojalá lo atesore alguien”.
