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Resistencia
18 julio, 2025

Gastronómicos: Nos están quitando nuestra identidad

Durante una conferencia de prensa ayer en el local “Macake”, ubicado en Cangallo 613 de Resistencia, referentes del sector gastronómico, hotelero y turístico del Chaco expresaron su rechazo a la decisión de la Municipalidad de Resistencia de retirar los balcones gastronómicos.
Los empresarios y sindicalistas advirtieron sobre el impacto negativo que tendrá esta medida en el empleo, la inversión privada y la identidad urbana de la ciudad.
El primero en tomar la palabra fue Matías Rafart, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines del Chaco, quien recordó el origen de estos espacios: “Los balcones gastronómicos surgieron con la resolución 1382 durante la gestión de Gustavo Martínez, en plena pandemia, cuando tuvimos las puertas cerradas durante siete meses. Nos permitieron ocupar una parte de la calle, como ocurre en muchas ciudades del país y del mundo”.
Rafart denunció que la nueva resolución 1894/2025 obliga a los locales a retirar sus balcones en un plazo de 30 días hábiles, lo que calificó como una decisión «unilateral» y «perjudicial»: “Nos afecta muchísimo. Hoy en día muchos locales están cerrando y que nos obliguen a remover espacios que embellecen la ciudad y son utilizados por la mayoría de nuestros clientes es un golpe durísimo”.
También subrayó que los empresarios están dispuestos a hacer mejoras para garantizar la seguridad vial: “Si hay que modificar algo, los empresarios están dispuestos a hacerlo. En cinco años no hubo un solo accidente en los balcones. Solo pedimos acompañamiento, no que se nos saque nuestra identidad”.

90 familias
en riesgo
A su turno, el representante del sindicato UHGRA (Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos), Juan Godoy, expresó su preocupación por la posible pérdida de empleos: “Estos balcones representan entre 80 y 90 puestos de trabajo. Son 80 o 90 familias que están en riesgo”.
Godoy celebró la preocupación municipal por la seguridad vial, pero consideró que la medida es “arbitraria” y sin fundamentos sólidos: “Desde la implementación de los balcones no hubo incidentes viales. Al contrario, trajeron riqueza, turistas, embellecieron la ciudad. Es una tendencia que se da en todo el país y también a nivel internacional”.
Además, alertó sobre el impacto sanitario de eliminar los espacios al aire libre: “El distanciamiento sigue siendo necesario por enfermedades respiratorias. Sacar los balcones reduce esa posibilidad y puede saturar el sistema de salud”.
“Le pedimos diálogo al municipio. Las empresas están dispuestas a reacondicionar lo que haga falta. Lo único que pedimos es seguir trabajando”, concluyó.

Caso testigo
“Desde el lugar que fue sede de la conferencia, la joven comerciante Macarena Amadey leyó un sentido testimonio que escribió con anticipación. Dueña del local “Macake”, señaló: “No tengo años de experiencia como otros, recién estoy empezando a crecer. Mi balcón es todo mi local. Esto es lo que me permite sostener los días de frío y de calor”.Con tono firme pero emotivo, denunció: “No hubo previo aviso. De un día para otro vinieron inspectores, pusieron reglas a cumplir en 30 días, sin alternativa. Esto me quiebra emocional y económicamente. Si me obligan a cerrar el balcón, tengo que reducir personal”.
Amadey propuso una solución normativa: “Si va en contra de la ley de tránsito, cambiemos la ley como hicieron en otras provincias. Yo propongo presentar un proyecto con medidas de seguridad, iluminación y dimensiones. Solo queremos trabajar tranquilos y que nos escuchen”-

Inconsistencia municipal
Durante la conferencia también tomaron la palabra referentes de la Cámara de Turismo, la Federación Económica del Chaco y la Cámara de Comercio, quienes sumaron fuertes críticas al accionar del municipio.
Uno de los empresarios presentes afirmó: “Parece que todos los problemas de la ciudad empiezan y terminan en los bares. Las normas de tránsito no son las tablas de Moisés grabadas en roca. Se pueden modificar”.
Desde la Cámara de Turismo, señalaron: “Resistencia y el Chaco son el sexto destino del país en organización de eventos. Estos espacios son parte de la experiencia turística. Hoy el turista viene y se asombra con estos balcones”.
El representante de la Cámara de Comercio agregó: “Esto es inseguridad jurídica. Hubo una resolución que autorizó construirlos. Se hizo una inversión, se contrató personal, se negociaron alquileres. Ahora se nos obliga a deshacer todo eso. ¿Quién se hace cargo?”.

Diálogo directo con el intendente
Los empresarios anunciaron que presentarán una nota formal solicitando una reunión directa con el intendente Roy Nikisch, sin intermediarios. “Nos reunimos en enero y febrero con funcionarios que ya nos habían adelantado esta intención. En ese momento parecía que íbamos a llegar a un acuerdo. Hoy nos sorprendieron con esta medida arbitraria”, explicó Rafart.
También deslizaron que, si no se revierte la decisión, podrían iniciar acciones judiciales. “Queremos evitarlo. Apostamos al diálogo. Pero si no hay otra alternativa, evaluaremos medidas legales”, dijeron.
Finalmente, advirtieron: “Hoy somos nosotros, mañana puede ser cualquier otro sector. Hay una tendencia a desarmar todo lo que hizo la gestión anterior, sin pensar en las consecuencias”.

“Esto no es una pelea política, es una lucha por el trabajo”

Uno de los puntos más repetidos por los referentes empresariales fue el pedido de “orden con acompañamiento”. En ese sentido, destacaron que no están en contra de que se regularicen las condiciones de los balcones, pero sí reclaman plazos razonables, normas claras y asesoramiento técnico.
“Siempre estuve interesada en saber qué me faltaba para estar al día. Pero muchas veces vamos a preguntar y nadie sabe nada, no hay predisposición. Sentimos que no quieren que trabajemos”, se lamentó Macarena Amadey.
La empresaria pidió que no se criminalice a quienes apostaron por invertir: “Cuando me invitaron a construir el balcón me dijeron que no necesitaba nada. Hoy esa misma entidad nos quiere clausurar sin darnos opciones”.
Algunos de los testimonios expresaron también malestar por lo que consideran un trato desigual por parte del municipio. “A los poderosos se les abrieron las puertas de par en par. Se modificaron normas de desarrollo urbano, ambientales, provinciales para que se construyan shoppings o barrios privados. ¿Y ahora no se puede modificar una norma de tránsito para sostener ocho balcones?”, cuestionó un vocero de la Federación Económica.
Los referentes también señalaron que existen otras situaciones más urgentes a regular. “Hay más de 300 puestos de comida callejera que no cumplen con las normas básicas de salubridad ni de seguridad vial. ¿Por qué no se empieza por ahí?”, plantearon.

una lucha por el trabajo
A lo largo del encuentro se insistió en despegar el reclamo de cualquier tinte partidario. “Esto no lo hacemos desde la oposición. Lo hacemos desde el lugar de trabajadores, de comerciantes, de inversores que apostaron por esta ciudad”, remarcó Amadey.
Juan Godoy, desde el sindicato, reforzó esta idea: “No es una lucha contra el municipio. Es una lucha por la continuidad laboral. Esto es empleo directo. Sacar los balcones puede hacer caer negocios enteros. Algunos no podrán soportar la pérdida de facturación y terminarán cerrando”.
Uno de los ejes centrales del reclamo fue el de la seguridad jurídica. La expresión fue repetida por varios de los voceros, como síntesis del malestar por los vaivenes en las políticas públicas y la falta de previsibilidad.“En el sector privado no se nos ocurre firmar un contrato y romperlo a los tres meses. Porque romper un contrato quiere decir pagar. Acá, en cambio, la municipalidad puede revertir una medida y el costo lo pagamos nosotros”, sostuvo un empresario del rubro. También recordaron que cuando se construyeron los balcones fue con autorización oficial y con inversiones respaldadas por resoluciones municipales. “Ahora no pueden desentenderse de eso. El municipio es uno solo, no importa el color político de quien lo gestione”, indicaron.

modificar la ordenanza
Más allá de las quejas, los empresarios y trabajadores presentaron una alternativa concreta: modificar la ordenanza vigente para que los balcones gastronómicos sean contemplados dentro del Código de Tránsito, bajo ciertas condiciones de seguridad, diseño y regulación.“Si algo está mal, se puede corregir. Nosotros estamos dispuestos a que nos regulen, a cumplir nuevas reglas, pero no a que nos clausuren de forma repentina”, señaló Rafart.“Propongo que presentemos un proyecto con requisitos claros: medidas de seguridad, seguros, iluminación, dimensiones. Es totalmente conversable. Solo necesitamos una mesa de diálogo”, sumó Amadey.

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