“Me volví detective de Shakespeare y encuentro muchas series tomadas por esa tradición shakesperiana, por ejemplo ´House of cards´ o ´Succession´, entre tantas otras”, dice Leandro Calderone, quien trabaja hace veinte años como guionista de series y regresa al teatro con una obra de su autoría y dirección. “Este es mi Shakespeare” se estrena el miércoles en El Galpón de Guevara a las 20.30 con actuaciones de Adriana Ferrer, José Frezzini, Karina Hernández, Ariel Mele, Andrés Passeri y Payuca.
A los 14 años Calderone se robó un libro de Shakespeare, y aunque lo leyó obsesivamente, no lograba entender una palabra. Jasta que vivió situaciones en las que descubrió asombrosos puntos de contacto entre su vida y algunas comedias y tragedias de Shakespeare. El autor convocó a un grupo de amigos actores para que lo ayudaran a recrear esas historias en las que su vida se entrelaza con la obra del dramaturgo británico. Conversamos con Calderone.
Periodista: ¿Cómo te sorprendió Shakespeare a los 14 años y cómo lo ves hoy?
Leo Calderone: Me acerqué a Shakespeare como algo que tenía que leer y saber ya que me interesaba el arte, el teatro y quería ser actor. Me resultaba indescifrable, sobre todo esas traducciones al castizo, muy antiguas y muy rebuscadas. Había algo de acceder que parecía otro idioma. Pero cuando pude entrar en esa lógica, en ese tempo y esa estructura de lenguaje compleja, se me desplegó un mundo que me fascinaba. Hay algo de los mundos que crea en los 5 actos de cada obra que me cautivó. En mi adolescencia ya me había leído las obras completas, hubo mucha fascinación. Hoy sigo viendo todo lo que aparece relacionado a Shakespeare pero lo que más me impacta son las reediciones, encontrar a este autor en otras historias. Todo lo teatral y cine relacionado con este autor lo veo, no todo me interesa, me gusta cuando hay ruptura en las formas pero sostienen el contenido. Shakespeare es clásico porque está inalterado en el tiempo pero no en las formas. Vi la película rodada en pandemia con actores desempleados británicos donde se encontraban a jugar en red, era un Hamlet en red en el encierro.
P.: ¿Cuáles son esos asuntos de lo cotidiano en los que está Shakespeare sin que lo sepamos acaso?
L.C.: Hay tres grandes grupos de obras, históricas, comedias y tragedias. En las históricas está todo lo relacionado con la rosca política, no hay nada nuevo en la actualidad política que no esté en Shakespeare, alianzas, facciones que se dan vuelta, como se construye o destruye el poder, qué hace a un rey o presidente, toda la filosofía política está en sus obras históricas. El recrea las historias más populares de los reinados de Inglaterra y habla de estos temas. La dimensión de la tragedia y la comedia, este autor ha descrito la naturaleza humana con una verdad inusitada para la época, se tendía a la romanización del ser humano, a elevar sus valores a una categoría superior y Shakespeare dice “Los humanos somos esto”. Esa contundencia con la que cuenta las miserias de la humanidad es única. Algo que atraviesa toda su obra es el deseo mediatizado por lo que desea el otro. Se transforma en envidia de lo que quiere, tiene o desea el otro. Todo está en Shakespeare, casi como un oráculo para mi.
P.: ¿Shakespeare está sobrevalorado? ¿Sacralizado? ¿Cómo accede el gran público?
L.C.: No está sobrevalorado, hoy no está tan presente en los planes de estudio, de chicos teníamos algo de Shakespeare en el colegio. Está un poco sacralizado y todo eso queda medio muerto. Pero anualmente hay muchas compañías que hacen algo de Shakespeare, no llegó a morir porque siempre interpela a artistas y espectadores. El gran público quizá no va a ver una puesta de Ricardo III al San Martín, aunque nunca carecen de público, pero acceden de otra manera. La construcción shakespeariana de algunas series, como House of cards, armada desde Otelo, Macbeth y Ricardo III. Succession se plantea un Rey Lear que a último momento decide no repartir su legado y ahí los hijos se enfrentan al padre.
P.: ¿Cómo trabajaron la puesta?
L.C.: Fue casi de laboratorio con la idea de revisitar las obras de Shakespeare que más me impactan y buscarle breves adaptaciones de diferentes obras. En el discurrir de los ensayos y trabajo con los actores encontré otra obra dentro de la obra y quise contar algo más personal, un híbrido entre una adaptación de obras de Shakespeare y un biodrama. Con mi obsesión por esa lectura y el entender la dimensión cuando viví esas cosas en carne propia. Lo que me pasaba me permitió entender la profundidad de la obra de Shakespeare. La puesta es un espacio que es como mi espacio de estudio y de trabajo, hablo de la construcción mia como escritor atravesada por la obra de Shakespeare. Hay un escritorio , la biblioteca que se empieza a desplegar en diferentes mundos. La puesta es una recreación de esos momentos shakesperianos de mi vida.
P.: ¿Cómo es hacer teatro viniendo del audiovisual?
L.C.: Mi formación es teatral, actoral, dramatúrgica, los últimos 20 años estuve tomado como guionista. Ahora tengo más tiempo y reconecte hace unos años, necesitaba volver a esa vocación primaria y es un desafío mayor que hacer una serie. Aquí puedo encontrar algo más singular y propio, para investigar, me puedo permitir la búsqueda. En el audiovisual se esperan más resultados que búsqueda. Me interesa salir de lo solitario que es escribir TV para ir al encuentro con los actores y la compañía teatral.