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Resistencia
17 abril, 2025

Un festival de aumentos post devaluación

La escena muestra, en tiempo récord y a la perfección, lo delicado del escenario económico nacional luego del acuerdo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI): mientras el lunes por la tarde el Presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, se abrazaban, bailaban y se sacaban selfies en un salón de Hacienda celebrando la eliminación del cepo cambiario que pidió el organismo a cambio de un salvavidas de dólares, los empresarios de diferentes rubros usaban el Excel para remarcar precios, preocupados por el impacto de la devaluación en sus costos, muchos de ellos en dólares. 

Según datos a los que accedió Página I12, no hay sector que no haya modificado los valores entre un 3 y un 10 por ciento, una situación que se combina con contratos de mercadería “abiertos” a la espera de otra suba de la divisa estadounidense y a especulaciones de todo tipo. Entre estas últimas, baja de promociones y quita de beneficios para potenciales clientes, con el objetivo puesto en aminorar el impacto. 

Alimentos, construcción, industrias pesadas, autos, textiles, bebidas y productos de limpieza, que ya habían subido fuerte en la previa a la medida oficial, ahora quedaron de nuevo en medio de remarcaciones. En el caso de las góndolas de canasta básica, hubo alzas del 9 por ciento en la empresa Softys, que produce los papeles Elite, Higienol, pañales Babysec (uno de los productos básicos con mayor componente de importados) y toallitas íntimas LadySoft. En el caso de los aceites, las empresa Bunge, Molino Cañuelas, Río y Aceitera General Deheza enviaron a los supermercados listados con aumentos, también, del 9 por ciento. Además, habrá en las próximas horas subas del Algodón Estrella, primera marca que fabrica la casi quebrada aceitera Vicentín. 

Un riesgo para el IPC del Gobierno

Unilever y Sc Johnson, dos de las multinacionales que además de productos de limpieza producen alimentos y bebidas, pasaron listas con alzas promedio de 7 por ciento. El caso de las bebidas, en este contexto, suma otra punta al análisis: a los fabricantes de cerveza y gaseosa les pegó directo en los costos en dólares, y no descartan aumentos en los próximos días. Pero tienen un problema, que es la caída en las ventas del 20 por ciento, que es lo que les traba la remarcación. Algo parecido ocurre con la industria del vino, que “está muy justa en ventas”. Por ahora, analizarán los próximos días. 

Algunas firmas, como Coca Cola, se dedicaron a canalizar subas del 10 por ciento en el producto que se vende a quioscos, un dato que pasa por abajo del radar del Gobierno. Aquí un tema importante: no son pocos los empresarios que admiten que recibieron del Gobierno presiones del estilo de “si aumentas, mirá que no vendes”. Una conducta natural para una gestión que aclaró entre ceos que “no estamos preocupados por la caída del consumo, pero sí por la inflación”. 

Este pelotón de alzas, que es sólo el inicio de un proceso que tardó dos días en mostrar la cara, es más serio en Alimentos: el rubro ya había reportado, en el IPC del 3,7 por ciento de marzo, un alza de casi 6 puntos. Esa suba se dio sin devaluación mediante, lo que abre la puerta a que las remarcaciones de abril peguen fuerte en la inflación del mes. Con una particularidad. Hasta ahora, Alimentos en el IPC venía empujado por alzas en carnes y frescos, ahora se suman las góndolas. “La idea es resistir todas las listas con aumentos irracionales, pero es dificil”, destacó a este diario una fuente del sector supermercadista, que se reunió vía todas las cadenas para intentar no aplicar las subas informadas. 

Luces rojas en industria y construcción

En paralelo a lo que ocurre en precios directos al consumidor, el otro problema de la devaluación es cómo pega en insumos importados utilizados para la producción. En la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Cámara de la Construcción están midiendo el impacto, que ya es visible en algunos casos. 

Entre los ladrilleros confirmaron a este diario que el cemento aumentó entre 3 y 8 por ciento. Las mismas fuentes precisaron que el hierro de Acindar “tendrá un aumento de, estimamos, la mita de la devaluación”. Esos son precios de precios, porque derraman en toda la cadena productiva y, de manera indirecta, en los precios al consumidor. En el caso de textiles, se estima que los aumentos ya son del 5 por ciento, es decir, la mitad de la devaluación. Lo paradódijo: cada vez se importa más textil de China y los precios de esos productos son cada vez más caros. 

Por otra parte, el tema metales es delicado: en las últimas horas, la Asociación de Metalúrgicos (ADIMRA) pidió informes a todas las seccionales del país para calcular cómo pegaron o pegarán los aumentos. La entidad es parte de la UIA. En la central fabril que preside Daniel Funes de Rioja conectan la realidad de los metales e insumos con lo que informan las automotríces miembros. En el caso de la alemana Volskwagen, en las últimas 24 horas hubo subas de precios de hasta 4 por ciento, dependiendo del modelo. Pero las subas del sector llegan hasta el 10 por ciento en otras firmas. Algunas, además, optaron por ajustar los costos en base a quitas de beneficios para los potenciales clientes. El sector, vale decir, ya había mostrado alzas de algo más del 1 por ciento a principios de abril. 

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