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27 septiembre, 2024

En vísperas de Navidad, el Papa llamó a «no confundir la fiesta con el consumismo»

El Papa llam a no confundir la fiesta con el consumismo Foto AFP

El Papa llamó a «no confundir la fiesta con el consumismo». Foto: AFP
El papa Francisco llamó este domingo a «no confundir la fiesta con el consumismo» y a «quedar cercanos con nuestros hermanos que sufren por la guerra, la miseria, el hambre y la esclavitud», tras rezar el Ángelus por la celebración de la Navidad.

«El Evangelio nos presenta la escena de anunciación, el ángel para explicar a María como concebir a Jesús le dice: el Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del altísimo te cubrirá con su sombra», manifestó el sumo Pontífice durante el rezo mariano en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

Y pidió «detenerse en esta imagen» de la sombra: «En la tierra de María, perennemente soleada, una nube pasajera, un árbol que resiste a la sequía y ofrece cobijo, una tienda hospitalaria brindan alivio y protección», y añadió que «así es el modo de hacer de Dios».

«La sombra es un don que restaura y el ángel describe precisamente así el modo en el que el Espíritu desciende sobre María, el modo de hacer de Dios: actúa como un amor gentil que abraza, fecunda y custodia, sin hacer violencia, sin herir la libertad», señaló el Papa.

El #EvangelioDeHoy (Lc 1,26-38) presenta el modo en el que el Espíritu Santo desciende sobre María: actúa como un amor gentil que abraza, fecunda y custodia, sin violencia, sin herir la libertad.

— Papa Francisco (@Pontifex_es) December 24, 2023 «Dios está para nosotros, es nuestro cobijo, nuestro refugio. La sombra habla, en suma, de la gentileza de Dios. Es como si él dijera a María, pero también a nosotros, ‘Estoy aquí para ti y me ofrezco como tu refugio y tu cobijo: ven bajo mi sombra, quédate conmigo», exclamó.

Y añadió: «Así se comporta el amor fecundo de Dios; ese amor lo podemos experimentar cada uno de nosotros, cuidando a los demás con amabilidad, entre nosotros. Dios ama así y nos llama también a nosotros a hacer lo mismo: acogiendo, protegiendo y respetando a los demás».

Por otra parte, el Pontìfice aseguró que «mientras celebramos las fiestas navideñas, encontraremos a parientes y amigos que tal vez no veíamos desde hacía tiempo, pero también habrá más de alguno que pasará las fiestas solo».

Al respecto, Francisco invitó a que atendamos al otro «de manera delicada y discreta: escuchando, acompañando, visitando, haciéndonos también nosotros para los demás ‘sombra del Altísimo’».

En estos días en los que contemplamos el misterio de Dios hecho hombre, pidamos la gracia de saber privarnos de algo para ofrecerlo al prójimo necesitado, a fin de que todos puedan vivir la alegría de la #Navidad.

— Papa Francisco (@Pontifex_es) December 23, 2023 Luego, el papa se se refirió a los «italianos que viven en territorios contaminados y están esperando que sean reestablecidos, les deseo solidaridad y que su voz sea escuchada».

«A todos ustedes les deseo un feliz domingo y una vigilia de Navidad en la oración, en el calor de los afectos y la sobriedad», sostuvo Francisco, y agregó: «Permítanme una recomendación: no confundamos la fiesta con el consumismo».

«Se puede como cristiano y se debe festejar en sencillez, sin estar gastando tanto y compartiendo con quien le falta lo necesario o le falta la compañía», aseveró el Papa.

Finalmente, solicitó: «Quedemos cercanos a nuestros hermanos y hermanas que sufren por la guerra, pensemos en Palestina, en Israel, en Ucrania, pensemos también aquellos que sufren por la miseria, el hambre, la esclavitud. Dios que ha tomado el corazón humano, quien funda humanidad en los corazones de los hombres».

Monseñor Ojea: «Debemos preocuparnos por que el pan llegue a todos»

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y obispo de San Isidro, Oscar Ojea, sostuvo este domingo que «no hay modo posible de construir la paz» si el pan no llega «principalmente, a «todos los chicos y chicas» del país, por lo que instó a los argentinos a «preocuparnos» para alcanzar ese objetivo.

«Debemos preocuparnos por que el pan llegue a todos, que no haya nadie que no quede sin ese bien primario principalmente nuestros chicos, si no no hay modo posible de construir la paz», dijo monseñor Ojea en su mensaje con motivo de la Navidad, difundido por la CEA.

Ojea consideró que «el Niño Jesús tiene una preocupación especial por la paz, él ha venido a traer la paz. Tenemos verdaderamente una preocupación seria para que el alimento pueda llegar a todos los chicos y chicas de nuestra Patria», expresó.

Y agregó: «Si no nos preocupamos por ellos, nos despreocupamos, y si nos despreocupamos, seremos hombres y mujeres sin horizonte, hombres y mujeres cuyas vidas no valen la pena».

Según un informe dado a conocer a comienzos de este mes por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA), la pobreza multidimensional urbana ascendió en el tercer trimestre de 2023 al 44,7% del total de la población y al 62,9% de los niños y adolescentes.

Las cifras de la medición reflejaron un crecimiento de los índices respecto al mismo trimestre de 2022, cuando la pobreza llegó al 43,1%.

El obispo de San Isidro afirmó que el «el Niño Jesús quiere acompañar nuestra vida», como también, aseguró, «compartir nuestra pequeñez y nuestro llanto, nuestra limitación como seres humanos que necesitamos para existir del apoyo y del sostén de los demás, no somos autosuficientes».

«El Niño Dios -sostuvo- nos recuerda también, aquellos que han tenido el privilegio de ser padres, a nuestros hijos; la experiencia de tener un hijo, la experiencia de poder ver esa maravilla que Dios hace con el misterio de la vida y, al compartir la vida de todos los niños, el Niño Jesús tiene una preocupación especial por la paz, él ha venido a traer la paz», señaló.

En el mensaje que compartió para la Navidad, Ojea indicó que «Dios se ha hecho un ser humano y ha venido a compartir la vida con nosotros; desde el comienzo, él ha querido ser un niño como nosotros y vivir la experiencia del nacer».

«Nosotros no recordamos nuestro nacimiento, pero, es una experiencia dura. Todos nacemos llorando, salimos de un medio como el vientre de mamá y nos enfrentamos con el oxígeno, con la luz que son medios hostiles; nos encontramos solos, pequeños, llorando con muy poquito peso, dependiendo totalmente de los demás», mencionó.

El presidente de la Conferencia Episcopal expresó que la tradición religiosa de besar «los piececitos del Niño, que en el fondo es besar los pies de nuestros hermanos y hermanas», representa que el Niño Dios «ha querido embarrarse con nosotros, caminar nuestra tierra, hacerse uno de nosotros y enseñarnos a servir; besar los pies del niño es comprometernos con el servicio de los hermanos y hermanas», reflexionó.

Ante la proximidad de la celebración navideña, Ojea pidió que Dios conceda «junto al Niño Jesús rescatar estas preocupaciones esenciales que nos van a llevar a vivir a fondo el misterio de la Nochebuena y de la Navidad, hacernos buenos, configurados con Jesús para poder servir cada día mejor a nuestros hermanos».

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