En 2024, por el retroceso de la actividad y del empleo registrado, se produjo una caída neta -entre altas y bajas- de 13.216 empleadores o “unidades productivas” que emplean a uno o más trabajadores.
A su vez, hubo una reducción de 246.163 trabajadores formales, de acuerdo a las cifras de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.
Las áreas más castigadas en términos de empleo fueron las vinculadas a la construcción, la industria manufacturera y el sector público.
Así, el número de empleadores aportantes obligatorios al sistema que cubre los accidentes laborales se redujo de 512.898 en diciembre 2023 a 499.682 en igual mes de 2024. Y el número de trabajadores asegurados pasó 9.893.914 a 9.614.751, una pérdida de 246.163 puestos de trabajo.
El seguro de riesgos del trabajo es obligatorio para las “unidades productivas” que son personas, empresas u organizaciones que producen bienes o servicios en el sector privado o público y que emplean a uno o más trabajadores.
Con 512.898 al finalizar 2023, hubo una caída del número de empresas hasta mediados de 2024 como consecuencia de la devaluación y de la “motosierra” que afectó en especial a la construcción por la paralización de la obra pública y privada y al empleo público.
Luego hubo una lenta recuperación que se detuvo en septiembre, cuando alcanzó los 500.426 empleadores registrados. En octubre fueron 500.143, en noviembre 499.719 y en diciembre 499.862 unidades productivas.
Lo mismo pasó con el número de trabajadores: de 9.893.914 al final de 2023, en octubre sumaron 9.652.164, en noviembre 9.614.277 y en diciembre 9.647.751.
Estos retrocesos del año pasado se explican por las desvinculaciones, retiros voluntarios y cesantías en el sector público y privado en un contexto en el que el consumo no repuntó por la suba del desempleo, caída de ingresos de las familias y reducción del dinero disponible para la compra de alimentos o vestimenta por el mayor peso que absorbieron las tarifas de los servicios, como electricidad, gas, prepagas o expensas.
Los sectores más golpeados
Por sectores, los más castigados fueron los empleadores de la construcción: en un año, bajaron de 21.644 con 470.539 trabajadores a 20.316 con 399.201 empleados, un achique en esos 12 meses de 1.328 empresas y una pérdida de 71.338 empleos.
La Administración Pública, Defensa y Seguridad Social el número de empleados asegurados se redujo de 2.616.775 a 2.548.363 y hubo 78.412 empleados menos.
Agricultura subió de 341.990 a 359.571 empleadores, pero el número de trabajadores asegurados se redujo de 53.848 a 52.922.
En la industria manufacturera, el número de empresas disminuyó de 49.722 a 48.665 y el de trabajadores de 1.215.614 a 1.186.968.
En el comercio, las empresas pasaron de 149.745 a 147.282 y con un leve repunte de trabajadores de 1.268.687 a 1.272.962
En el sector de la enseñanza, hubo una reducción de la parte empleadora (de 8.794 a 8.608) pero con una menor reducción de empleados de 791.592 a 789.922.
Por su parte, los empleadores afiliados y aportantes de casas particulares con personas trabajadoras declaradas sumaron en diciembre 2024 un total de 510.755. Un año antes (diciembre 2023) eran 523.692, una caída que se atribuye al retroceso de ingresos de la clase media asalariada y profesional, típica empleadora de personal doméstico.
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