El senador de Florida, Marco Rubio, fue confirmado por unanimidad en el Senado como el próximo secretario de Estado de los Estados Unidos, convirtiéndose en el primer miembro del gabinete del presidente Donald Trump en recibir la aprobación del Congreso.
Rubio, quien ha sido senador desde 2011, fue confirmado en una votación de 99 votos a favor y ninguno en contra en el Senado la noche del lunes, horas después de que Trump prestara juramento. La votación en el Senado siguió a una votación unánime del Comité de Relaciones Exteriores del Senado a favor de su nominación.
Rubio asume su nuevo cargo con una sólida experiencia en política exterior, dada su larga trayectoria como miembro del Comité de Relaciones Exteriores y del Comité de Inteligencia del Senado.
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Además, como estadounidense de primera generación de origen cubano, se espera que su perspectiva sobre los asuntos internacionales sea influyente. Su proceso de confirmación fue menos difícil que el de otros miembros del gabinete de Trump.
Durante su audiencia de confirmación en el Comité de Relaciones Exteriores, la demócrata Jeanne Shaheen, presidenta del comité, elogió las habilidades de Rubio y su calificación para el puesto de secretario de Estado, a pesar de que no siempre coincidían en todos los temas.
En su declaración ante el comité, Rubio expresó que bajo la administración de Trump, la “prioridad principal” del Departamento de Estado sería anteponer los intereses nacionales de Estados Unidos.
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“Esto no será fácil”, advirtió Rubio. “Y será imposible sin una América fuerte y confiada que participe activamente en el mundo, poniendo nuestros intereses nacionales por encima de todo lo demás”. Este enfoque refleja la política exterior de “América Primero” que Trump ha defendido.
Sin embargo, Rubio asumirá su nuevo cargo en un contexto internacional lleno de desafíos, como la invasión rusa de Ucrania y la guerra entre Israel y Hamas en Gaza. En su audiencia de confirmación, Rubio calificó la situación entre Ucrania y Rusia como un “estancamiento” que debe terminar, sugiriendo que ambos países tendrán que hacer “concesiones” bajo el plan de paz propuesto por Trump.
A pesar de las críticas de Trump a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Rubio defendió la importancia de la OTAN y afirmó que Trump también apoya la alianza.
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Respecto a Gaza, Rubio respaldó las acciones de Israel para defenderse de Hamas, y evitó pronunciarse de manera inmediata sobre si apoyaba o no la anexión de partes de Cisjordania por parte de Israel.
Rubio expresó que el objetivo debería ser evitar el conflicto y permitir que las personas vivieran juntas en paz, con la capacidad de prosperar, aunque lamentó que las condiciones para lograrlo no existieran desde hacía tiempo.
Durante su comparecencia ante el Comité de Relaciones Exteriores, Rubio también destacó las políticas de China, criticando a Pekín por aprovechar los beneficios del orden global sin cumplir con sus responsabilidades.
Describió a China como un “superpoder global” que ha llegado a esa posición a través de mentiras, robos y hackeos, a expensas de Estados Unidos.
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El senador Rand Paul, de Kentucky, quien ha sido un firme defensor de una menor intervención estadounidense en el mundo, buscó indagar en la postura de Rubio en cuanto a las intervenciones militares de Estados Unidos, las cuales fueron respondidas de manera clara por el secretario de Estado.
Aunque su proceso de confirmación fue relativamente libre de controversias, enfrenta desafíos importantes en temas clave como la guerra en Ucrania, la relación con Israel y las políticas hacia China, mientras lidia con las tensiones dentro de su propio partido sobre su enfoque en la política exterior.
El presidente de la Republica Argentina, Javier Milei, ha reaccionado a la noticia destacando el conocimiento del secretario de Estado acerca de América Latina. Tanto Milei y Rubio poseen similitudes ideológicas y se reunieron durante la estadía del presidente en Washington.
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