Los consumidores argentinos de nafta, gasoil, energía eléctrica y gas natural por redes pagaron en agosto 2024 el 80% de los costos reales de abastecimiento, una cifra que en noviembre 2023 -último mes completo antes de que asumiera Javier Milei como presidente- era de apenas el 62%.
Un estudio del ex secretario de Energía Gustavo Lopetegui encontró que las ventas mensuales sin Impuesto al Valor Agregado (IVA) de agosto fueron equivalentes a 4.434 millones de dólares en combustibles, luz y gas; de los cuales US$ 3.568 millones fueron pagados por los usuarios, unos US$ 756 millones por el Estado nacional, US$ 96 millones que dejan de cobrar las petroleras y US$ 14 millones las distribuidoras eléctricas.
La foto del octavo mes del año muestra hasta dónde avanzó la motosierra de La Libertad Avanza y también cuánto falta para que se detenga. Si el Estado se retirara por completo, haría falta que los consumidores tengan un aumento de 24% promedio en los precios de la energía para cubrir la totalidad de los costos.
«En noviembre 2023, ese ajuste necesario alcanzaba el 60%. Se hizo una corrección brutal en los primeros meses de Gobierno y ahora no queda mucho. Se pueden hacer el resto de las subas de manera gradual«, señaló Lopetegui ante la consulta de Clarín.
Por supuesto, los promedios esconden variaciones significativas. En nafta y gasoil, la cobertura de costos en noviembre 2023 era de 60% y en agosto 2024 trepó a 82%, con los aumentos de combustibles y de impuestos.
El Estado nacional todavía resigna recaudación tributaria por 332 millones de dólares al mes al no subir los impuestos tanto como se lo permite la ley, equivalente a un 0,6% del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado en un año.
En electricidad, a su vez, la cobertura pasó del 69% al 75%, pero la generación eléctrica, que es la que demanda más subsidios (0,5% del PIB), apenas creció del 56% al 60%.
Nuevamente, el promedio esconde datos al interior: según Julián Rojo, economista del Instituto Argentino de la Energía (IAE) General Mosconi y del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA, en el acumulado de 2024 los hogares cubrieron en promedio el 40% del costo eléctrico; y los usuarios no residenciales, el 89%, lo que arroja una cobertura media del 52% en nueve meses.
«El punto en las tarifas es ver cómo van a administrar las subas a los usuarios de ingresos bajos y medios (N2 y N3, respectivamente), que están muy atrasados y son el 70% de la demanda residencial. Es importante porque esos usuarios van a determinar si se llega o no a a cobertura estimada», señaló Rojo.
Y advirtió: «El plan de contingencia para el verano significará abastecer a la demanda al costo que sea: maximizar las importaciones y meter remuneración adicional a las centrales térmicas, que ya de por sí son caras».
En tanto, Gonzalo Lacunza, analista de Empiria Consultores, sostuvo que «desde octubre la cobertura de gas rondaría 80% y la de electricidad 70 a 75%. Esto se da más por una caída de los costos de del gas que por un aumento tan fuerte de tarifas».