Andrea Castana (36) fue violada y asesinada el 11 de marzo de 2015 en el Cerro de la Cruz, de Villa Carlo Paz. La mujer había decidido hacer actividad física en el tradicional paseo de la ciudad que visitan miles de turistas durante todo el año. Nueve años después, el crimen sigue impune, aunque esta semana la investigación volvió a moverse con la toma de muestras de ADN a decenas de policías.
Esa tarde, dejó a sus hijos en el colegio ubicado a pocas cuadras de la base del Cerro y subió por el sendero hacia la enorme Cruz que está en la cima. Nunca volvió y su desaparición convocó a cientos de vecinos que participaron en la búsqueda.
El 13 de marzo, una pareja de amigos de la familia encontró el cuerpo semienterrado y encajado en el tronco seco de un árbol añoso.
Hasta hace dos años, la causa estaba paralizada. Un nuevo planteo en la investigación motivó que se buscara en toda la historia judicial previa de Carlos Paz casos con algún tipo de similitud. Y se encontró que en 2004, en el Cerro, en el lugar preciso donde fue atacada Andrea, una mujer fue violada por un hombre que dejó material genético en ella. La sorpresa fue que al contrastarlo con el ADN encontrado en el cuerpo de Castana los investigadores descubrieron que era exactamente el mismo.
Siguieron buscando y hallaron otros tres casos de ataques y abusos de similares características, el mismo patrón, el mismo lugar y la misma descripción del atacante.
Femicidio de Andrea Castana. Toman muestras de ADN a policías que trabajaban en la zona de Carlos Paz en 2015, cuando ocurrió el crimen.La estrategia de la Fiscalía cambió y desde ese entonces se están recogiendo muestras de ADN para encontrar patrones familiares similares que vayan reduciendo las opciones para acercarse al atacante.
Ya se tomaron más de 350 muestras y este jueves se inició una nueva campaña para recolectar muestras genéticas del personal policial que prestaba servicio o vivía en Villa Carlos Paz en marzo de 2015, fecha en que ocurrió el crimen.
El pedido llegó desde la querella y se basa en una ley de 2004, que creó el registro de ADN de los efectivos policiales de Córdoba.
Fue una medida que impulsó el gobierno provincial, entonces a cargo de José Manuel de la Sota, en la desesperación por encontrar al temido violador serial que acechaba en la Ciudad Universitaria y que había atacado a más de 90 mujeres desde 1991. Su rostro era una sombra y sólo había ADN para cotejar.
Femicidio de Andrea Castana. Toman muestras de ADN a policías que trabajaban en la zona de Carlos Paz en 2015, cuando ocurrió el crimen.Pero el registro dejó de hacerse una vez que se cercó al verdadero responsable, Marcelo Mario Sajen, que se suicidó con un tiro en la sien antes de ser atrapado por la Policía, el 30 de diciembre de 2004.
Lo que se busca
Lo que busca la Fiscalía con la campaña para recoger material genético, que ya cubrió a todos los comerciantes y vecinos de la zona cercana al Cerro de la Cruz y del Complejo Aerosilla, es obtener un acercamiento a la genealogía del atacante.
Se basa en la metodología que llevó la resolución de casos que estuvieron impunes por décadas en Estados Unidos.
Uno de ellos, conocido como Golden State Killer (asesino del Golden State), fue detenido y juzgado en 2018. Se trata del expolicía Joseph James DeAngelo, quien cometió unos 12 asesinatos y más de 50 violaciones en la década de 1980 en Estados Unidos.
A principios de 2024, una muestra del ADN encontrado en el cuerpo de Andrea Castana viajó a Estados Unidos para formar parte de una investigación a cargo del FBI que aceptó colaborar en el caso.
Desde entonces, se busca en bancos que cuentan con millones de muestras de todo el mundo, perfiles compatibles en cuanto a su genealogía con el que se envió desde Córdoba, con el nombre y apellido genético del violador serial más buscado de la provincia.
SC
