Marta León Molina jurará en una sesión extraordinaria y previa al pleno de debate sobre el estado de la ciudad, el jueves 3 de octubre, su acta como concejala de Vox en el Ayuntamiento de Córdoba. Llegará al cargo en sustitución de Yolanda Almagro, que renunció el 18 de septiembre a su acta, y lo hará embarazada en la 38º semana de gestación. La nueva edil, que actualmente es asesora del grupo municipal de Vox y coordinadora política de esta formación en la capital, pasará a estar liberada como concejal al 100% en los próximos días y a ser viceportavoz del grupo municipal que encabeza Paula Badanelli. El tercer concejal de Vox Rafael Saco, por su parte, pasará a tener dedicación plena en la Diputación de Córdoba, donde ejerce de portavoz.
La cuestión que plantea el avanzado estado de gestación de la nueva concejala ha llevado a su grupo municipal a preguntar al secretario del Pleno cuáles serán sus derechos y sus deberes, ya que la naturaleza de la relación estatutaria que une a los concejales y al alcalde con el Ayuntamiento no es la propia de una relación de empleo: es decir, no existe relación laboral ni funcionarial con el Ayuntamiento (no existe de hecho ningún contrato), si bien para los ediles con dedicación exclusiva o parcial retribuida, la relación se asemeja a una relación laboral al uso. En este aspecto, la concejal liberada podrá acogerse, como si de un empleado público se tratase, a los beneficios previstos en la Ley General de la Seguridad Social, que le reconocen el derecho de pago de su salario durante la maternidad.
Asistencia a los plenos
Aunque una relación normal de empleo lleva aparejada la suspensión de la obligación por parte del trabajador de prestar servicios, adquiere una configuración diferente en la relación estatutaria de los concejales. Así, aunque en dicha situación ya no persiste la obligación de prestar los servicios remunerados que han justificado el alta en la Seguridad Social, sí persiste la obligación de desempeñar el cargo representativo que integra unos derechos y unas obligaciones, al margen del trabajo remunerado, como son el voto o la asistencia a los órganos colegiados. De este modo, la nueva concejala tendrá obligación de asistir a los plenos, aunque desde la pandemia, eso sí, tienen la posibilidad de hacerlo de manera telemática.
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