El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, destacó que los jueces deben “revalorizar el factor emocional” en la interpretación de la leyes, al recibir el Premio Justicia 2024 que le otorgó la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales.
Ante un auditorio colmado de jueces y funcionarios judiciales, Rosatti dio un discurso que tituló “Pasión y Constitución” en el que resaltó la importancia de “recobrar, para el derecho, el valor de las emociones y los sentimientos”.
En este punto, expresó su interés de “incorporar factores de emocionalidad a la Constitución” y “cruzarla con determinados sentimientos”, entendiéndola ya no “como un documento histórico, nostalgioso” sino “como un contrato social instrumental que, bajo determinadas premisas, está en condiciones de regular la convivencia social hacia el futuro”.
Para Rosatti, los jueces deben “revalorizar el factor emocional, el impacto de las nuevas disciplinas en el acceso al conocimiento, y entender que la norma no es solo texto sino que atrás hay una historia, un fundamento, que nos interpela en el presente para procurar entenderlo y ver si ese ethos constitucional se mantiene en la actualidad”.
El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, en su discurso de aceptación del Premio Justicia 2024.“Hay que ver a la Constitución como texto vivo, la norma ordenadora que siempre tiene capacidad, potencia, y reclama vigencia sostenida. La Constitución no es solo texto: es también pasión, emoción y sentimiento”, enfatizó.
El presidente del máximo tribunal enumeró tres sentimientos susceptibles de impactar en un texto constitucional y que se ponen de relieve en distintas catástrofes: “El altruismo, el egoísmo y la envidia”.
En la sede del rectorado de la UCES, donde recibió la distinción que destaca a los mejores profesionales del derecho, el presidente de la Corte sostuvo que los autores “comienzan a poner en entredicho, desde distintas disciplinas, la capacidad de la racionalidad llevada al extremo para acceder al conocimiento o, en el caso de los jueces, para llegar a la mejor decisión final”.
Rosatti recibió el Premio Justicia 2024 con un auditorio colmado de jueces y funcionarios judiciales.En el cierre de su extenso discurso, pidió recuperar la búsqueda de vías alternativas de resolución de conflictos, la considerar que “cada vez más, la conflictividad se proyecta casi automáticamente a la judicialización” y cuestionó que “no hay filtros que permitan resolver los conflictos sin caer en los tribunales”.
Rosatti recibió el premio que resalta “la idoneidad y trascendencia de los mejores profesionales del derecho” ante la presencia del rector de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), Gastón O’Donnell, y del juez de la Corte Suprema, Juan Carlos Maqueda.
El auditorio estuvo colmado de camaristas, jueces y funcionarios judiciales de distintos fueros e instancias como los consejeros de la Magistratura Hugo Galderisi, Alejandra Provítola, Álvaro González y Miguel Piedecasas, y los jueces de la Cámara Federal de Casación Penal Gustavo Hornos, Alejandro Slokar, Daniel Petrone, Diego Barroetaveña, Carlos Mahíques y Juan Carlos Gemignani.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, junto al ex ministro de Justicia Jorge Vanossi.También estuvieron presentes los jueces federales Sebastián Casanello, María Eugenia Capuchetti, Sebastián Ramos y Julián Ercolini; el juez en lo Penal Económico Pablo Yadarola; el juez de la Cámara Federal de La Plata Roberto Lemos Arias, y el juez de la Cámara Federal de Rosario, Aníbal Pineda, entre otros.