Gerente de Tecnología del Grupo Clarín y con un legado fundamental en la modernización del área a lo largo de su intensa gestión, Juan Kedzierski acaba de fallecer en Buenos Aires.
Histórico ejecutivo de la compañía, había ingresado al diario en 1979, desde donde impulsó la transformación tecnológica en los procesos de redacción, administración e impresión.
Su legado incluyó desde la incorporación de las primeras computadoras en reemplazo de las viejas máquinas de escribir hasta la reconversión de la planta impresora, que se transformó en la de mayor capacidad y velocidad de América Latina.
Ingeniero electrónico de la UTN, previamente había hecho la tecnicatura en las escuelas Raggio. Antes de ingresar a Clarín trabajó en el área electrónica de Ferrocarriles Argentinos.
A fines de los 80, Juan se enfocó también en el mundo de la tecnología audiovisual, acompañando el desembarco del Grupo Clarín en la radio y la televisión. Trabajó conjuntamente con las gerencias técnicas de Radio Mitre y Canal 13, cuyos desarrollos de calidad de transmisión en audio y video fueron pioneros en esa década. También contribuyó al despliegue y optimización tecnológica de las redes de distribución por cable.
Cuando llegó Internet, a mediados de los 90, Juan integró un equipo especializado dentro del Grupo Clarín para evaluar y diseñar estrategias y negocios digitales. Así nacieron Prima y Ciudad Internet, productos pioneros en la masificación del acceso a Internet en la Argentina. En las décadas del 2000 y 2010, Juan sumó responsabilidades en áreas como seguridad informática y servicios en la nube. Fue siempre un consultor interno informado y valorado para cuestiones tecnológicas clave, como la renovación de hardware, la adopción de nuevo software, el desarrollo de redes fijas y móviles, el hosting y el big data.
“Lo fundamental es rodearse de un buen equipo. Yo vivo de lo que hacen, de los aciertos y de los errores”. La frase resume la filosofía profesional de Kedzierzki y la dijo en 2014, al recibir el premio a la trayectoria como CIO, por parte de la revista especializada Information Technology.
Para sus compañeros de ruta, muchos de los cuales se transformaron en amigos, Juan “era un apasionado de su trabajo, un torbellino de iniciativas que nunca se cansaba”.
Generoso con su tiempo y su conocimiento, quienes compartían sus periódicos viajes a los congresos y eventos más relevantes de la industria, recuerdan que en paralelo a una intensa agenda de trabajo siempre disfrutaba comer y compartir un buen vino con amigos. “Siempre dispuesto a darte una mano, a ayudarte a resolver un problema. Tenía un carácter firme, pero a la vez un corazón infinito”.
Metódico, prolijo detallista, durante 45 años trabajó incansablemente y con pasión para el desarrollo tecnológico de las empresas del Grupo Clarín. Sus compañeros y amigos lo despedirán hoy en Jardín de Paz como un profesional íntegro, un colega apasionado, un explorador permanente y el padre orgulloso de Nicolás.
