Eran las 16 cuando Diego Gabriel Aguirre (45) terminó su recorrido. En el cruce de las calles Restelli y Camino de Cintura, en el límite entre Lomas de Zamora y Esteban Echeverría, al sur del Gran Buenos Aires.
Aguirre trabaja hace años en la línea 543 de la empresa Yitos S.A. y, como es habitual, al llegar a este punto toma un descanso de 10 minutos. Pero al terminar el circuito, que viene desde la Estación de Lomas de Zamora, se encontró con un pasajero «dormido».
El hombre intentó llamarlo, gritar y despertarlo pero no hubo manera. Engañado, se levantó del asiento del conductor y fue a ver qué le pasaba. Cuando se acercó, lo sorprendió con un arma y lo amenazó.
Se trata del tercer ataque a un colectivero en una semana y la agresión derivó en un paro de colectivos en las líneas de la empresa, asambleas y reuniones con la jefatura departamental y distrital de la zona sur. Los conductores de las líneas 543 A, 543 C, 544 C y 544 protestaron por la falta de seguridad con un paro de actividades, que ya fue levantado.
Es que Aguirre fue amenazado con manejar durante 800 metros hasta una calle alejada donde, siempre amenazado, le robaron un botinero con su celular y su billetera. En ese momento se produjo un forcejeo que terminó con el conductor herido de un disparo en el brazo.
El tercer ataque a un colectivero en una semana generó un asambleas y reuniones entre las cámaras de transporte reclamando por más seguridad. El último ataque fue este miércoles al sur del Conurbano, donde el colectivero terminó herido de un disparo en un brazo cuando intentaron robarle. Por el ataque hubo paro de todas las líneas que pertenecen a la empresa YITOS S.A.
La víctima es un chofer de la línea 543 que recibió una herida de bala en el brazo izquierdo cuando intentaron robarle.
Todo empezó cuando el chofer llegó al final de su recorrido, en Restelli y Camino de Cintura, en el límite entre Lomas de Zamora y Esteban Echeverría.
«Se levantó y le sacó sus cosas: el botinero, poco y nada. Le pegó un tiro en el brazo izquierdo. La bala entró y salió«, explicó el delegado de los trabajadores, Alejandro Borelli.
Balearon a un chofer de colectivo en Lomas de Zamora.Aguirre creyó que «estaba todo bien» y llegó manejando hasta la terminal.
Fue allí que sus compañeros solicitaron asistencia médica y llamaron a la Policía. En el lugar del ataque no había cámaras de seguridad por lo que el agresor no ha sido identificado.
El conductor del colectivo de la línea 543 sigue internado a la espera de una cirugía y «tienen que colocarle una prótesis para el codo para recuperarse»
Fuentes policiales y judiciales confirmaron que no han podido identificar al agresor y que aún no hay detenidos por el hecho.
Las cámaras de transporte se reunirían este jueves para pedir a las autoridades más vigilancia para los colectiveros que trabajan en la zona.
La investigación del caso está en manos de la fiscal Verónica Cifarelli, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N° 2 descentralizada de Esteban Echeverría.
Tres ataques a colectiveros en el GBA
Los colectiveros se transformaron en los últimos días en los apuntados por los ladrones en distintos hechos de inseguridad. Uno de esos casos tuvo como víctima a Jonathan Videla, chofer de la línea 391 y 449, que fue atacado por al menos tres delincuentes que lo atacaron con un machete para robarle y le cortaron dos dedos.
El ataque se produjo sobre la avenida Croacia el martes a la madrugada, cerca de la medianoche, cuando el conductor estaba terminando su recorrido. Según confiaron fuentes judiciales a Clarín, el chofer fue abordado por tres sospechosos armados.
De acuerdo al testimonio de la víctima a sus compañeros, uno tenía un arma de fuego, otro llevaba el machete y un tercero se quedó parado en la puerta del colectivo.
En tanto, la semana pasada otro chofer también fue víctima de un hecho de inseguridad, esta vez en San Francisco Solano, Quilmes, cuando fue abordado por un ladrón que quiso atacarlo con un destornillador.
El colectivero de la línea 239 fue atacado por la espalda por un sospechoso que vestía ropas negras y un gorro. Antes de escaparse, le robó el teléfono celular y la billetera.
Tras el robo, la empresa optó por reducir el servicio en horario nocturno y solicitó a la policía más presencia en distintas paradas de la zona.
MG
