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28 noviembre, 2024

Muebles con memoria: El Ikea vasco sortea 35 piezas con «cicatrices» del bosque por 0,13 euros

Entre la perfección estética y la obsolescencia programada, Enrique Arrillaga (Eibar, 1967) fundador de la empresa guipuzcoana Lufe, apuesta por hacer compatible la belleza natural y la duración. Sus muebles de pino, fabricados con madera local de forma sostenible, se han convertido en una clara opción de compra de calidad y compromiso ambiental para decorar los hogares.

En un sorteo sin precedentes, Lufe ofrece 35 piezas con «cicatrices» del bosque, pequeñas imperfecciones naturales que desvelan la historia del árbol, por tan solo 0,13 euros cada una.

La campaña deliberadamentefeos by Lufe saca al mercado del 1 al 8 de octubre por internet 35 muebles «feos, más feos que nunca, en una colección limitada». Las piezas seran exhibidas del 2 al 4 en el Espacio OUT de la calle Sandoval de Madrid.

Lufe nació hace más de una década con la idea de crear muebles de calidad, accesibles y respetuosos con el entorno. La empresa, ubicada en Aizarnazabal, utiliza madera de ‘pinus insignis’ proveniente de bosques del País Vasco gestionados de forma sostenible en un radio de 200 kilómetros alrededor de la fábrica.

La belleza de lo natural e imperfecto

El compromiso con el kilómetro cero no solo reduce la huella de carbono, sino que dinamiza también la economía local y contribuye a la conservación de los bosques cercanos. «Queremos reivindicar sin complejos la belleza de lo natural e imperfecto” , insiste Arrillaga, reconocido por ‘Forbes’ como una de las 100 personas más creativas de España.

La filosofía de Lufe se resume en tres palabras: natural, sostenible y local. La madera utilizada en sus muebles no es sometida a tratamientos químicos agresivos para garantizar de esta forma la belleza natural y su aroma característico. La empresa tiene entre sus objetivos un diseño funcional y atemporal que decore los hogares toda la vida.

Árboles con historias propias

No todo es perfección en el mundo de la madera. Los árboles, al igual que las personas, tienen su propia historia, que a veces se refleja en pequeñas alteraciones : nudos, vetas irregulares o cambios de color. Estas «cicatrices» del bosque, lejos de ser un defecto, son para Enrique Arrillaga el valor añadido, una prueba de la autenticidad de la madera, con el que logró superar la crisis que en 2014 le dejó en la ruina tras no ser capaz de reflotar la empresa en la que su padre fabricaba tableros alistonados de pino para puertas de madera por encargo.

“Me quedé con una mano delante y otra detrás», rememora ahora, inmerso de lleno en la confección de muebles de diseño propio, asequibles para todos los bolsillos, que envía a los hogares españoles, franceses y portugueses en un plazo máximo de tres semanas. «Este año entraremos en el mercado italiano también», celebra. Uno de los icónicos muebles de Lufe se expone en el Museo de Bellas Artes de Madrid como muestra del diseño vasco. Este ‘Ikea vasco’ facturó en 2023 más de 14 millones de euros.

Con el objetivo de dar visibilidad a estas piezas únicas y concienciar sobre la belleza de lo imperfecto, Lufe lanza este sorteo sin precedentes. 35 muebles, entre los que se encuentran mesas, sillas, estanterías o camas, saldrán a la venta por tan solo 0,13 euros cada uno (un número tremendamente feo, explica Arrillaga).

Una de las camas de Lufe.

Una de las camas de Lufe. / Lufe

Esta iniciativa reabre el debate sobre la obsesión por la perfección en la industria del mueble. Para Enrique Arrillaga, «la madera es un material vivo, con sus propias características e imperfecciones. Intentar ocultarlo con tratamientos químicos o descartando las piezas que no se ajustan a un estándar estético es un sinsentido. Estas marcas son lo que hacen que cada mueble sea único e irrepetible».

La idea es que el comprador no valore únicamente el precio simbólico de la pieza, sino también que aprecie la posibilidad de adquirir un mueble con historia, una pieza que hable de la naturaleza y del respeto por el entorno.

La arriesgada iniciativa de Lufe se desmarca de esta forma de un sector donde la producción en masa y la homogeneización estética parecen ser la norma. Su apuesta por la madera local, la producción sostenible y la belleza de lo imperfecto no solo le ha valido el reconocimiento del público, sino que también ha situado a esta pequeña empresa guipuzcoana a la vanguardia del diseño ético y responsable.

El sorteo de los 35 muebles «imperfectos», cinco de ellos diseñados por ‘influencers’ vinculados al medio ambiente, es una oportunidad para adquirir un mueble con alma y conectado con la naturaleza.

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