Con la vuelta del jefe Gabinete, Guillermo Francos, ya recuperado del problema gastro intestinal, y acompañado por la vicepresidente Victoria Villarruel, Javier Milei encabeza una reunión en Casa Rosada con jefes de bloque del Senado.
La idea, según explicaron en Balcarce 50, es unificar una agenda de trabajo parlamentaria para evitar sobresaltos: este jueves el kirchnerismo y un sector del radicalismo apostataban a sesionar para voltear el decreto que firmó el Presidente y le otorgó a la SIDE 100 mil millones de pesos en fondos reservados.
Además del jefe de bloque de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, los convocados por el Gobierno fueron: Eduardo Vischi, Juan Carlos Romero (Cambio Federal) y Carlos “Camau” Espínola y Edgardo Kueider, ambos de Unidad Federal. Tambien el jefe del bloque PRO, el senador Luis Juez.
Se trata del segundo encuentro de negociaciones políticas que realizó el Gobierno en menos de 24 horas en el que Milei interviene activamente.
Este martes, el mandatario había tenido una cumbre exitosa con diputados radicales, con los que se aseguró evitar que la oposición consiguiera los dos tercios para rechazar el veto presidencial a la reforma jubilatoria.
La gestion para que los diputados nacionales de la UCR Martín Arjol, Luis Picat, José Federico Tournier, Mariano Campero y Pablo Cervi, cambiaran su postura y aceptaran plantarse en el sentido opuesto al voto afirmativo que habían realizado apenas dos meses antes parece haberlo convencido a Milei de la necesidad de involucrarse más en la política, algo que había delegado por completo en su asesor todorreno Santiago Caputo y en el propio Francos.
La presencia del jefe de Gabinete en la reunión de este miércoles no sólo da cuenta de su evolución tras el problema de salud: el Gobierno lo muestra como la escena de que la confianza del Presidente con su trabajo está intacta.
El objetivo puertas adentro es despejar versiones de internas con Caputo y empoderarlo a Francos, quien ya había adelantado la semana pasada que se iba a involucrar otra vez para descomprimir el vínculo con la oposición, que reclamó acaloradamente que volviera a ocupar el rol de nexo del Ejecutivo con el Congreso.
