Cristina Kirchner recusó al camarista Gustavo Hornos, que preside la Sala IV de Casación en la revisión de la sentencia condenatoria del caso Vialidad. La ex vicepresidenta, principal acusada en este expediente, sostuvo que el juez recientemente denunciado en una caso por presunta violencia de género, no debe seguir interviniendo en la causa porque ella se identifica como víctima de episodios de violencia de género. Entre ellos ejemplificó con el intento de atentado que sufrió hace dos años.
La Sala IV de la Cámara de Casación, integrada por los jueces Hornos, Mariano Borinsky y Diego Barroetaveña, es la responsable de revisar la sentencia que dictó el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2), a través de la cual se condenó a Cristina a seis años de cárcel por el delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado.
Se trata de la causa que analizó las 51 licitaciones viales que la gestión kirchnerista adjudicó a Lázaro Báez. La sentencia sostuvo que los procesos de otorgamiento de obras fueron irregulares: direccionamiento, sobrecostos, certificaciones abonadas sin los avances de obra correspondientes, circuitos exclusivos de pago, entre otros.
El máximo tribunal penal se encuentra revisando la acusación que fijó el perjuicio ocasionado en 80.000 millones de pesos, en parte porque el 50% de las obras adjudicadas y pagadas, el ex socio comercial de Cristina Kirchner, nunca las terminó.
La decisión que deben tomar los tres camaristas es si confirman la sentencia tal cual la dictó el TOF2, o bien si le conceden la razón al fiscal Diego Luciani quien consideró que la ex vicepresidenta debe, además, ser acusada por el delito de asociación ilícita en carácter de jefa, lo que llevaría la condena a doce años.
La tercera opción es tener en cuenta lo planeado por las partes, entre ellas la defensa de la ex Presidenta, y anular la sentencia pidiendo que el Tribunal vuelva a expedirse.
En el tramo final del análisis del caso, la Sala IV recibió la recusación de Cristina contra el juez Hornos.
Recientemente, el camarista fue denunciado por presunto hostigamiento por su ex pareja. En ese contexto se dictó una medida precautoria a cargo de la jueza civil Paula Marinkovic, quien ordenó que no se acerque a menos de 200 metros de su ex pareja, Tatiana Sicardi.
En esa línea se dispuso que tampoco establezca comunicación de ningún tipo: correo electrónico, telefónica, digital o por terceros por un plazo de 90 días.
Ante tal situación Cristina Kirchner se opuso a que el juez Hornos continúe interviniendo en el caso Vialidad.
Según pudo saber Clarín, la defensa de la ex vicepresidenta sostuvo que se debe contar con un juez con “formación en género y sin denuncias”.
En un tramo del escrito se planteó: “Vale destacar, por su relevancia, que en estas notas periodísticas se indica que el nombre de Cristina Fernández de Kirchner aparecía mencionado en intercambios con la denunciante, lo cual torna aún más complejo el panorama evidenciado”.
El planteo, además, indica que Cristina “fue víctima de hechos de violencia” poniendo como ejemplo el atentado del que fue víctima hace dos años en manos de Fernando Sabag Montiel, quien apuntó con un arma de fuego a quince centímetros de su cabeza habiendo gatillado dos veces.
Para resolver la situación se convocó a una reunión de Superintendencia de la Cámara de Casación.