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31 octubre, 2024

Alexandra Dovgan: el brillante debut de una pianista prodigio rusa de 17 años

Con solo 17 años, la pianista Alexandra Dovgan ya posee una destacada trayectoria internacional en los escenarios más importantes del mundo. Este año inició su primera gira por Latinoamérica, que la trajo a debutar en el Teatro Colón el lunes pasado, como parte de la temporada del Mozarteum Argentino.

En este concierto, Dovgan demostró su virtuosismo con un programa que reflejó el tránsito de la música desde el romanticismo temprano hasta sus últimas etapas, abriendo ventanas al pasado barroco y al futuro de la modernidad.

La pianista Alexandra Dovgan debutó el lunes pasado en erl Colón. Foto: gentileza Liliana Morsia/Mozarteum ArgentinoLa pianista Alexandra Dovgan debutó el lunes pasado en erl Colón. Foto: gentileza Liliana Morsia/Mozarteum Argentino

La primera parte

El concierto inició con la Sonata n.º 31 en La bemol mayor, Op. 110, de Ludwig van Beethoven, penúltima de sus sonatas para piano, que refleja una síntesis de su madurez formal y expresiva.

La interpretación de Dovgan dejó en claro las cuidadosas decisiones que tomó para realzar la grandeza de la partitura, como el meticuloso manejo de los tempi y las dinámicas. La complejidad estructural de la obra fue desplegada con notable claridad y fuerza, especialmente en el movimiento final, que fusionó el sutil lirismo del adagio ma non troppo con la magistral construcción de la Fuga.

Alexandra Dovgan tocó obras de Beethoven, Schumann, Rachmaninoff y Scriabin. Foto: gentileza Liliana Morsia/Mozarteum ArgentinoAlexandra Dovgan tocó obras de Beethoven, Schumann, Rachmaninoff y Scriabin. Foto: gentileza Liliana Morsia/Mozarteum ArgentinoLa primera parte de la noche culminó con la Sonata para piano Nº 2 en Sol menor, Op. 22, de Robert Schumann, una obra que refleja la intensidad y el dramatismo de su período de mayor inspiración creativa.

La pianista abordó con vigor el primer movimiento que estableció desde el inicio el ímpetu romántico con un manejo preciso de los contrastes, mostrando así un profundo entendimiento del lenguaje de Schumann. En los movimientos restantes, su interpretación mantuvo una energía equilibrada, con el que logró un enfoque medido y coherente que realzó la estructura de la obra sin recurrir a excesos.

Segunda parte

Tras el intermedio, fue el turno de los compositores rusos, cuyas obras abrieron ventanas a distintos estilos. Con Rachmaninoff, la pianista entrelazó el romanticismo tardío con el barroco.

En contraste, con Scriabin, a pesar de que la sonata interpretada es temprana y anterior a su evolución hacia un estilo más singular, ofreció una transición del romanticismo tardío hacia la modernidad.

Alexandra Dovgan en el ciclo del- Mozarteum. Foto: gentileza Liliana Morsia/Mozarteum ArgentinoAlexandra Dovgan en el ciclo del- Mozarteum. Foto: gentileza Liliana Morsia/Mozarteum ArgentinoDe Rachmaninoff, Dovgan presentó en primer lugar sus transcripciones del Preludio, Gavota y Giga de la Partita para violín solo Nº 3 en Mi mayor, BWV 1006 de Johann Sebastian Bach.

La pianista logró, con gran mérito, lo que el compositor plasmó en su partitura: preservar la esencia del estilo barroco y fusionarlo con las melodías, la armonía y el virtuosismo del romanticismo. Con una técnica impecable, Dovgan resaltó la vitalidad de la danza barroca en la Giga.

La pianista continuó con la interpretación de las Variaciones sobre un tema de Corelli, Op. 42, en línea con la pieza anterior y siguiendo el impulso de revitalizar el pasado. Esta obra, una de las más complejas y exigentes de Rachmaninoff, se basa en el tema La Folia, que ha sido tomado por numerosos compositores a lo largo de la historia.

Alexandra Dovgan, de 17 años. Foto: gentileza Liliana Morsia/Mozarteum ArgentinoAlexandra Dovgan, de 17 años. Foto: gentileza Liliana Morsia/Mozarteum ArgentinoRachmaninoff, por supuesto, lo aborda con un estilo personalísimo: Dovgan mostró una notable expresividad en cada variación, manejando con destreza desde la delicadeza hasta la exhuberancia.

El programa cerró con la Sonata para piano Nº 2 en Sol sostenido menor, Op. 19, de Scriabin, una pieza temprana del compositor. Conformada por dos movimientos y una estructura libre, la sonata está inspirada en imágenes del mar.

Esta influencia se refleja en una cualidad pictórica en la escritura, donde la riqueza armónica y los matices sutiles crean una atmósfera evocadora en el Andante y una notable intensidad del mar agitado en el Presto. Dovgan demostró un control técnico excepcional, uniendo los movimientos de manera fluida y cohesiva sin sacrificar la coherencia estructural.

Confirmando la reputación que la precede, la joven pianista recibió una entusiasta ovación del público. En respuesta, la artista ofreció tres piezas fuera de programa que funcionaron como un resumen estilístico de la noche: el Estudio Op. 2, No. 1 de Alexander Scriabin, el Preludio Op. 32, No. 12 de Sergei Rachmaninoff y el Vals Op. 64, N°2 de Frédéric Chopin.

Ficha

Concierto de piano por Alexandra Dovgan.

4ª Función de la 72ª Temporada del Mozarteum Argentino.

26 de agosto, 20 hs. Teatro Colón.

Programa: Ludwig van Beethoven Sonata para piano n.º 31 en La bemol mayor, Op. 110. Robert Schumann Sonata para piano n.º 2 en Sol menor, Op. 22. Johann S. Bach / Sergei Rachmaninoff Preludio, Gavota y Giga (Transcripción de la Partita para violín solo n.º 3, BWV 1006). Sergei Rachmaninoff Variaciones sobre un tema de Corelli, Op. 42. Alexander Scriabin Sonata para piano n.º 2 en Sol sostenido menor, Op. 19.

Nuestra opinión: Muy Bueno

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