Muchas películas, argentinas o no, se vuelven un fenómeno difícil de clasificar. Son ésas que se vuelven tema de conversación en cualquier encuentro familiar, entre amigos o en el trabajo. Piensen en Titanic, en Jurassic Park, en Avatar, en El secreto de sus ojos, más cerca en el tiempo, en Argentina, 1985. Y también en Relatos salvajes.
El filme escrito y dirigido por Damián Szifron tuvo un elenco multiestelar. Dividido en seis episodios, trata sobre personajes comunes que pierden el control y los asalta la ira.
¿Cómo olvidar al “Bombita” de Ricardo Darín, quien harto de la burocracia y de las injusticias, hace una suerte de justicia por mano propia? Y así podríamos seguir con cualquiera de los otros relatos.
Bien podemos analizar algunos de los motivos por los que Relatos salvajes se transformó en lo que es: un clásico que cumple diez años de su estreno, y que volvió a las salas de cine el jueves pasado.
Ricardo Darín y Szifron, rodando «Bombita», el nombre que el actor utilizaría luego para su cuenta de Twitter (hoy, X). Fotos Archivo Clarín o gentileza Damián Szifon.
1. Una válvula de escape
¿A quién no le ha ocurrido sentirse engañado, frustrado o simplemente planear una venganza hacia un otro, pero no lo lleva a los actos porque reconoce que la violencia no es el mejor camino ni la solución a los problemas? ¿O sí?
Todos y cada uno de los protagonistas de los episodios de la película terminan perdiendo los estribos y cometiendo o dejando cometer, como en Las ratas, una venganza que será terrible.
2. Compitió en el Festival de Cannes
Szifron en la escalinata de Cannes, con sus productores españoles, los hermanos Pedro y Agustín Almodóvar. Foto AFPEs poco frecuente -cada vez más- que una película argentina llegue a la alfombra roja del festival más importante del mundo, y compita por la Palma de Oro. De hecho, Relatos salvajes fue la última, y eso fue hace una década.
Es más: le dieron para exhibirla el mejor día de la muestra y el mejor horario (el primer sábado, a la noche).
El Jurado que presidió la neozelandesa Jane Campion (La lección de piano) no le otorgó ninguno de los premios oficiales, pero Relatos salvajes ya había sido vendida a infinidad de territorios, de Europa a Asia, en el Marché du film, el Mercado de películas que sucede en paralelo al Festival, días antes de la exhibición en la Sala Lumière.
3. Un elenco como pocos
Zylberberg, Grandinetti, Martínez, Darín, Sbaraglia, Cortese, y en el medio, Szifron.Difícil reunir los intérpretes que logró Damián Szifron en una sola película. Tal vez haya sido el hecho de que los protagonismos se multiplican en un filme en episodios, como sucedió en Los seductores, El amor a los veinte años o Historias de Nueva York. Los representantes de los actores hasta se deben haber peleado para tratar de imponer el orden en el cartel del elenco.
¿Nombres? Por orden alfabético Rita Cortese, Ricardo Darín, Darío Grandinetti, Oscar Martínez, Erica Rivas, Leonardo Sbaraglia y Julieta Zylberberg, que eran los que estaban en el afiche del filme. Sumemos a Mónica Villa, María Marull, César Bordón, Nancy Dupláa, María Onetto, Osmar Núñez, Diego Velázquez, Germán De Silva, Diego Gentile…
4. La nominación al Oscar
22 de febrero de 2015. Damián, junto a la actriz, y su esposa, María Marull, en la ceremonia del Oscar. Foto AFP Si algo le faltaba en su recorrido internacional, Relatos salvajes nominada al Oscar de la Academia de Hollywood a la mejor película hablada en lengua extranjera.
La polaca Ida, de Pawel Pawlikowski, terminaría ganando la estatuilla.
5. El éxito de público
Con Leonardo Sbaraglia y Walter Donado, que no es actor, en el rodaje en Cafayate.A los 3.425.668 espectadores que llevó desde el día de su estreno, el jueves 21 de agosto de 2014, hasta el 31 de diciembre de ese año, hay que sumarle los 551.046 que la vieron el año siguiente, fogoneada por la candidatura al Oscar. De allí que Relatos salvajes se convirtió en la película argentina más vista de la historia desde que se tienen registros verificables (1997), con sus 3.976.714 entradas vendidas.
6. “Bombita”, ídolo nacional
No por casualidad Ricardo Darín eligió como nombre en su cuenta de Twitter (hoy, X) @BombitaDarin…
Ricardo Darín en un momento de calma, hasta que descubra que la grúa le llevó el auto.Es que su personaje, el ingeniero al que la grúa le lleva el auto y termina haciendo volar la playa de estacionamiento del sitio de multas de la Municipalidad, es de los más fáciles en que uno puede reconocerse. Por la injusticia (el cordón de la vereda estaba mal pintado) y porque ¿a quién no le llevó su auto una grúa?
7. El humor, remedio infalible
En todos y cada uno de los seis relatos, en algún momento campea el humor. Hasta en el más terrible, La propuesta. De los ruegos de los distintos pasajeros para que el Pasternak no haga caer el avión en picada al maltrato verbal del intendente hacia la moza, pasando por los cuerpos carbonizados de El más fuerte, y la pregunta del periodista si se investiga si fue un crimen pasional, cada uno tiene sus momentos en los que, de nuevo, la válvula de escape es el humor.
Darío Grandinetti y María Marull en el primero de los seis episodios, «Pasternak».
8. El orden de los factores, en una de ésas, altera el producto
Se sabe que las películas con episodios suelen ser desparejas. No es ése el caso de Relatos salvajes. También, que no es lo mismo el lugar en el que se pone el mejor relato. Cada quien tendrá su favorito. La elección de terminar la película con el episodio de la boda fue una de las mejores decisiones, porque le deja al público un gusto distinto a si hubiera terminado, por ejemplo, con La propuesta.
Eerica Rivas, la novia que descubre el engaño de su flamante marido.
9. Las buenas críticas
Relatos salvajes tuvo una aceptación por parte de la crítica internacional casi unánime. Por ejemplo, en el sitio Rotten Tomatoes, que reúne el parecer de los medios más importantes, tiene un 94% a favor. Y la revista Time la consideró entre las diez mejores películas de 2014.
10. Un éxito en todas partes
También obtuvo récord de público en Uruguay, Chile, Perú, Brasil, Venezuela, México y Costa Rica. Estrenó en los Estados Unidos, Inglaterra, España, Francia y Alemania, en países de Asia y Medio Oriente. Desde su estreno, obtuvo el premio de la National Board of Review 2015, el premio del público en el Festival de Sarajevo, y fue elegida como mejor película europea, ya que es una coproducción con España, en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Axel Kuschevatzky, Erica Rivas, María Marull, Pedro Almodóvar, Szifron, Augustín Almodóvar, Oscar Martinez y Esther García, antes de la première en Cannes. Foto AFPGanó el premio del público de los festivales de Cine de Lima y de Biarritz, el Strand Galas del Festival de Cine de Londres, los galardones a mejor película, dirección, interpretación femenina y del Público del Festival Internacional de Cine Fine Arts, y el premio del Público del Festival Internacional de Cine de São Paulo. En la Argentina la película dirigida por Szifron obtuvo el Premio Sur a mejor filme, director, guion, actriz, actor, actor de reparto, edición, dirección de fotografía, sonido y música.
Curiosidades
Hay ciento de curiosidades alrededor de la película.
El guion original de la película tiene 84 páginas y algunos de los seis cuentos aparecen en un orden diferente. También incluye un séptimo cuento, más corto que los demás, llamado Bonus Track, nunca rodado. «Sí, era muy breve, de media carilla», dice hoy Szifron a Clarín.El sitio del puente en el que se filmó el relato El más fuerte, es en realidad el kilómetro 60 de la ruta entre Cafayate y Salta, como menciona el personaje de Leonardo Sbaraglia. El lugar se ha convertido en una especie de atracción turística.
El puente donde se rodó «El más fuerte» se transformó en una atracción turística. Durante los créditos iniciales, cada actor principal de cada relato está identificado con un animal, la mayoría salvaje. En el caso del director, se trata de un zorro. Szifron dijo que esto se debía a que a su padre le gustaban mucho los zorros y solía ver muchos documentales sobre ellos. También se sintió identificado con esa imagen, más específicamente con la mirada del zorro.Cada relato es cada vez más largo que el anterior.La película surgió porque Damián Szifron tenía tantas ideas para películas, que sabía que nunca podría hacerlas todas. Así que decidió mantener las ideas originales y filmar varias de ellas juntas.
Entre risas, Damián le marca una escena a Erica Rivas y Diego Gentile.El rodaje le demandó ocho semanas..Fue la séptima película argentina nominada al Oscar a la Mejor película en lengua extranjera, y la tercera consecutiva con Ricardo Darín como protagonista, después de El hijo de la novia (2001) y El secreto de sus ojos (2009). Darín también protagonizaría la octava, Argentina, 1985 (2022).Damián Szifron escribió la mayoría de los relatos en su bañera: «la bañera es un gran lugar», ha dicho. Luego, trabajó en el guion de Relatos salvajes durante dos años.
Szifron y Darín, observand en un monitor una de las tomas del relato «Bombita». Darín leyó el guion y aceptó de inmediato.En la secuencia donde “Bombita” prepara el atentado, la música de fondo es la que se utilizó en el programa La salud de nuestros hijos, que conducía el doctor Mario Socolinsky. La canción se llama Aire libre, y es de 1973.
Los seis relatos
“Pasternak”
Sobre el fuselaje de un avión de Aerolíneas Argentinas en desuso.Salgado (Darío Grandinetti) es un crítico de música clásica, y uno de los tantos pasajeros en un avión. Repentinamente, todos descubren que están vinculados por una coincidencia: todos conocieron a un tal Gabriel Pasternak e hicieron algo por lo cual Pasternak bien podría odiarlos. La azafata del vuelo les avisa que Pasternak es el comisario a bordo, que se encerró en la cabina… El avión se viene a pique, para caer en la casa de los padres de Pasternak.
«Las ratas»
Julieta Zylberberg observa al hombre que casionó la muerte de su padre, ante la mirada de Rita Cortese.A un parador en la ruta, una noche de tormenta, llega un político, que en el pasado ocasionó la muerte del padre de la moza del lugar. La cocinera, al enterarse, le propone ponerle veneno para ratas en las papas fritas.
«El más fuerte»
Sbaraglia, el director de fotografía Javier Juliá y Walter Donado escuchan a Szifron.En una ruta en Cafayate, un conductor de un auto de alta gama discute acaloradamente con el de otro medio destartalado, y lo maldice luego de poderlo superar en la ruta. Pero más adelante pincha un neumático, y aquel conductor baja para pelear con él.
«Bombita»
Siempre con risas. Darín y Nancy Dupláa repasan el libreto con el director.Un ingeniero, que suele trabajar con explosivos, va a comprar la torta de cumpleaños para su hija, y descubre que la grúa le ha llevado el auto. No solo no consigue no pagar la multa, sino que llega tarde a la fiesta, y su esposa le pide el divorcio. Pero “Bombita” tiene planeada una venganza, no con su mujer, sino con la burocracia.
«La propuesta»
Oscar Martinez en el relato más terrible de la película.El hijo de un hombre adinerado ha atropellado una noche a una mujer embarazada. Se lo cuenta a sus padres, que apelan a su abogado, quien intenta llegar a un acuerdo con el fiscal en la mansión en San Isidro. La idea es hacer creer que fue el jardinero quien conducía el automóvil, y la “propuesta” es adornar con dinero a todo el mundo.
«Hasta que la muerte nos separe»
El episodio con el que cierra el filme.Romina está en la fiesta de bodas con Ariel, su flamante esposo. Pero descubre que una compañera de trabajo de él bien podría ser su amante. Cuando Ariel le admite la verdad, Romina se vengará de una manera ultraviolenta.
Su première internacional
“Gracias a todos, gracias por estar acá”, dijo emocionado Damián Szifron luego de los casi diez minutos de ovación que recibió Relatos salvajes, que competía por la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Fue un momento memorable para el cine argentino, que muy pocas veces tiene la oportunidad de competir por el premio mayor del festival más importante del mundo. La que no cabía en sí misma era Erica Rivas, que lagrimeaba a moco tendido en la Sala Lumière del Palais des Festival.
Leo Sbaraglia, María Marull, Oscar Martínez, Damián Szifron, Erica Rivas y Ricardo Darín, en el photocall del Festival de Cannes. Foto AFP Al llegar al Theatre Lumière, la delegación argentina había sido recibida por Thierry Frémaux, director artístico del festival. Estaban Damián Szifron y su esposa, María Marull intérprete del primer relato, –Pasternak-, Ricardo Darín (el único sin moñito, se ubicó al lado de Szifron), Leonardo Sbaraglia, la mencionada Erica Rivas, y Pedro y Agustín Almodóvar, productores españoles del filme. Oscar Martínez lucía, orgulloso, su moñito, que era uno que usaba Tato Bores, y que se le dio su pareja desde hace 18 años, Marina Borensztein.
“Me gusta subir la apuesta, siempre, pero estoy muy cómodo con cómo filmé Relatos salvajes. No sé si trabajando metido en un estudio de Hollywood tendría la libertad para contar las historias que quiero. La verdad es que estoy muy contento y totalmente emocionado”, dijo ese sábado tras la proyección el realizador a Clarín.
La jornada había comenzado temprano para los argentinos. Además de Szifron, los intérpretes y los productores partieron a las 12 del Hotel Martínez hacia el Palais des Festivals, donde hicieron el famoso “photo call” (las fotos, con el Mediterráneo de fondo) y tuvo lugar la conferencia de prensa de la película. Pedro Almodóvar se había quedado sentado en la primera fila.
Algo incómodo, Damián está en el auto que conducirá Sbaraglia. El mismo hará de camarógrafo en la toma.“Mi pueblo es el cine”, dijo Szifron, en referencia a aquellos realizadores que pintan su pueblito en sus películas, y confió que “la solemnidad tapa la mentira. Ahí donde ves algo solemne, hay algo raro. El humor está siempre, incluso en la tragedia. De hecho, no tengo ni idea de por qué la comedia no está considerada como algo serio”.
A las 19.45, ya vestidos de gala, los argentinos se encontraron en el bar del Hotel Martínez para tomar una copa, antes de que los coches oficiales los pasaran a buscar, rumbo a la gala. El trayecto por La Croisette, la avenida costera, lo hicieron a paso de hombre, hasta que llegaron al pie de la alfombra roja del festival. El resto ya comenzó a formar parte de la historia del cine argentino.
