El hallazgo del cuerpo de Rolando «Roly» Rasmussen, piloto chaqueño desaparecido desde el lunes mientras combatía un incendio forestal en la provincia de La Rioja, puso fin a días de intensa búsqueda. La tragedia fue confirmada este miércoles cuando los equipos de rescate localizaron el cuerpo del piloto en la Sierra del Velasco, a aproximadamente 20 kilómetros al sur de la ciudad capital.
Rasmussen, de 52 años, había sido convocado por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego para colaborar en la lucha contra los incendios que afectan a La Rioja desde hace más de dos semanas. El piloto, oriundo de Corzuela, en la provincia del Chaco, era un hombre con vasta experiencia en aeronaves de alta tecnología y aeroaplicaciones, y estaba trabajando para una empresa privada en las tareas de control del fuego.
El último contacto con la avioneta que pilotaba Rasmussen se produjo el lunes pasado, pasadas las 13:00 horas, mientras sobrevolaba la zona del Cerro del Velasco. El avión hidrante había estado combatiendo el fuego en la región durante varios días, pero las condiciones climáticas adversas, con baja visibilidad por humo y neblina, jugaron un papel crucial en el accidente que terminó con la vida del piloto.
Desde el momento de la desaparición, se puso en marcha un operativo de búsqueda que incluyó helicópteros y personal especializado del Comité Operativo de Emergencia. Sin embargo, las malas condiciones meteorológicas y la complicada topografía de la zona dificultaron las labores. Durante los primeros intentos, los helicópteros no lograron acceder al área donde se presumía que el avión podría haberse estrellado, según las coordenadas del GPS. Pese a ello, el equipo de rescate se abrió camino entre la densa vegetación y el difícil terreno.
El miércoles, las condiciones climáticas mejoraron y permitieron a los rescatistas intensificar las búsquedas. Fue entonces cuando se divisó la aeronave en la Sierra del Velasco, con señales de incendio en la cabina. Aunque en un primer momento no se encontraron restos humanos en su interior, cerca del lugar se hallaron huellas y un reloj que habría pertenecido a Rasmussen, lo que alentó a los equipos a seguir adelante. Poco después, se confirmó el hallazgo del cuerpo del piloto.
El Gobierno de La Rioja, por su parte, lamentó profundamente la pérdida y destacó la valentía y compromiso de Rasmussen: «Roly dedicó su vida a proteger nuestros montes y a salvaguardar la vida de quienes habitamos en esta tierra. Su valentía y compromiso quedarán grabados en nuestra memoria como un ejemplo de entrega y amor por la naturaleza. Hoy, el cielo recibe a un héroe, pero su legado continuará inspirándonos a seguir luchando por nuestros bosques y por un mundo más seguro».
Un piloto con 26 años de experiencia y que ya había participado en situaciones de emergencia
Rolando Rassmusen tenía 52 años y contaba con una gran trayectoria en el mundo de la aviación. Originario de Corzuela, una localidad de aproximadamente 26 mil habitantes en la provincia de Chaco, Rassmusen era conocido y respetado en su comunidad, tanto por su habilidad como piloto como por su carácter solidario.
Con más de 26 años de experiencia en vuelos y aeroaplicaciones, Rasmussen había trabajado en diversas situaciones críticas, incluyendo incendios forestales en provincias como Corrientes y Formosa. Su capacidad y destreza lo llevaron a La Rioja, donde durante 20 días estuvo combatiendo un incendio en el Cerro Velasco, uno de los más feroces que azotó la región en los últimos tiempos.
No solo era un piloto experimentado, sino también un instructor en dos aeroclubes de su provincia, ubicados en las ciudades de Charata y Pinedo. A lo largo de su carrera, acumuló miles de horas de vuelo y llegó a ser reconocido como un referente en el ámbito de las aeroaplicaciones y el manejo de aeronaves en situaciones de emergencia. Además, era propietario de una empresa de fumigaciones y trabajaba para una empresa privada que lo contrató para apoyar el combate de incendios forestales.
Roly, como lo llamaban sus allegados, estaba casado y tenía dos hijos, uno de ellos, de 23 años, también piloto. Su esposa y su hijo mayor viajaron a La Rioja cuando se enteraron de su desaparición, a la espera de su regreso a salvo.
El último contacto de Rassmusen fue con su esposa, el lunes pasado, alrededor de las 12:35, antes de salir en su vuelo final para combatir el fuego. Poco después, a las 12:58, perdió contacto con la base, y el avión desapareció del radar.
