Un hombre de 36 años fue detenido en Ituzaingó luego de que se detectara que pretendía robar un local de Pago Fácil haciendo un boquete. Cayó por un insólito error: martilló durante la madrugada, activó una alarma de seguridad del local y los vecinos lo denunciaron. Lo atraparon en plena tarea delictiva.
Es el tercer robo frustrado en el mes bajo esta modalidad: el primero se dio en San Isidro, a principios de agosto. Con mayor producción, claro. Y el segundo, hace un par de días en Rosario.
Fuentes policiales confirmaron que el local que era pretendido saquear, es un Pago Fácil ubicado sobre calle Juncal al 100, entre Mansilla y Zufriategui, en la zona oeste del Conurbano. En pleno centro de Ituzaingó y a unas tres cuadras de la Comisaría 1ra.
El operativo de la Bonaerense se dio en plena madrugada, cuando los martillazos activaron la alarma del local de cobro de servicios y los vecinos denunciaron la maniobra.
Desde afuera, el local estaba cerrado. Por eso necesitaron de una orden para ingresar. Y lo hicieron desde la parte trasera de la vivienda donde está ubicado el local, según publicó el sitio Primer Plano.
Al ingresar, encontraron a un hombre, agazapado y a oscuras, escondido debajo de una escalera. Junto a él, había dos bolsos con elementos para realizar el boquete: maza, martillo, cortafierros, taladros y destornilladores, entre otras herramientas.
El intruso fue identificado como Omar Esteban Brinville y quedó detenido. Según anticiparon, cuenta con un frondoso prontuario. Incluso, con condenas previas por diversos delitos.
Fuentes investigativas confirmaron que se aguarda por el testimonio del implicado, aunque no descartan que haya más partícipes en el frustrado robo.
“No llegó a perforar la pared, pero no le faltaba mucho tampoco. Sospechamos que accedió por lo que fue durante muchos años una inmobiliaria y ahora es una propiedad en venta. Ingresó por los techos y estuvo un buen tiempo dentro”, confirmó una fuente vinculada al caso en charla con el sitio del oeste.
El caso quedó en manos del fiscal Marcelo Tavolaro, de la Fiscalía Descentralizada 1 de Ituzaingó y el cargó con el que quedó el imputado es por «delito de robo agravado por haberse perpetrado con escalamiento en grado de tentativa».
El de la madrugada es el tercer robo en el mes que se les frustra a los boqueteros. El 7 de agosto, en San Isidro, la Policía detectó un túnel de más de 150 metros cuyo destino final eran las bóvedas de una sede del Banco Macro.
Durante este último fin de semana en Rosario, un grupo de delincuentes alquiló un departamento sobre calle San Lorenzo al 800 con la intención de ingresar al edificio aledaño donde hay varias oficinas comerciales. Pero, le erraron al agujero e inicialmente desembocaron en el hueco del ascensor.
En un segundo intento, pudieron ingresar a oficinas de uno de los pisos y saquear artículos electrónicos. Otra vez una alarma sonó y los delincuentes tuvieron que huir del lugar sin poder dar el gran golpe.
D.D.
