El quinto para universitario en lo que va del año continúa este miércoles, con una huelga de 48 horas. La medida se tomó luego de que los gremios rechazaran el ofrecimiento del Gobierno Nacional del 3% de incremento salarial para agosto y del 2% para septiembre. Todas las reuniones con el Ministerio de Capital Humano fracasaron. Y por ahora no hay a la vista un nuevo encuentro para solucionar el problema. Los docentes aseguran que la situación salarial del sector es desesperante, ya que lleva mas del 50% de atraso con respecto a la inflación. Por eso, no se descartan nuevas medidas de fuerza.
Emiliano Cagnacci, secretario general de la Asociación de Docentes de la Universidad de Buenos Aires (ADUBA), enfatizó: “Estamos llevando adelante una medida de fuerza de 48 horas acordada por todo el frente sindical universitario. Esto se produce después del paro y no inicio de clases de la semana pasada, a pesar de lo cual el Ministerio de Capital Humano no convocó a continuar con el diálogo, manteniendo la irrisoria propuesta de aumento”.
Los docentes aseguran atravesar una profunda crisis. Según ellos, el presupuesto se va desvaneciendo mes a mes, licuando el ingreso de los docentes, no docentes, investigadores y profesionales de la salud que desarrollan su actividad en el ámbito universitario, «recibiendo a cambio salarios que están por debajo de la línea de pobreza», dicen.
Por su parte, el secretario general de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN), Daniel Ricci, expresó que la medida tuvo un «acatamiento prácticamente total en las 61 universidades públicas de todo el país y esperamos la misma adhesión para el miércoles”.
Por ejemplo, en facultades como Medicina, Economía y Sociales las puertas permanecían abiertas, pero casi no había movimiento. Se vieron guardias mínimas del personal no docente, que les avisaba a los alumnos, en la puerta de cada institución, que no había clases.
Carteles en las facultades. Los docentes universitarios reclaman mejoras salariales. Foto: Luciano Thieberger
Sueldos
Los sueldos universitarios están por el piso, según los gremios del sector. Un informe de la Universidad de Ciencias Económicas de la UBA alerta sobre esta situación. Ahí se explica que en el último año, el salario universitario fue el más afectado, creciendo muy por debajo del resto de la administración pública que depende de Nación. «Está un 15 puntos porcentuales debajo de los demás», comenta a Clarín Julián Leone, uno de los autores. Así, representa la caída más grande los sueldos del personal público que depende de Nación.
El estudio revela que la evolución de los salarios docentes resulta todavía más desfavorable que la de aquellos trabajadores no registrados. «Se ubica por debajo del conjunto de trabajadores que no poseen una actualización en su sueldo vía negociación colectiva ni amparo de ninguna de las distintas instituciones laborales, como por ejemplo, el salario mínimo», comenta Leone.
El pago a docentes, investigadores, directivos y personal administrativo no docente representa el 86% del presupuesto que se destina a la educación superior. Por ende, al achicarse esta partida, sufren automáticamente los salarios. «Para este año no hubo ley de presupuesto y se repitió la del año pasado», afirmó Leone. Esto afectó el sueldo docente, especialmente en los primeros cuatro meses, cuando la inflación era muy alta. «En enero tuvimos cero por ciento de recuperación. Y en febrero, un 16%, en el cual un 10% venían de la paritaria anterior y el gobierno actual sumó un 6%», agregó Leone.
Al no haber recompensación por lo que se perdió o licuó a principio de año, el salario universitario (como pasa con el resto) quedó muy atrasado con respecto a la inflación acumulada. Hizo que los salarios universitarios se ubicaran 55 puntos porcentuales por debajo de la inflación acumulada hasta julio de 2024.
También aseguran que el programa presupuestario Desarrollo de la Educación Superior presenta una caída real en lo que va del año del 31,5% respecto al año anterior y de casi un 25% en referencia a igual período en 2022.
En este contexto desfavorable, desde los gremios alertan que de no cambiar la situación, y mejorarse las partidas, el presupuesto, y por ende los salarios, retrocederían dos décadas. «Sin una recomposición significativa de aquí a fin de año la inversión en el sistema universitario, con relación a PBI, caería a valores de 2005″, dice Leone.
Los expertos no llegan a comprender cuál es la razón detrás de esta situación. Ya que el presupuesto universitario «no representa un gasto tan significativo de lo que le cuesta a la Nación mantener la planta pública», comenta Leone. Al mismo tiempo, el especialista dijo que el número de matriculación crece y también el número de instituciones universitarias. Pero aún así, el presupuesto sigue estancado, lo cual lleva a que la situación sea cada vez peor.
SC
