Un tercer sospechoso por el intento de robo a una sucursal del banco Macro en San Isidro con un túnel de 220 metros fue detenido este lunes en Montevideo, Uruguay, según confirmaron fuentes de la investigación a Clarín.
Se trata de Nicolás Ignacio Carpani Romero (34), de nacionalidad uruguaya y quien tiene antecedentes penales por drogas y robos. Al igual que Alan Lorenzo, el otro uruguayo detenido el viernes, sería miembro de la barrabrava del Club Nacional de Football.
Sobre Carpani Romero pesaba una orden de detención firmada por la jueza Andrea Rodríguez Mentasty, que a la vez derivó en una alerta roja de Interpol. A las 11.30 de este lunes la Guardia Republicana (un grupo de fuerzas especiales uruguayo) lo detuvo en el barrio Malvín Norte, de Montevideo.
Según se puede ver en el video del operativo difundido por el Ministerio del Interior uruguayo en X, Carpani fue identificado por los policías cuando circulaba en una camioneta. Verificaron su identidad y le comunicaron que tenía un pedido de captura vigente. Estaba vestido con una campera naranja y no presentó resistencia a las órdenes de los agentes. Al revisarle el vehículo tenía bolsas con el distintivo de Nacional y cajas de herramientas.
Esta tarde se realizó la primera audiencia de extradición para que pueda ser puesto a disposición de la Justicia argentina.
La Guardia Republicana detuvo a un hombre de 34 años, requerido por la uniad de Interpol de la Policía Federal Argentina, vinculado al intento de robo al banco de San Isidro a través de un túnel; poco después de que se publicara el alerta roja, solicitando su pedido de captura… pic.twitter.com/MSNkmhhNT0
— Ministerio del Interior (@Minterioruy) August 19, 2024 Según publicó el diario El País de Uruguay, Pablo Casas, el abogado de los dos uruguayos detenidos dijo que Carpani negó «rotundamente» tener algún vínculo con la banda que cavó el túnel.
Carpani y Lorenzo están bajo «arresto especial», apartados de la población común de la cárcel. Según dijo Casas luego de la audiencia de extradición realizada esta tarde, la Justicia uruguaya aguarda a que la Argentina realice el pedido de extradición formal por el último de los detenidos.
Los fiscales de San Isidro John Broyad y Patricio Ferrari, a cargo de la investigación, habían pedido su detención a la jueza luego de las pistas reunidas tras las detenciones de Lorenzo, el otro uruguayo jefe de La Banda del Parque (la barrabrava de Nacional), y Alejandro Rosendo López (42), en Villa Paranacito, Entre Ríos.
El túnel de 220 metros conduce hasta la bóveda del banco Macro de San Isidro.Los dos fueron detenidos el viernes y esperan para ser indagados. En el caso de Lorenzo, aun no fue trasladado.
Túnel boquetero en San Isidro: la investigación
Los investigadores llegaron a ellos gracias a una huella dactilar levantada del galpón desde donde se excavó el túnel, descubierto el 7 de agosto pasado en Chacabuco al 400, y la pista de una embarcación. La huella pertenecía a Lorenzo.
Rosendo López, con domicilio en Villa Paranacito, sería quien cruzó en lancha a los integrantes de la banda desde Uruguay a la Argentina. Aun no está confirmado si el grupo estaba conformado solo por ladrones uruguayos o había argentinos también implicados.
El túnel, el lugar y el dato de la nacionalidad de al menos dos de los sospechosos hizo pensar a más de uno en una conexión entre la banda que intentaba dar un golpe al banco Macro y los autores del «Robo del Siglo».
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La vía subterránea era construida para cometer un robo en esa entidad, fue descubierta gracias a una varilla de hierro que asomaba entre los adoquines de la calle.
Los investigadores también se preguntaron por un vínculo entre Lorenzo y Carpani Romero con Luis Mario Vitette Sellanes, el uruguayo que fue uno de los ideólogos del golpe al banco Río de Acasusso, y hasta ahora no lo encontraron.
Aunque en este caso el resultado fue distinto: un repartidor descubrió que emergía de la calle golpeaba contra el piso de su camioneta y avisó a la seguridad del banco, ubicado en Chacabuco 543.
Al no encontrar explicaciones sobre el origen de ese fierro que salía del piso, las autoridades decidieron excavar casi cuatro metros más abajo y se encontraron con el túnel. Las tareas demandaron un día de trabajo y condujeron hasta un galpón a 150 metros de distancia desde donde la banda operaba y tenía los planos para llegar hasta el banco y hasta información confidencial sobre las medidas de seguridad.
MG
