Silvio Santos, uno de los mayores nombres en la historia de la televisión brasileña y dueño de un grupo de medios de comunicación, murió este sábado a los 93 años en la ciudad de São Paulo.
«Vivió 93 años para llevar felicidad y amor a los brasileños. La familia está muy agradecida por los más de 65 años de convivencia», señaló en redes sociales SBT, la cadena de televisión fundada por Santos y que ahora dirige su hija, Daniela Beyruti.
Personalidades del mundo de la cultura y de la política no tardaron en expresar sus condolencias a la familia del comunicador, dueño de una sonrisa permanente y un carisma incuestionable y cuya presencia en las televisiones brasileñas fue una constante desde la década de 1960.
Uno de los primeros en expresar sus condolencias públicas fue el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien destacó en un mensaje que publicó en X que Santos «era una de las personas más conocidas y queridas» de Brasil.
Silvio Santos foi a maior personalidade da história da televisão brasileira, e um dos grandes comunicadores do país.
Carioca, filho de imigrantes, Senor Abravanel, seu nome de batismo, foi um empreendedor que iniciou sua vida como vendedor ambulante e construiu uma grande rede… pic.twitter.com/mkqiOQGDcG
— Lula (@LulaOficial) August 17, 2024 El jefe de Gabinete de la Presidencia de Brasil, Rui Costa, en tanto alabó «el legado de éxito notable» de Santos, a quien calificó de «símbolo de alegría y del entretenimiento».
Santos siempre fue uno de los nombres de peso en la grilla de programas dominicales, donde se desenvolvía como nadie con su don de gentes y su desparpajo, capturando la atención de las masas ante la pantalla.
El Programa Silvio Santos, en el aire desde 1963, creó escuela en Brasil y atrapó a varias generaciones ante la pantalla chica, con una mezcla de música, entrevista, comedia, juegos familiares y sobre todo, concursos y distribución de premios para engatusar a la audiencia de las clases populares.
Los brasileños siempre le recordarán por su frase «¿Quién quiere dinero?» que gritaba antes de lanzar al enardecido público de sus programas billetes doblados en forma de avión.
El popular animador estaba internado en un hospital desde principios de mes. Foto: EFE/Alan Santos.
De hijo de inmigrantes a estrella de la televisión
Nacido el 12 de diciembre de 1930 en Río de Janeiro con el nombre de Senor Abravanel, Silvio Santos era hijo de una humilde pareja de judíos sefarditas greco-turcos que migraron a Brasil tras el fin del imperio Otomano.
Comenzó su carrera en la radio en la década de 1940, pero fue en la televisión donde alcanzó la fama y el éxito inmediato cuando estrenó en 1961 “Vamos brincar de forca”, su primer programa de variedades en la TV Paulista.
Dos años después, el programa se rebautizó con el nombre “Programa Silvio Santos”, que desde entonces ha permanecido en el aire pasando por emisoras como Globo, Tupí, Record y SBT, un canal que él mismo fundó en 1981.
En sus inicios, presentando un programa de talentos musicales.En 1993 el libro Guinness reconoció que el programa era el más longevo de la historia de la televisión. Han pasado tres décadas desde entonces y sigue en el aire.
Su estilo desenfadado y natural le llevaron a meterse en no pocas polémicas, por algunos comentarios groseros que en alguna ocasión profirió a algún invitado o a algún miembro del público en sus programas en vivo.
Más recientemente, le echaron en cara algunos comentarios machistas, que en el pasado no causaban ninguna polémica e incluso eran parte fundamental de la comedia.
Además de su éxito en la televisión, Santos también fue conocido por su habilidad empresarial. Construyó un imperio mediático en Brasil, que incluye no solo a SBT, sino también un amplio abanico de empresas en diferentes sectores, como la banca, la construcción y la cosmética.