A dos días de su muerte, Gena Rowlands sigue dando que hablar. Cierta intelligentsia muestra su disgusto en redes cuando se la menciona asociada a una canción (el hit Circo Beat) en la que la nombra Fito Páez. Una pavada total: gracias a un músico conocido, mucha gente debe haber accedido a las películas de la furibunda musa de John Cassavetes. Algo así como que gracias al catálogo de Netflix, mucha gente pudo descubrir qué es el cine del dogma y quién es Thomas Vinterberg.
La triste realidad es que muy pocos la conocieron. Podría haber sido la mujer más veterana de Hollywood junto a Clint Eastwood, pero nadie tuvo en cuenta esa peculiaridad. Fue noticia reciente cuando se hizo público su diagnóstico de Alzheimer: “Lleva cinco años padeciendo la enfermedad», se dijo hace cosa de un mes. Después, ahora, es noticia por su muerte a los 94 años.
Gena Rowlands nos enseñó la intensidad. Manejaba estupendamente esa cuerda. Pero quizás sólo sabía hacer eso. A veces necesitamos películas como Torrentes de amor o Mujer bajo influencia para permitirnos llorar. El algoritmo nivela para abajo y en vida tampoco se le hizo justicia a quien supo ser la mejor actriz del cine independiente de todos los tiempos.
Rowlands fue a Cassavetes lo que Liv Ullman a Bergman. Respeto.
Retrato de Gena en 1957. La cámara la amaba.En el cine de Cassavetes, un cine más preocupado por el detalle que por la trama, un cine donde la actuación era una verdadera experiencia y el clima podía resultar anímicamente devastador, Gena Rowlands gozó de un prestigio único, merecido y devocional.
Dio la impresión de que después de la muerte de Cassavetes, la veneración de sus colegas hasta detuvo un poco la carrera de Gena. Tal vez haya sido que nadie se animaba a dirigir no a una actriz sino a una “musa”. Un libro la define como una mujer que respondía las preguntas con una voz lejana, “incorpórea”. Su actuación, en cambio, era la capacidad de proyectar una sensación de intimidad difícil de alcanzar en cualquier otro intérprete. La rodeaba una especie de campo de fuerza incandescente.
Adiós a Gena Rowlands, reina del cine independiente americano
De Woody Allen a Jim Jarmusch
Luego aparecería en una película de Woody Allen. Él se animó a dirigirla. Jim Jarmusch también, en Una noche en la tierra (1991). Pero Gena fue siempre joven en el cine que la recuerda. La actriz de su marido, de John Cassavetes.
Cumbre de grandes: Kirk Douglas y Gena Rowlands, dos figuras de Hollywood.Michael Ventura, en su crónica sobre el rodaje de la película Love Streams, puso el foco en un tema del que no se habla cuando se hablaba de Gena Rowlands. Ella podía tener una belleza cautivante, rubia como Marilyn, sin embargo el público siempre puso la “forma” absolutamente por debajo del “fondo” de la cuestión.
Gloria es una película de drama estadounidense de 1980 escrita y dirigida por John Cassavetes. Estuvo protagonizada por Gena Rowlands Solo ella logró que nunca se advirtiera la joven despampanante que nos dejaba atónitos en Faces. “Su belleza fue siempre elusiva, casi como que nunca tuviera que ver con su físico o ni siquiera con ese rostro clásico, encantador inteligente”.