El diario deportivo L’Equipe, en una nota firmada por el periodista Damian Degorre, reconstruyó la historia del momento más adverso de Francia en la definición, antes que Kylian Mbappé liderara la reacción que forzó la prórroga y luego la tanda de penales.
En la mañana de la final, jugada el domingo 18 de diciembre, el cuerpo técnico reunió al plantel para mostrarle videos y «enfatizar en particular los contraataques y la propensión de los argentinos a recibir penales durante la competencia. Ya han tenido tres, incluido uno en cuartos de final y otro en semifinales», cuenta el artículo.
En el seleccionado «blue» también preocupaba «la atmósfera hostil» en el Estadio Lusail, que el equipo nunca había pisado desde su llegada a Qatar, a diferencia de Argentina que se disponía a afrontar su quinto juego en ese escenario.
«Cincuenta mil de ellos cantan de su amor por Diego Maradona y Messi incluso antes de que llegue su Selección. Luego, cuando ven en las pantallas gigantes al delantero del PSG (Messi) bajando del autobús, en los sótanos del estadio, el tono aún sube los decibeles. Doha es Buenos Aires, Lusail, la Monumental», compara.
La crónica repara en la diferencia de intensidad con la que los jugadores de un equipo y otro encararon el partido definitivo. «Los argentinos están muy compenetrados, ni siquiera los vínculos que algunos pueden mantener con franceses en clubes, lo perturbarán» y a respecto ejemplifica: «(Cuti) Romero no perdona a Lloris, su compañero en Tottenham. La forma en que Romero atacará es una ilustración perfecta de esto: en el minuto 9, mientras el portero francés aprovecha su impulso para saltar, el defensa central argentino pierde por completo el interés en el balón y lo golpea».
«Nahuel Molina se ha convertido en el perro guardián de Mbappé. Tan pronto como el delantero toca el balón, siente el aliento del lateral del Atlético de Madrid en la nuca», apunta sobre la concentración del equipo «albiceleste»
Pasada la media hora de juego, con el marcador 2-0, «los Blues lucen dominados, aturdidos, casi asustados. Advirtieron sobre penales y transiciones y concedieron dos goles de penal y transición».
Por esa razón, Deschamps dispone dos cambios tácticos antes del descanso: «Es absolutamente necesario dar velocidad y profundidad para mantener la esperanza. No se trata de esperar al medio tiempo».
De regreso al vestuario, el entrenador estalla de bronca con sus dirigidos y les recrimina: «Ellos están jugando una maldita final de la Copa del Mundo y nosotros no!». Mbappé, en la misma línea, exhorta a sus compañeros: «Es el partidos de sus vidas. O nos entregamos como tontos o ponemos un poco de intensidad, nos metemos en los duelos y hacemos otra cosa».
Francia retornó al campo de juego tras ese primer tiempo fatídico y logró empatar la final con un doblete de Mbappé en el minuto 80 y 81. La victoria de Argentina llegó en los penales, luego que el marcador quedara 3-3 al agotarse la prórroga.