Hasta la semana pasada, Lucas Nasim (45) era apenas un empresario que vivía en un barrio cerrado de Santo Tomé, en la provincia de Santa Fe. Pero en el transcurso de unas horas quedó señalado como el responsable de una serie de robos hormiga en otra casa del country. Y una semana más tarde fue condenado: en un juicio abreviado, recibió una pena a tres años de prisión en suspenso. La sentencia incluyó la devolución íntegra del botín y la imposición de un tratamiento psiquiátrico.
El caso comenzó a gestarse hace seis meses, cuando un hombre de 80 años residente en el country Altos de la Ribera notó que objetos de valor y dinero comenzaban a desaparecer de su hogar. Al principio, los faltantes parecían pequeños y se atribuían a descuidos del anciano. Sin embargo, la situación empeoró, y el faltante de artículos alcanzó cifras significativas.
Fue entonces cuando la familia decidió instalar cámaras de seguridad, sin imaginar que el responsable sería su propio vecino.
Las imágenes capturadas mostraron a Nasim entrando sigilosamente en la casa mientras su víctima estaba fuera de la vivienda. La meticulosa conducta del empresario, quien revisaba y se llevaba artículos de valor, se convirtió en la pieza clave para desenmascarar el delito. Entre los elementos robados se encontraban 20 millones de pesos, 15 mil dólares, joyas y varios objetos de lujo.
El vecino del country filmado in fraganti cuando robaba en una casa.En los videos se puede observar que el ladrón entra y se desplaza con conocimiento de la casa. Revisa que no haya nadie más. Hurga, revuelve de manera discreta y se lleva artículos de valor.
«El hombre entraba en los ratos que la casa estaba sola que eran lapsos cortos: una hora o dos horas a lo sumo. Entraba a los patios diciendo que se le había caído la pelota y era para espiar las casas para después entrar a robar», explicó la fiscal del caso, Roxana Marcolín.
El botín devuelto por el empresario y un pedido de perdón: «Volvamos a ser buenos vecinos»
Este martes, Nasim admitió su culpabilidad, devolvió el dinero y las joyas robadas, y pidió disculpas a su víctima. El empresario se comprometió a iniciar un tratamiento psiquiátrico para abordar su trastorno obsesivo-compulsivo con cleptomanía, en un centro de salud mental en Libertador San Martín, Entre Ríos. Además, se le impuso una restricción de acercamiento de 200 metros al barrio privado, asegurando que no podrá residir cerca de la casa de su víctima.
En plena audiencia, Nasim devolvió todo el dinero: unos 20 millones de pesos y 15 mil dólares. También restituyó los objetos de valor y mostró un arrepentimiento genuino al dirigirse a la víctima y expresar su deseo de reconciliación.
Es que, una vez finalizada la audiencia, el condenado pidió la palabra y se dirigió a la víctima. Según recrearon medios santafesinos, el condenado afirmó que quería mirar a la víctima a los ojos para pedirle perdón, le dijo que asumía su error y también le manifestó que esperaba que en un futuro, cuando ya haya cumplido su condena, pudieran “volver a ser buenos vecinos”.
La fiscal Marcolín también ventiló un antecedente del empresario. Remarcó que «Nasim además fue condenado porque en junio del año pasado amedrentó a otro vecino del mismo barrio privado».
Al respecto, puntualizó que «mientras le mostraba un arma de fuego de puño, lo amenazó con matar a su perro, romper su auto y provocar daños en su casa».
