Mientras la tensión en todo Oriente Próximo sigue disparada ante el anunciado y esperado ataque de Irán contra Israel, el Estado hebreo ha ordenado este miércoles la evacuación total de las regiones del norte de Gaza de Beit Hanún y Beit Lahiya, dos localidades completamente destruidas durante la ofensiva terrestre israelí sobre la franja empezada en octubre pasado.
“Hamás está lanzando cohetes desde su área hacia Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) actuarán por la fuerza en su contra. Para su seguridad, evacúen inmediatamente hacia los refugios establecidos en el centro de la ciudad de Gaza”, han dicho las IDF este miércoles en un comunicado que obvia que, en la actualidad, Israel bombardea indiscriminadamente cualquier región dentro de la sitiada Franja de Gaza. Hasta la fecha, casi 40.000 palestinos han muerto a causa de la invasión israelí, según recuentos de oenegés internacionales y Naciones Unidas.
El anuncio de un nuevo ataque del Estado hebreo contra la franja llega tan solo unas horas después de que Hamás, este martes por la noche, anunciase a Yahya Sinwar, el líder de la milicia dentro de Gaza, como nuevo líder político del grupo. Hasta la semana pasada, el líder del politburó de Hamás era Ismail Haniya, asesinado en Teherán mientras asistió a la jura del cargo del nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian. Israel no ha reclamado oficialmente la autoría del asesinato, pero existen pocas dudas al respecto.
El cerebro del 7-O
Así, la elección de Sinwar como líder plenipotenciario de Hamás —la gran mayoría de altos cargos de la milicia han sido asesinados—, es vista por los expertos como malas noticias para Israel: Sinwar, el cerebro detrás del ataque de Hamás del pasado 7 de octubre contra el sur del Estado hebreo, es una figura mucho más radical que Haniya, con quien existía un canal de comunicación a través de Egipto y Catar. Esa vía, con su asesinato y la elección de Sinwar, parece ahora muerta.
Desde el asesinato hace justo una semana de Haniya, todo han sido anuncios. Irán ha prometido, por activa y por pasiva, “una venganza, un castigo y una dureza nunca antes vista” contra Israel. Y Estados Unidos, a través de su secretario de Estado, Antony Blinken, ha asegurado en varias ocasiones que esta respuesta iraní era inminente, y que debía ocurrir durante el fin de semana pasado o, a mucho tardar, a inicios de esta semana.
Pero el ataque, por el momento, no se ha producido. «Estamos trabajando intensamente a través de nuestros canales diplomáticos con nuestros aliados para comunicarles directamente a Irán y a Israel que deben evitar cualquier escalada del conflicto», ha dicho Blinken durante la madrugada de este miércoles.
“Los EEUU continuarán defendiendo a Israel ante cualquier ataque, pero todos en la región deben entender los riesgos de una escalada o un fallo de cálculo. Más ataques solo hacen que suba el riesgo de llegar a una situación impredecible y fuera de control”, ha continuado el secretario de Estado estadounidense.