Uno de los mayores puntos de inflexión de la historia de la humanidad ha sido la reciente pandemia de COVID-19, causada por el coronavirus SARS-CoV-2. El impacto y la velocidad con la que se propagó este virus sorprendió al mundo y sirvió para dimensionar hasta qué punto están conectadas nuestras sociedades: la globalización, los viajes internacionales y la urbanización hicieron posible una transmisión nunca vista del virus, llevándolo a todos los rincones del planeta en cuestiónd de semanas y advirtiéndonos de lo vulnerables que somos ante patógenos emergentes.
Sin embargo, ahora los expertos advierten de algo que podría ser mucho peor. De cumplirse sus pesquisas, no se trataría de un virus sino de otra amenaza: una pandemia provocada por un hongo.
Aunque ya hemos visto este escenario apocalíptico en ficciones como ‘The Last of Us’, los científicos señalan que la realidad podría ser igual de alarmante de llegar a producirse.
Así sería la nueva pandemia
El reino fungi está compuesto por cerca de 150.000 especies y se estima que todavía quedan millones por descubrir: los hongos están en todas partes, desde el suelo hasta la materia orgánica en descomposición y algunas especies como el Cryptococcus neoformans, Aspergillus fumigatus y el Histoplasma sp., son patógenas para los humanos y tienen el potencial de desencadenar emergencias sanitarias significativas.
La doctora en ciencias biomédicas y especialista en micología médica de la UNAM, Edith Sánchez Paredes explicaba al portal Medscape que «la manera en que se adquieren las infecciones fúngicas no es de persona a persona, en la mayoría de los casos» ya que «generalmente est tipo de infecciones se van a desarrollar en personas con alguna deficiencia en el sistema inmune».
No obstante, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las infecciones fúngicas invasivas están al alza, especialmente en quien padece alguna enfermedad previa. Ya en 2022 el organismo publicó una lista con los hongos patógenos.
En concreto, Latinoamérica es el lugar donde las infecciones fúngicas son más problemáticas. Para Rogelia de Jesús Treviño, microbiólogo y experto en micología, «padecemos de una pobre infraestructura de diagnóstico de las enfermedades fúngicas; así mismo, tenemos acceso limitado a los antifúngicos presentes en el mercado mundial».
En este contexto, uno de los factores que hacen temer por una pandemia gúngica es el cambio climático: mientras que las temperaturas globales van aumentando, los hongos se adaptan a temperaturas más altas lo que les facilita proliferar en el cuerpo humano, que se sirve principalmente de la fiebre como método para defenderse de infecciones.
Por otra parte, el paso por el COVID ha debilidado el sistema inmunológico de las personas, haciéndolas más susceptibles de sufririnfecciones fúngicas. Tom Chiller, jefe de la rama de enfermedades fúngicas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, advierte a Insider que «el potencial de aquello que puede transformarse en un patógeno es cada vez más amplio».